En su sermón en la Iglesia de la Trinidad, en Oslo el 9 de diciembre, el secretario general del CMI reflexionó sobre los pacificadores: los que crean confianza y fomentan buenas relaciones; los que intentan sacar lo mejor de nosotros; los que tratan de resolver los conflictos.
Ante la situación de continua tensión y conflicto en la península de Corea que amenaza la paz y la seguridad del pueblo coreano, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) llamó a sus iglesias miembros a participar en la campaña “Una luz de paz” durante el Adviento.
Al tiempo que celebra las nuevas medidas adoptadas para la eliminación de las armas nucleares a nivel mundial, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias también teme que el ciclo de confrontación en la península de Corea pueda convertirse en una guerra nuclear.
Tras una semana de negociaciones en la cumbre del clima de la ONU que se celebra en Bonn (Alemania), el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Federación Luterana Mundial (FLM) y ACT Alianza –que juntos representan a más de quinientos millones de cristianos en todo el mundo– manifestaron su preocupación por el lento progreso que los gobiernos han logrado hasta ahora.
El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, intervino el 7 de noviembre en un simposio de la Liga Musulmana Mundial, en Ginebra, titulado “El papel de las religiones en la consolidación de la paz mundial”.
“El mundo debe escuchar al pueblo de Corea: no quiere guerra, quiere paz”. Así lo expresó el Rev. Frank Chikane, moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, reflejando la opinión de varias docenas de personas de todo el mundo que asistieron, el 5 de octubre, a una videoconferencia sobre la crisis de Corea.
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) felicitó a su asociada, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), por haber recibido el premio Nobel de la Paz el 6 de octubre.
Este profesor de Sociología de 78 años, nombrado recientemente presidente de la Cruz Roja Coreana (del Sur), tuvo su primer contacto con el Norte dividido mientras trabajaba en el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en Ginebra, donde sirvió más de diecisiete años hasta 1999.
La Iglesia Ortodoxa de Albania celebró el 2 de agosto con una liturgia divina festiva el 25º aniversario de la elección y nombramiento del arzobispo Anastasios como dirigente de la iglesia.
En vista de que los recientes progresos en el desarrollo de las armas nucleares y el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte pueden llevar al mundo al borde de una guerra, las iglesias de todo el mundo llaman al diálogo bilateral y expresan su compromiso con la paz y la resolución no violenta de los conflictos.
Un nuevo tratado para prohibir las armas nucleares, cuyo texto ha sido negociado y aprobado por la gran mayoría de los Gobiernos, ofrece motivos de esperanza al mundo en el 72 aniversario de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
El 13 de agosto, iglesias de todo el mundo están invitadas a mostrar su solidaridad con las iglesias coreanas uniéndose al “Domingo de oración por la reunificación pacífica de la península coreana”.
En un emotivo culto celebrado el 8 de julio en la Iglesia Betania de Leipzig (Alemania), un pastor de Corea del Norte y un pastor de Corea del Sur presidieron conjuntamente la sagrada comunión, poniendo fin a una reunión que subrayó la necesidad de formular respuestas ecuménicas urgentes ante la peligrosa escalada de las tensiones en la península de Corea.
Al término de un foro para la paz en la península de Corea convocado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), los participantes, venidos de todo el mundo en representación de muchas iglesias, se comprometieron a trabajar juntos para acompañar a los cristianos de Corea del Norte y del Sur en sus esfuerzos por la paz, la reconciliación y el desarrollo.
El viernes por la tarde, cuando los líderes de los Estados del G20 se reúnan en Hamburgo para debatir asuntos económicos, sociales, medioambientales y políticos mundiales, las iglesias de Alemania invitan a los habitantes de Alemania y del mundo entero a una oración común por la paz.
“Ante el aumento de la confrontación y el mayor riesgo de un conflicto catastrófico” en la península de Corea, el Consejo Mundial de Iglesias ha insistido en que “se necesita urgentemente un cambio de paradigma en los enfoques para resolver los desafíos geopolíticos de la región”.
La justicia climática no es una política que cualquier presidente pueda desechar sin más, es una decisión moral que afecta al bienestar de millones de personas y de las generaciones futuras de todo el mundo.
La moderadora del Comité Central del CMI, Agnes Abuom, declaró en una reunión celebrada en Berlín con el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, que las políticas extranjeras de los gobiernos necesitan un cambio para enfocarse en cuestiones tales como las desigualdades generalizadas que se derivan en conflictos en muchos lugares del mundo.
La protección de la libertad y la dignidad humanas que ofrecen las comunidades religiosas es una contribución fundamental a la consolidación de la paz, declaró Su Toda Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, en su intervención durante la Conferencia Internacional de la Paz de Al-Azhar, celebrada los días 27 y 28 de abril en Egipto.
“¿Qué papel tienen las iglesias en la construcción de la paz? ¿De qué manera están participando en realidad? ¿Cuáles son los desafíos ecuménicos, y sobre todo, cuáles son las oportunidades ecuménicas que surgen de los esfuerzos conjuntos encaminados a consolidar la paz?”. Estas fueron algunas de las preguntas sobre la mesa cuando la ejecutiva del Grupo Mixto de Trabajo (GMT) entre la Iglesia Católica Romana y el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se reunió en Dublín (Irlanda) del 24 al 26 de abril.