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El curso fue organizado en cooperación con la Oficina Protestante de la Formación, en Neuchâtel; el DM, en Lausana; el Défap, en París, la Comunidad Evangélica de Acción Apostólica (CEVAA, por sus siglas en francés), en Montpellier; y Témoigner Ensemble à Genève, en Ginebra.
El curso fue un esfuerzo cooperativo entre las iglesias miembros y diferentes organizaciones de Francia y Suiza, todas involucradas e interesadas en las cuestiones relacionadas con la formación en teología intercultural y contextual.
En nombre del comité organizador, el Revdo. Dr. Benjamin Simon, director del programa de relaciones eclesiásticas del CMI, dijo: “Nuestras sinceras felicitaciones a los graduados de este primer curso en teología intercultural aquí, en el Instituto Ecuménico de Bossey. Durante seis fines de semanas, ustedes siguieron los cursos de sus profesores, en general en grupos interculturales, compartieron sus experiencias sobre temas teológicos diferentes desde una perspectiva intercultural y aprendieron unos de otros”.
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Fotografía:
Gloria Koymans/CMI
Simon añadió que se desarrollará y ampliará el curso. “Tenemos planeado organizar un curso que durará un año a partir del siguiente otoño”, declaró. “Espero que contribuya a que todos ustedes se conviertan en embajadores de la unidad en Cristo, a pesar de la diversidad cristiana que está siempre presente ante nosotros.”
Los alumnos también compartieron sus reflexiones acerca del curso.
Ghirmaleoul Nemariam de la Iglesia Evangélica Luterana de Eritrea, en Ginebra, compartió cómo se sintió aprender a comunicarse, relacionarse y aprender de otras personas. “Este curso es, y fue, muy importante para mi porque en el mundo en el que vivimos hoy, necesitamos comunicarnos con todos interculturalmente”, dijo Nemariammail. “Una cosa que aprendí de este curso es comunicarme con otras personas. Estoy tomando un buen instrumento para el amor de Dios”.
Agnès Krüzsely, de la Iglesia Protestante en Ginebra, dijo que tomó el curso porque se lo recomendó una persona conocida y también porque el curso le pareció muy interesante dado que se impartió en Francés. “Lo que me llevo después de este curso es el hecho de compartir el amor de Dios así que, continuaré haciendo lo que aprendí del curso y compartiré la experiencia con las personas que me rodean”.
Nathalie Bisa, de la Iglesia Presbiteriana en el Camerún, dijo que el curso le ayudó a aprender de los demás y descubrir un mundo que no conocía antes. “Cada vez que asistí a una sesión, aprendí algo nuevo y lo llevé conmigo después de cada sesión”, dijo. “Me estoy llevando tantas palabras: salvar, compartir, aprender, respetar a los demás y transmitir”.
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Graduates of first course in Intercultural Theology in French Language
Gloria Koymans/WCC