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22 de junio de 2023, Ginebra (Suiza): La vicemoderadora del Comité Central del CMI, la Rev. Merlyn Hyde-Riley, habla durante una reunión de mujeres en el Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, reunido en Ginebra del 21 al 27 de junio de 2023 para su primera reunión plenaria, tras la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe en 2022.

22 de junio de 2023, Ginebra (Suiza): La vicemoderadora del Comité Central del CMI, la Rev. Merlyn Hyde-Riley, habla durante una reunión de mujeres en el Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, reunido en Ginebra del 21 al 27 de junio de 2023 para su primera reunión plenaria, tras la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe en 2022.

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¿Qué la impulsó a convertirse en embajadora de los Jueves de negro?

Rev. Merlyn Hyde Riley: Estoy muy orgullosa de ser embajadora de la lucha contra la violencia de género. La violencia de género me parece extremadamente preocupante porque está tan extendida y es tan destructiva.

Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su lugar de origen, raza, sexo, religión o condición social; es decir, cualquier persona puede ser víctima de la violencia de género. Y reconocemos que tiene enormes efectos sobre muchas personas de todo mundo, especialmente sobre las mujeres y las niñas.

La violencia de género niega la dignidad humana y menoscaba nuestra humanidad; y no podemos tolerar ninguna acción que nos prive de nuestra dignidad y nuestra humanidad. Afecta tanto a la salud física como psíquica de las víctimas; son tantas las personas que están completamente hundidas y destrozadas a causa de la violencia que se las ha infligido. La violencia también incide sobre el rendimiento; sus víctimas a menudo deben retirarse de la vida laboral y tienen dificultades para concentrarse debido al daño emocional, psíquico y físico sufrido.

Reconocemos asimismo que la violencia de género también restringe las posibilidades de elegir: las personas afectadas se encuentran a veces en situaciones que no les permiten tomar decisiones básicas de un ser humano; y, tristemente, estas situaciones están a menudo envueltas en un halo de secretismo, ya que, si las víctimas se revelan, se convierten en víctimas por partida doble.

¿Cómo se puede superar la violencia de género?

Rev. Merlyn Hyde Riley: Superar la violencia de género requiere la participación de todos nosotros. Debemos analizar la forma en que entendemos y utilizamos el poder, porque con mucha frecuencia lo vemos como “ejercer poder sobre alguien”; y ejercemos poder sobre los demás de formas muy destructivas. Creo que también tenemos que reconocer que la violencia de género se ha convertido en una realidad estructural, por lo que debemos reexaminar las instituciones que justifican y afianzan activamente este tipo de comportamientos.

También debemos prestar atención a la cultura del silencio: la violencia de género no es un asunto privado ni personal, pero muchas veces nuestra actitud da la impresión de que sí lo es; y, por ello, con demasiada frecuencia las personas sienten la necesidad de mantener silenciada una situación de violencia de género, porque suelen sentir que no recibirán el apoyo que necesitan si rompen su silencio.

También es necesario que emprendamos mayores acciones de sensibilización. Tenemos que unirnos en mayor número para decir “basta ya”, y también tenemos que crear más espacios seguros para las personas, para que dispongan de un foro en el que puedan hablar de lo que les afecta, y simplemente ser, estar y llegar a ser quienes son. También diría que más personas deben imitar el amor y el ejemplo de Jesucristo, encarnarlo en todo lo que somos y hacemos. Creo que eso nos ayudaría mucho a erradicar este gravísimo problema.

¿Cómo pueden los Jueves de negro ser parte de la solución?

Rev. Merlyn Hyde Riley: En mi opinión, la campaña de los Jueves de negro tiene un gran potencial de ofrecer una solución a este problema. Para empezar, podemos concientizar a más personas. Podemos contribuir a educar a la población. Con esta misma entrevista espero crear mayor conciencia sobre el problema. Tenemos la capacidad de dar visibilidad a este problema para que cada vez más y más personas se convenzan de que la violencia de género no es un asunto privado; y creo que no podemos subestimar la capacidad de la sensibilización colectiva a escala mundial. Cuando muchas personas de distintas partes del mundo se unen para decir “basta ya” y rechazar la violencia de género las repercusiones son importantes. Por ello estoy convencida de que esta campaña tiene un enorme potencial para cambiar el statu quo y mejorar las vidas de tantas víctimas.

Como embajadora de los Jueves de negro, espero poder ayudar a concientizar sobre estos problemas, inspirar la resistencia contra la violencia de género y fomentar una acción positiva que sea transformadora, una acción que sea liberadora y que, en última instancia, sirva para reducir la práctica de la violencia de género y acabar con ella. Creo que tenemos la esperanza de que, como resultado de nuestro esfuerzo colectivo, llegará un día en que la violencia de género deje de existir. Así que, por favor, únanse a la campaña para cambiar actitudes y prácticas y lograr que todas las personas en todos los lugares se sientan seguras y respetadas. Nos gustaría que todas las personas, pertenezcan o no a nuestras iglesias, dieran el paso de unirse a esta campaña.

Más información sobre la campaña de los Jueves de negro

Una comunidad justa de mujeres y hombres