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La carta dice: “Soy consciente de que no está en su mano ni tiene usted autoridad para detener la guerra ni ejercer influencia en quienes tienen ese poder de decisión, pero los fieles esperan recibir palabras de consuelo de Su Santidad. Creen que una petición y declaración pública suya, como padre espiritual de tantos millones de ortodoxos tanto en Rusia como en Ucrania, podría ayudar en esta situación”.
Esta es la segunda carta del Rev. Prof. Dr. Sauca al patriarca Kirill; en la primera, instó al patriarca a alzar su voz para mediar y ayudar a detener la guerra.
“Los fieles ortodoxos y grecocatólicos de Ucrania, de Rusia y de todo el mundo se preparan para celebrar la fiesta más importante del año, el Día de la Resurrección, al final de esta semana”, escribió el Rev. Prof. Dr. Sauca. “Es bien sabido que este día tiene una resonancia e importancia especiales para el cristianismo oriental”.
La carta del Rev. Prof. Dr. Sauca hizo referencia a los momentos de la historia que nos recuerdan que, incluso en las situaciones más difíciles de persecución, guerras y sufrimiento, nadie pudo impedir que los fieles cantaran y proclamaran con valentía el himno de Pascua que afirma la victoria de la vida sobre la muerte.
“A la luz de estas afirmaciones, que son la base de nuestra propia identidad, y con profundo respeto y amor filial, me he atrevido a dirigirme a usted”, escribió el Rev. Prof. Dr. Sauca. “La gente ha perdido la confianza y la esperanza en los políticos y en una posible negociación pacífica y un alto el fuego”.
El CMI recibe a diario peticiones de los fieles de Rusia y Ucrania, pero también de todo el mundo, para que se ponga en contacto con el patriarca Kirill y le pida que intervenga e interceda por una solución pacífica, por el diálogo en lugar del enfrentamiento, y por el fin de este derramamiento de sangre entre hermanos.
“En estos momentos, nos están llegando noticias preocupantes de que se planea atacar las iglesias durante las celebraciones de la noche de Pascua y sembrar aún más terror, miedo, acusaciones mutuas y demonización”, prosiguió. “Desde el inicio de los enfrentamientos, hemos seguido pidiendo a los dirigentes políticos un alto el fuego y el retorno a la mesa de diálogo, sin resultado”.
El Rev. Prof. Dr. Sauca señala que, en lugar de eso, la guerra se ha intensificado, e insta al patriarca Kirill a intervenir para “darles a los soldados y a los civiles aterrorizados la oportunidad de abrazarse e intercambiar saludos pascuales, y para que, por un momento, dejen de escucharse las bombas y los misiles y, en su lugar, se pueda escuchar el sonido triunfante de las campanas de las iglesias y de los cánticos de alegría de los fieles”.
