Con el cierre de la temporada de cosecha de la aceituna, la vida en los territorios ocupados vuelve a la “normalidad”, para los palestinos de las comunidades de la Ribera Occidental. Bajo esa “normalidad”, que implica desplazamientos forzosos y el temor permanente a las amenazas y el acoso, ahora también se perfila en el horizonte la amenazante anexión de grandes extensiones de tierras fértiles, propiedad de agricultores palestinos. Un paso que “socavaría la paz y la justicia, y constituiría una violación directa del derecho internacional”, tal y como lo expresaron el CMI y otras organizaciones ecuménicas en una declaración ecuménica conjunta emitida este año.
10 Diciembre 2020