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A refugee family from Ukraine arrives in Romania

A refugee family from Ukraine arrives at the Vama Siret border crossing, Romania. Located north of Siret and further in the south the city of Suceava, the crossing connects Romania with the Ukrainian village of Terebleche and further north the city of Chernivtsi. Following the invasion of Ukraine by Russian military starting on 24 February 2022, more than half a million refugees have fled across the Ukrainian border into Romania.

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“Ves las consecuencias de la guerra que está obligando a millones de personas a abandonar su tierra”, dijo Rudelmar Bueno de Faria, secretario general de ACT Alianza, señalando el elevado riesgo de que sean víctimas de la trata de personas y el trabajo forzoso.

“Los miembros de ACT y los trabajadores de las iglesias nos contaron que la primera ola de refugiados eran principalmente personas con situaciones financieras prósperas y buenas conexiones en Europa”, dijo, mientras que la segunda ola estaba integrada por personas con menos recursos.

“La tercera ola a la que nos enfrentamos ahora es de personas sin recursos”, añadió. “Durante la visita pudimos ver el papel distintivo que las iglesias y las organizaciones religiosas desempeñaron en la respuesta de emergencia hasta ahora”.

La Prof.ª Dra. Isabel Apawo Phiri, secretaria general adjunta del CMI, dijo que el motivo por el que la iglesia puede responder es porque muchas iglesias están bien equipadas estructuralmente para transformar con rapidez la compasión en acciones que satisfacen las necesidades humanas allí donde surgen.

“Cuando estuvimos en Hungría y Rumanía, las iglesias nos contaron que estaban entre las primeras que respondían a la crisis en las fronteras”, dijo. “Para mí, no es tanto porque las iglesias respondan a este problema en particular, es porque ya tienen estructuras en las iglesias para responder a cualquier necesidad humanitaria”.

Esas estructuras han sido utilizadas con un sentido de misión y cuidados por las iglesias que han respondido, por ejemplo, a la COVID-19 y otros desastres, añadió. “Están usando las mismas estructuras para responder ahora a las necesidades humanitarias de los refugiados que salen de Ucrania”.

Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, opinó sobre las grandes dimensiones de esta catástrofe humanitaria. “Creo que las últimas cifras que hemos escuchado de fuentes de la ONU hablan de que cerca de diez millones de personas están desplazadas como consecuencia de este conflicto, tanto refugiados que cruzan las fronteras a otros países como desplazados internos dentro de Ucrania”.

Esas cifras equivalen a una cuarta parte de la población de Ucrania, dijo. “Eso pone realmente en perspectiva las dimensiones de esta crisis”, añadió.

Prove dedicó un momento a celebrar la respuesta de las iglesias locales. “Esta bienvenida, organizada a escala local por las comunidades locales y las iglesias locales, es increíblemente cálida e increíblemente hospitalaria, y eso es mucho que celebrar”, dijo.

Los tres oradores insistieron en la necesidad de ofrecer el mismo nivel de hospitalidad y cuidados a las personas de color y otros que no están recibiendo la misma consideración cuando también ellos huyen de Ucrania.

La rueda de prensa fue moderada por Simon Chambers, director de comunicación de ACT Alianza, y Marianne Ejdersten, directora de comunicación del CMI.