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Fotografía: Anwar Amro/MECC

Fotografía: Anwar Amro/MECC

En una declaración conjunta, el Consejo Mundial de Iglesias, ACT Alianza y el Consejo de Iglesias del Oriente Medio (MECC) hacen un llamado a atender las necesidades más urgentes tras la catastrófica explosión que desgarró el corazón de Beirut, el 4 de agosto.

“Nos solidarizamos con quienes están de luto, con los heridos, los desplazados y los que sufren”, dice el llamado. “En nombre de la comunidad ecuménica internacional, ACT Alianza lanza un llamado que se enmarca en la respuesta humanitaria internacional a este desastre, al cual nos unimos para pedir a la comunidad internacional un mecanismo humanitario integral de coordinación y colaboración con la sociedad civil libanesa”.

Las tres organizaciones también reconocen y alaban las rápidas y efectivas acciones emprendidas por la sociedad civil libanesa para responder a las necesidades de los afectados y aliviar su sufrimiento. “La respuesta de la sociedad civil al desastre es una señal significativa de esperanza, que impulsa la capacidad de las personas para superar esta gran crisis y restaurar la esperanza que alberga la sociedad en el futuro de la nación”, se lee en el comunicado. “Debe haber una verdadera rendición de cuentas por este desastre, a través de una investigación independiente”.

Las organizaciones instan a la comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas, a velar por que se investiguen y establezcan las causas de este desastre por medio de un proceso independiente creíble, que lleve a los responsables ante la justicia y evite la impunidad.

“Aunque la asistencia humanitaria inmediata es esencial y fundamental, velar por la resiliencia a largo plazo es crucial para que el Líbano se recupere de las múltiples crisis que padece, aunando los componentes humanitario, de desarrollo y de paz y seguridad humana en un enfoque sistémico integral”, afirma el comunicado. “La explosión y sus consecuencias agravan la profunda crisis económica y social preexistente, con el cincuenta por ciento de los libaneses por debajo del umbral de la pobreza y cuatrocientos mil de ellos desplazados".

La declaración insta a un compromiso integral, exhaustivo y sostenido para garantizar un efecto positivo duradero.

“Este es un momento crítico e histórico en la existencia del Líbano, un refugio para la diversidad religiosa y social en Oriente Medio; por lo que nos interesa a todos contribuir a la supervivencia del Líbano y así estamos llamados a hacerlo”, se lee en el comunicado. “Con todas las tragedias y dificultades pasadas y presentes, el Líbano es manifestación y símbolo de la convivencia en la diversidad”.

Lea la declaración completa (disponible en inglés y en árabe)

La solidaridad con las iglesias de Oriente Medio