Como líderes de distintas tradiciones religiosas, compartimos la sólida visión de que es preciso eliminar la pobreza extrema para el año 2030. Por primera vez en la historia de la humanidad, podemos hacer algo más que limitarnos a vislumbrar un mundo sin pobreza: podemos lograr que ese deseo se haga realidad. Para alcanzar este objetivo, será necesario asumir dos compromisos: actuar a partir de las experiencias más representativas de lo que funciona y lo que no, y usar nuestra influencia para instar y retar a otros a que se nos unan en esta causa apremiante, inspirados por nuestros valores espirituales más profundos.
09 April 2015
General Secretary