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Refugiados de Ucrania suben a un autobús que va del paso fronterizo de Vama Siret, en Rumanía, a Suceava. El paso fronterizo de Vama Siret conecta el noreste de Rumanía con Ucrania. Ubicado al norte de Siret y al sur de la ciudad de Suceava, el paso enlaza Rumanía con el pueblo ucraniano de Terebleche y más hacia el norte con la ciudad de Chernivtsi.

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Entre los participantes en la consulta, cabe destacar la presencia de altos representantes de las iglesias miembros del CMI de diversos países europeos vecinos de Ucrania directamente afectados por el conflicto actual. “Lamentamos que los representantes de Rusia y Ucrania no pudieran viajar para reunirse con nosotros en esta consulta, si bien habían aceptado la invitación a participar”, afirmó el secretario general en funciones del CMI, Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, organizador de la reunión. “Esta es una de las varias mesas redondas que se convocarán”.

El objetivo de esta reunión era consultar, compartir perspectivas sobre el conflicto y sus causas, y discernir posibles caminos para que las iglesias trabajen juntas por la paz en un contexto de guerra.

“Denunciamos la ofensiva militar lanzada por los dirigentes de la Federación Rusa contra el pueblo de la nación soberana de Ucrania”, dice el mensaje. “Afirmamos el derecho del pueblo de Ucrania a defenderse contra esta agresión”.

El mensaje también expresa dolor por todas las preciosas vidas que se han perdido.

“Ensalzamos la atención y el apoyo compasivos brindados a los refugiados ucranianos por las autoridades, las comunidades locales, las iglesias y las organizaciones afines a ellas en los países vecinos y otros países, como un ejemplo de la atención y el apoyo que todos los refugiados que huyen de cualquier amenaza a la vida y la dignidad deberían recibir”, señala el mensaje. “Nos sumamos a quienes piden un alto el fuego en Ucrania, la apertura de corredores humanitarios que sean respetados, y la celebración de negociaciones continuas para lograr una paz justa y segura que permita poner fin a este sufrimiento”.

El mensaje también insta al reconocimiento, el respeto y la protección de la dignidad humana dada por Dios a todos los seres humanos puesta en peligro por este o cualquier otro conflicto armado.

“Todos los responsables de violaciones de las leyes aplicables y de crímenes de lesa humanidad deben responder plenamente de sus actos”, dice el mensaje. “Más allá de la cuestión de las fronteras de Ucrania y de la nueva diáspora de personas desplazadas que sufren, nos preocupan enormemente las incluso mayores consecuencias a largo plazo de esta agresión injustificada”.

El mensaje hace asimismo referencia a las repercusiones más amplias en todo el mundo, incluida la escasez de alimentos, mientras persista el conflicto.

“Compartimos la firme convicción de que, desde nuestros principios cristianos más fundamentales, no hay ninguna forma legítima de justificar o tolerar esta agresión armada y sus terribles consecuencias”, se indica en el mensaje. “Plenamente conscientes de los graves riesgos de una mayor escalada de la violencia en Ucrania, de un conflicto más amplio y aún más destructivo, y de la abominable amenaza de las armas de destrucción masiva, instamos a la diplomacia en vez de a las amenazas, al diálogo en vez de a la confrontación y la exclusión, a la verdad en vez de a la desinformación, y a que se escuche la voz de la conciencia, inspirada por la voluntad divina para todo el pueblo de Dios y la creación única de Dios”.

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roundtable on Ukraine, March 2022

Altos representantes de las iglesias miembros del CMI de diversos países europeos vecinos de Ucrania directamente afectados por el conflicto actual participaron en la mesa redonda ecuménica del CMI sobre la situación en Ucrania, celebrada el 30 de marzo en el Instituto Ecuménico de Bossey (Suiza).

 

 

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El mensaje concluye afirmando: “Como dirigentes de comunidades cristianas afectadas por este conflicto y sus consecuencias, y conscientes de que iglesias hermanas tienen perspectivas divergentes sobre las causas de las hostilidades, subrayamos la importancia del CMI como el principal instrumento del movimiento ecuménico para compartir los puntos de vista discrepantes, lidiar con nuestras diferencias, y buscar la reconciliación y la unidad de palabra y obra a las que nos llama nuestra fe. Nos unimos en ferviente oración para pedir por la paz en Ucrania, en Europa y en todo el mundo, por la transformación de los corazones y las mentes actualmente obsesionados con la confrontación y la violencia, y por un cambio de rumbo hacia el camino de la paz adonde nos conduce nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.

El mensaje también afirma el papel del Consejo Mundial de Iglesias como plataforma para el diálogo ecuménico. “Reconocemos el llamado de las iglesias y el movimiento ecuménico a ser pacificadores y comprometernos mutuamente a continuar reuniéndonos y trabajando juntos por la justicia y la paz, contando con los buenos oficios del CMI para seguir convocándonos y posibilitando nuestro propósito”, reza la conclusión. “Pedimos al secretario general en funciones del CMI que vuelva a invitar a las iglesias miembros del CMI de Rusia y Ucrania a reunirse con nosotros en torno a una nueva mesa redonda lo antes posible”.

Leer el mensaje completo de la mesa redonda del CMI sobre Ucrania (en inglés)

La respuesta de la iglesia a los refugiados: “Veo la imagen de Dios en ustedes” (comunicado de prensa del CMI, 24 de marzo de 2022)