A ningún pueblo se le deben negar sus derechos y, desde luego, a ningún pueblo se le deben negar sus derechos durante generaciones. El conflicto sin resolver entre Israel y Palestina trata fundamentalmente de la justicia y, hasta que no se cumpla el requisito de la justicia, no se puede establecer la paz. Ahora que la ocupación de Jerusalén Oriental, la Ribera Occidental y Gaza por parte de Israel se acerca a los cincuenta años, son generaciones las que han estado sufriendo esta realidad. Las posibilidades de una solución viable de dos Estados, por la que hemos abogado durante mucho tiempo, son más difíciles y, según parece, menos realistas que nunca antes.
15 September 2016
General Secretary