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Berit Hagen Agoey, Angelique Walker-Smith, Mary Anne Plaatjies van Huffel. Fotografía: Marcelo Schneider/CMI

Berit Hagen Agoey, Angelique Walker-Smith, Mary Anne Plaatjies van Huffel. Fotografía: Marcelo Schneider/CMI

por Kristine Greenaway e Ingeborg Dybvig

Las historias de mujeres en cargos eclesiásticos directivos son cruciales para formar una nueva generación de dirigentes de sexo femenino en toda África, dicen las oradoras del acto del Consejo Mundial de Iglesias.

El mensaje es claro. Las historias de mujeres de origen africano que han servido en el movimiento eclesiástico mundial pueden enriquecer la educación teológica y animar a las mujeres a prepararse para el liderazgo a escala mundial.

En una reunión de primera hora celebrada hoy en Trondheim (Noruega), algunas teólogas responsables de cargos directivos en sus respectivas iglesias se refirieron al peso de las historias para dotar a las estudiantes de teología y mujeres seglares de toda el África de la capacidad para defender los derechos de las mujeres, los hombres y los niños.

La Red Panafricana para el Empoderamiento Ecuménico de la Mujer (PAWEEN) patrocinó el evento, celebrado en el marco de la reunión del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) que está llevándose a cabo en esta ciudad debido a su historia de acoger a los peregrinos.

La coordinadora de PAWEEN, Angelique Walker-Smith, dijo a los participantes que la decisión de vincular la red con el programa de formación teológica ecuménica del CMI era deliberada. “Queremos reunir nuestras experiencias, y también hacerlas oír en la sección de educación teológica del Consejo.”

Al dar la bienvenida a las tres oradoras invitadas, Berit Hagen Agøy, de la Iglesia de Noruega, señaló: “El interés en compartir experiencias nos recuerda la sólida tradición noruega del intercambio de experiencias entre los peregrinos. Caminaban y luego se sentaban a relatar su historia. Del mismo modo, nosotras hemos de aprender de la experiencia de las demás narrando experiencias de otros países e iglesias.”

Todas las oradoras son pioneras, y sus historias forman parte de la historia de la iglesia. Mary Anne Plaatjies van Huffel es la primera mujer ordenada pastor en la Iglesia Reformada Holandesa de Sudáfrica. Helga Haugland Byfuglien es la primera obispa presidenta de la Iglesia de Noruega, y Walker-Smith es la primera afroamericana en graduarse en el programa de doctorado en el ministerio pastoral del Seminario Teológico de Princeton.

Plaatjies van Huffel, profesora de teología en la Universidad de Stellenbosch de Sudáfrica, reconoce la importancia de la educación teológica formal, pero desea también ampliar la discusión para incluir la reflexión sobre la preparación de las mujeres laicas para ocupar cargos de responsabilidad.

“Me pregunto cómo perciben sus posibilidades las mujeres y las niñas corrientes de las congregaciones africanas en un mundo en el que la dirigencia en gran medida está poblada de varones. Falta información y faltan oportunidades para quienes buscan educación teológica pero que no necesariamente desean la ordenación. Creo que podemos utilizar los hermosos relatos de la Biblia para presentar fuertes modelos de conducta y buenos ejemplos. En el círculo de narración de experiencias deberíamos incluir a todas las razas y clases”, señaló.

En la Iglesia de Noruega, muchas mujeres ocupan cargos eclesiásticos jerárquicos, dijo Haugland Byfuglien ante la reunión. En la actualidad, el 30 por ciento de los pastores ordenados en la Iglesia de Noruega y cuatro de los 12 obispos son mujeres, al igual que en el caso de la  responsable electa del Consejo de Relaciones Ecuménicas e Internacionales y la secretaria general de la Sociedad Bíblica.

“Ello refleja la evolución de la igualdad de género en nuestro rincón del mundo. Con todo, fue precedido de debates, y en cierta medida también dividió a la iglesia. Todavía tenemos grupos seglares más reducidos que no celebran el liderazgo femenino”, señala la obispa.

La situación es aún más difícil cuando Haugland Byfuglien viaja a reunirse con otras iglesias. “Hay iglesias que no están habituadas a las mujeres ordenadas. En ocasiones, se producen situaciones complejas. He sido desatendida e ignorada, y no puede afirmarse que sea una experiencia gratificante. Es tentador no entrar a hacer comentarios sobre ello, pero creo que cuando ocurre hay que tratarlo. Si no lo hacemos, quienes vienen detrás no lo tendrán más fácil”, dijo la obispa.

Reconociendo la situación privilegiada de la Iglesia de Noruega en relación con el derecho de las mujeres a ocupar cargos de responsabilidad, Haugland Byfuglien indica: “Nuestra situación nos obliga a compartir nuestras experiencias y ayudar a nuestras hermanas de otras iglesias. Podemos ayudar hablando del derecho de que gozamos a sentarnos a la mesa y ser visibles.”

Sin embargo, la obispa opina que abrir la vía para que las mujeres accedan a cargos de poder en la iglesia no es trabajo de las mujeres exclusivamente. “Debemos admitir que para hacer llegar el mensaje dependemos de nuestro trabajo conjunto con los hombres. Si no, podremos sentarnos en conferencias, reuniones y colaboraciones con mujeres, pero nada ocurrirá. Tenemos que actuar con sabiduría, inteligencia y estratégicamente para tener redes también con hombres.”

Walker-Smith es de la misma opinión. “Así trabajamos al crear PAWEEN en Washington DC, y por supuesto, en el mundo académica siempre hemos tenido que trabajar en estrecha colaboración con los varones, pues han sido ellos los que gozaron de la ventaja y el privilegio en los ámbitos de la educación teológica.”

Plaatjies van Huffel añade una nota de advertencia. “También tenemos que recordar que todavía hay mujeres víctimas de la exclusión. Por lo tanto, tenemos que ocuparnos de las estructuras en las que trabajamos. El techo de cristal existe. Hemos de emprender caminos nuevos, y buscar la mejor manera de crear una nueva cultura dentro de nuestras iglesias”, dice.

Dato sobre PAWEEN:

La Red Panafricana para el Empoderamiento Ecuménico de la Mujer (PAWEEN) fue creada en 2015 con la intención de establecer una cadena dinámica de apoyo y empoderamiento entre las mujeres de origen africano, como contribución a la peregrinación de justicia y paz, del Consejo Mundial de Iglesias.

Más información en:

Red Panafricana para el Empoderamiento Ecuménico de la Mujer (PAWEEN)

Comité Central del CMI