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En un diálogo informal, los líderes religiosos se reunieron con representantes de los gobiernos, de la sociedad civil, del mundo académico y de las Naciones Unidas para hablar sobre la adaptación de la financiación y sobre las pérdidas y daños relacionados con el cambio climático.
En otras palabras, “la casa está en llamas”, dijo el Dr. Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo, quien instó a la gente a entender el cambio climático como una emergencia, no como una lenta desgracia. “Estos ya no son efectos producidos por la voluntad divina, sino que han sido provocados por la acción humana”, dijo. “Algo va mal. Una emergencia significa que la casa está en llamas; significa que tenemos que resolver el problema ahora mismo”.
El diálogo, que tuvo lugar el 24 de septiembre en la Iglesia del Pacto, en la ciudad de Nueva York, fue organizado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), ACT Alianza, Pan para el Mundo, el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania y el Gobierno de Uganda.
Al inicio de su intervención, Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, secundó el llamado de emergencia de Huq afirmando que la amenaza del cambio climático es tan grave que nada que no sea una acción urgente y decisiva servirá. “En los últimos meses, un creciente movimiento mundial de niños y jóvenes nos ha interpelado, con razón; porque les hemos fallado”, dijo Prove. “El enfoque del CMI en lo relativo al cambio climático y la protección del medio ambiente se basa en el principio fundamental de la justicia. Las personas y comunidades más vulnerables deben recibir protección y apoyo”.
Unidos por el cambio
La Dra. Azza Karam, asesora principal en materia de desarrollo social y cultural del Fondo de Población de las Naciones Unidas, moderó el diálogo. “Han escuchado ustedes algunos llamados a la acción muy alentadores”, dijo la Dra. Karam. “Desde el fondo del corazón, ruego que la próxima reunión de este tipo incluya a más personas de otras religiones, para que así este diálogo vaya más allá de lo ecuménico, y adquiera una dimensión multirreligiosa”.
La Dra. Karam ha sido elegida nueva secretaria general de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz.
Mark MacDonald, arzobispo de la Iglesia Nacional Anglicana Indígena de Canadá y presidente del CMI para América del Norte, habló de cómo la gente ha olvidado lo que su tierra significa para ellos. “Cada uno de nosotros pronto comprenderá cuánto necesitamos a la Madre Tierra y cuánto nos necesitamos unos a otros”, dijo. “Tengo un mensaje muy simple: no hay un futuro viable para este planeta sin que se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas”.
El Rev. Douglas Leonard, representante del CMI ante las Naciones Unidas, describió la función de convocación del CMI como facilitador de un diálogo que conduzca a acciones que ayuden a las personas con necesidades extremas, en particular a las más afectadas por el cambio climático. “Cualesquiera que sean los resultados de este diálogo, vamos a incluirlos en nuestra estrategia de sensibilización internacional, por lo que los traeremos aquí, al sistema de las Naciones Unidas”, explicó Leonard.
‘¿Qué necesitamos?’
En este momento, el mundo carece de estrategias de mitigación de desastres, señaló Ingrid-Gabriela Hoven, directora general de asuntos globales: políticas y programas sectoriales del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania.
“¿Qué se necesita para establecer un sistema financiero que responda a los desafíos que tenemos ante nosotros?”, planteó; “si no movilizamos más recursos, ¿cómo vamos a cubrir las necesidades adicionales de las que estamos hablando?”
Al estar aumentando tanto la frecuencia como la intensidad de las sequías, los ciclones y otros desastres, las personas están perdiendo rápidamente sus tierras y sus medios de vida, reflexionó el secretario general de ACT, Rudelmar Bueno de Faria.
“Las causas y los efectos pueden evitarse si existen medidas adecuadas para la reducción de riesgos de desastre”, dijo de Faria. “Lo que esperamos, como comunidades religiosas, es intercambiar ideas que nos permitan desbloquear la situación y lograr un nuevo apoyo financiero adicional”.
Birgitte Qvist-Sørensen, secretaria general de DanChurch Aid y moderadora de ACT Alianza, agregó que las comunidades religiosas también tienen el papel de dar esperanza. “Es hora de asegurarse de que estas promesas se conviertan en acciones”, dijo. “Para que eso suceda, debemos movilizar fondos y apoyo”.
Chebet Maikut, comisionado del Departamento del Cambio Climático del Ministerio de Agua y Medio Ambiente de Uganda, dijo que los eventos climáticos extremos han llevado a la pérdida de vidas, dificultades económicas y al desplazamiento de personas en Uganda. “Necesitamos acciones concretas”, dijo. “Tenemos muchas buenas ideas para influir en la toma de decisiones internacionales. Se requiere un proceso, y ahí es donde nuestros asociados internacionales pueden ayudar”.
La Rev. Dra. Cornelia Füllkrug-Weitzel, presidenta de Pan para el Mundo, dijo que, incluso si el cambio climático se desacelera, las pérdidas y los daños continuarán ocurriendo. “Es una cuestión de injusticia climática continua causada por la ignorancia, la irresponsabilidad y la avaricia”, dijo. “Las personas afectadas deben estar en el centro de todas las decisiones”.
“Emergencia climática: los grupos religiosos se comprometen a intensificar la voz profética”, comunicado de prensa del CMI del 25 de septiembre de 2019
“Al iniciarse la Cumbre sobre el Clima, las iglesias piden acción inmediata”, comunicado de prensa del CMI del 23 de septiembre de 2019
“¿Me amas?” Es una pregunta relacionada con el calentamiento global, comunicado de prensa del CMI del 22 de septiembre de 2019
“El CMI se une a la multitud de jóvenes en la huelga mundial por el clima”, comunicado de prensa del CMI, del 21 de septiembre de 2019
Más información sobre la labor del CMI para el cuidado de la Creación y la justicia climática
