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U. Bejick, I. Bayer, B. Fuhrmann, A. Ruth-Klumbies, A. Schweizer, B. Weber y el obispo J. Cornelius-Bundschuh. Foto: Iglesia Protestante de Baden

U. Bejick, I. Bayer, B. Fuhrmann, A. Ruth-Klumbies, A. Schweizer, B. Weber y el obispo J. Cornelius-Bundschuh. Foto: Iglesia Protestante de Baden

La Iglesia Protestante de Baden, cuya región acogerá la XI Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en 2021, se ha unido a la campaña Jueves de negro con una oración y el desafío de expresar su solidaridad con las víctimas del abuso de poder.

Casi sesenta personas se reunieron el 19 de marzo en la oficina central en Karlsruhe para participar en un servicio de oración durante el cual se abordó la violencia sexual y se lanzó la campaña.

“Para las mujeres de nuestra iglesia, la idea de la campaña es una cuestión que es importante siempre, y que en este momento encaja con el tema del Domingo de las Mujeres Eres hermosa”, explica la pastora Andrea Schweizer del Departamento de Misión y Ecumenismo de la Iglesia Protestante de Baden.

Durante el servicio, Schweizer presentó la historia de José y la mujer de Potifar del libro del Génesis, basándose en el trabajo de Rima Nasrallah, una teóloga libanesa.

En esta historia, una mujer poderosa acosa al joven esclavo José y, ante la resistencia que este opone a sus peticiones, acaba por acusarlo.

“Se trata de una historia de abuso”, dice Schweizer, “que para nosotros resulta impactante porque nuestras experiencias nos dicen que José, a pesar de ser un hombre joven, representa a incontables mujeres en nuestro mundo” que sufren acoso por parte de su poderoso jefe que luego, muchas veces, “juega el papel de la víctima, mientras la víctima verdadera pierde su trabajo, su reputación e incluso toda perspectiva de futuro”.

Schweizer observó que José no podía defenderse porque era un esclavo y un extranjero, y nadie le hubiera creído.

“Nuestro origen étnico, nuestro estatus social, pueden impedirnos hablar porque sabemos que los perpetradores utilizan nuestro contexto para desacreditarnos”, señaló. “En una red de hermanas y hermanos permanecemos unidos en solidaridad”.

Anke Ruth-Klumbies, responsable del Departamento de Mujeres, Hombres y Diálogo de Género, presentó la campaña del CMI contra la violencia de género e invitó a todos los presentes a participar.

El obispo Jochen Cornelius-Bundschuh fue quien anunció el apoyo de la Iglesia Protestante de Baden a Jueves de negro.

“En nuestra casa, que cuenta con unos 450 empleados, todo el mundo está invitado a unirse a la campaña y a vestir de negro los jueves”.

Asimismo, Schweizer, durante el servicio, alentó a que, tal como podemos leer en Romanos 12, “el amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndose a lo bueno: amándose los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndose los unos a los otros”.

“Que Dios nos ayude en nuestra búsqueda de este objetivo”, dijo para concluir.

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