Por derecho, debería haber sido en África. La primera Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se celebró en Europa (Ámsterdam), la segunda en América del Norte (Evanston, EE. UU.) y la tercera en Asia (Nueva Delhi). Se esperaba que África fuera el siguiente continente en acoger al Consejo. Sin embargo, a lo largo de la década de 1960, en África brotaron actos de violencia y conflictos militares, de la región de Biafran, en Nigeria, a Zanzíbar y Eritrea; de Argelia a Mozambique y Rodesia. De manera que, la Cuarta Asamblea volvió a la “seguridad” de Europa, a Uppsala, en Suecia. En una de esas ironías de la historia, un mes después de la clausura de la Asamblea, los tanques soviéticos entrarían en Praga.