Este proyecto forma parte integral de la respuesta del CMI a la violencia y los conflictos violentos actuales. Se basa en décadas de deliberaciones, comprensión, práctica y defensa de la paz en el plano ecuménico. Se trata de un proyecto participativo y orientado a la acción, que ayuda a las iglesias y a los grupos relacionados con ellas a progresar hacia una mayor unidad en favor de la paz.