Entrevista
Para comenzar, Chunakara dedica un momento a ofrecer una visión general de la historia de la Comisión y explica cómo esa historia sienta las bases del trabajo actual.
“Una vez más —y desde hace más de una década— el mundo se enfrenta a diferentes tipos de crisis, de modo que nuestra tarea es responder ecuménicamente a algunas de esas situaciones de crisis que se han presentado”, dice.
Señala que la Comisión no solo aborda problemas mundiales que se han intensificado —incluidas muchas situaciones de conflicto en el mundo—, sino también cuestiones relativamente nuevas.
“Uno de los ejemplos de esto son las cuestiones relacionadas con los derechos de las personas apátridas”, afirma. “Hasta el año 2010, el CMI no había abordado la cuestión de la apatridia”.
¿Cuál considera Chunakara que es la principal tarea actual de la Comisión?
“La tarea de la Comisión consiste principalmente en trabajar con las iglesias miembros. Su papel es también participar en la labor de promoción y defensa de causas, especialmente en el ámbito mundial, y hacerlo también a través de los mecanismos de la ONU y otros sistemas u organismos multilaterales que participan en estas medidas de consolidación de la paz”, explica, añadiendo que las voces de las iglesias miembros son de vital importancia en estas cuestiones.
“Para ello, es necesario desarrollar las capacidades de las iglesias miembros”, afirma.
Subraya que esto significa que la Comisión tiene un papel en el desarrollo de las capacidades de las iglesias. “Uno de los principales mandatos de la Comisión como órgano del Consejo Mundial de Iglesias es hablar en nombre del movimiento ecuménico y facilitar un mayor compromiso emitiendo declaraciones para condenar situaciones de este tipo, y también acompañar a las personas y comunidades que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. El papel de la Comisión es, además, poner de relieve algunas de esas cuestiones en el ámbito mundial o regional”, afirma. “Para hacer todas estas cosas, la Comisión tiene que preparar a sus miembros para una participación más amplia en diferentes ámbitos, acompañar a las iglesias y mejorar las capacidades de las iglesias para hacer frente a algunas de estas situaciones de crisis y conflicto, así como para contribuir a iniciar procesos de construcción de la paz como parte del testimonio cristiano y profético de las iglesias”.
Galería fotográfica: Reunión conjunta de tres comisiones del CMI, marzo de 2024
