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Representantes de las iglesias miembros del CMI hacen sonar una campana en Imjingak, cerca de la frontera entre Corea del Sur y del Norte, durante la X Asamblea del CMI celebrada en Busan. Foto: Joanna Linden-Montes/CMI

Representantes de las iglesias miembros del CMI hacen sonar una campana en Imjingak, cerca de la frontera entre Corea del Sur y del Norte, durante la X Asamblea del CMI celebrada en Busan. Foto: Joanna Linden-Montes/CMI

En vista de que los recientes progresos en el desarrollo de las armas nucleares y el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte pueden llevar al mundo al borde de una guerra, las iglesias de todo el mundo llaman al diálogo bilateral y expresan su compromiso con la paz y la resolución no violenta de los conflictos.

El Consejo Nacional de Iglesias en los EE. UU. (NCCCUSA, por sus siglas en inglés) pide el cese inmediato de la retórica y los actos hostiles entre los dirigentes de Corea del Norte y Estados Unidos. En una declaración del 10 de agosto, el NCCUSA dice que se deben adoptar medidas inmediatamente para excluir la posibilidad de una guerra nuclear catastrófica.

“El aumento de la tensión, así como la retórica y las acciones desestabilizadoras por ambas partes, aumentan la probabilidad de una guerra de este tipo. Los recientes comentarios de los dirigentes de Estados Unidos y Corea del Norte amenazando con actos hostiles son más que alarmantes, y solo sirven para llevar a nuestros países, y al mundo, al borde de una guerra”, afirma el NCCCUSA, exhortando a ambos líderes a bajar el tono de su “retórica incendiaria con la que, de forma similar, se provocan mutuamente”.

“De hecho, pasar de la retórica a la realidad significaría, sencillamente, un espeluznante intercambio de armas nucleares. Esto no solo supondría una amenaza para la población civil, los soldados y los territorios estadounidenses y norcoreanos, sino que una guerra nuclear y convencional sería un completo desastre para las poblaciones de Corea del Sur, Japón y otros países de Asia y del Pacífico”.

Por lo tanto, es esencial entablar un diálogo bilateral, no recurrir a un lenguaje agresivo y buscar los caminos de la paz, afirma la declaración del NCCCUSA. “Seguiremos exhortando a nuestro Gobierno a suavizar su retórica y a optar por la diplomacia y la colaboración con diversos interlocutores, gubernamentales y no gubernamentales, que están dispuestos a prestar apoyo tanto a Estados Unidos como a Corea del Norte para rebajar la tensión”.

Renke Brahms, encargado de las cuestiones relativas a la paz de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), señaló que las imágenes bélicas contenidas en las declaraciones del presidente estadounidense desencadenan una dinámica propia que es difícil detener. “Las situaciones complejas no pueden resolverse con tuits o hablando con la prensa mientras se está de vacaciones”. Brahms dijo a la agencia de noticias EPD que “la región del Pacífico, cargada de armas, es como un polvorín y que es irresponsable desplegar una retórica incendiaria en sus inmediaciones”, e instó a frenar la escalada verbal y diplomática.

El arzobispo Silvano Tomasi, asesor del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y antiguo representante diplomático del Vaticano ante las Naciones Unidas, llamó al diálogo y a unas negociaciones inclusivas para resolver la crisis actual entre Estados Unidos y Corea del Norte. Tomasi dijo a Radio Vaticano que este tipo de crisis solo puede evitarse invirtiendo en la prevención de los conflictos, en vez de en la tecnología militar.

La crisis actual muestra que las relaciones internacionales pueden romperse fácilmente cuando existe la determinación de violar las normas mínimas de sentido común al tratar con los demás, según sostuvo el prelado. El arzobispo hizo referencia al papa Francisco que insiste a menudo en que el camino a seguir es el del diálogo, incluyendo a todo el mundo en las negociaciones, para buscar el bien común.

“El camino del conflicto es siempre un camino equivocado”, advirtió Tomasi, por lo que “necesitamos invertir tiempo, energía, dinero y recursos para evitar llegar a estos límites extremos de crisis”. Es crucial ayudar a las sociedades a mejorar la calidad de vida de sus poblaciones “en vez de construir muros y crear inseguridad”, añadió. Pero para ello, hemos de cambiar la cultura pública e insistió en que “el camino a seguir no consiste en tener la última tecnología militar, sino en adoptar un enfoque basado en la inclusión y la participación” a la hora de construir el bien común de la familia humana a escala mundial.

Es importante que la iglesia mundial desempeñe un papel que propicie la reciprocidad y la cooperación en la búsqueda de la paz entre Corea del Norte y del Sur, según dijo Christine Elliott, directora de los programas eclesiales mundiales de las Iglesias Unidas en Gran Bretaña e Irlanda (CTBI, por sus siglas en inglés).

La actual escalada de la retórica de guerra por parte de Corea del Norte y Estados Unidos y los acontecimientos relativos a los nuevos misiles balísticos son muy preocupantes, y existe una ansiedad considerable ante la perspectiva de que solo hace falta una declaración imprudente para que aumente la tensión y la situación quede completamente fuera de control.

“A la sombra de todo esto, el Foro Ecuménico para Corea sigue apostando por la paz. Es importante que el papel que las iglesias desempeñan a escala mundial propicie la reciprocidad y la cooperación”, afirmó Elliott.

En una reunión sobre la paz que tuvo lugar recientemente en Leipzig, los norcoreanos instaron a las iglesias a pedir el levantamiento de las sanciones impuestas a Corea del Norte, explicó. “Alegan que han tenido un efecto profundamente negativo en la labor por la paz y que además los principales afectados son los más pobres de los pobres”.

“Es en momentos como estos cuando debemos aunarnos y hacer un llamamiento para que antes de recurrir a la acción militar se agoten todos los medios diplomáticos”, dijo la Rev. Dra. Susan Henry-Crowe de la Iglesia Metodista Unida de los Estados Unidos. Para la IMU, la guerra es “incompatible con las enseñanzas y el ejemplo de Cristo” por lo que “insiste en que la primera obligación moral de todas las naciones es trabajar juntas para resolver por medios pacíficos toda disputa que surja entre ellas”.

En estos tiempos de intensificación de las tensiones en torno a la península de Corea, la Iglesia Unida del Canadá se suma a sus asociados mundiales en sus llamamientos al diálogo a fin de reducir las tensiones y redoblar los esfuerzos internacionales destinados a promover la paz y la reconciliación.

“La Iglesia Unida del Canadá mantiene relaciones misioneras con Corea desde hace mucho tiempo, más de cien años”, dijo Patti Talbot, responsable de la colaboración eclesial de la Iglesia Unida del Canadá en Asia Nororiental. “Cuando la paz se ve amenazada, los cristianos y creyentes de otras religiones deben estar presentes y actuar”. La Iglesia Unida del Canadá destaca el valiente testimonio de su asociado el Consejo Nacional de Iglesias de Corea, que sigue exhortando a los dirigentes surcoreanos y a otros Gobiernos a entablar un diálogo, poner freno a la escalada y emprender un proceso de desarme, en vez de adoptar medidas con miras a una acción militar.

En una carta urgente al presidente surcoreano Moon Jae-In, el Consejo Nacional de Iglesias de Corea (NCCK, por sus siglas en inglés) insta a iniciar de inmediato un diálogo a fin de rebajar la tensión miliar en la península coreana. El NCCK reitera su esperanza de asistir a una reunificación pacífica de Corea del Norte y del Sur, y señala que las recientes tensiones han causado una gran preocupación.

Las vidas del pueblo surcoreano no deberían verse amenazadas por las provocaciones de Estados Unidos y Corea del Norte, se afirma en la carta. “El camino hacia la paz es difícil, pero cuanto más arduo es, más importante resulta mantener este principio”, sostiene la carta. “No podemos iniciar diálogos sinceros cuando echamos la culpa a las acciones extremas del oponente o cuando insistimos en una serie de condiciones previas para entablar un diálogo”.

Ante las nuevas sanciones impuestas a Corea del Norte, que podrían reducir en un tercio sus ingresos anuales por exportación, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), expresó su preocupación y sus dudas en cuanto a que estas medidas puedan tener un impacto positivo en el retorno a las negociaciones y la prevención del desarrollo de las armas nucleares. En lugar de ello, las sanciones han contribuido a impedir el acceso humanitario a Corea del Norte para prestar socorro en caso de desastre y otros tipos de ayuda, afirmó Tveit.

“No queda nada claro cómo se puede esperar que estas nuevas sanciones contribuyan a mejorar esta situación tan delicada y peligrosa”, dijo Tveit. “Pedimos un cambio radical en el enfoque de la comunidad internacional con respecto a Corea del Norte, que promueva el diálogo y el compromiso en vez de la confrontación política y militar”.

Durante la Asamblea General del CMI celebrada en Busan (Corea del Sur) en 2013, el Consejo Nacional de Iglesias de Corea inició una campaña de sensibilización sobre la falta de un proceso de paz creíble e instó a la comunidad ecuménica mundial a proseguir esta iniciativa conjuntamente. Desde entonces la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales (CIAI) ha trabajado en estrecha colaboración con el Foro Ecuménico para Corea, que representa a las iglesias tanto de Corea del Norte (Federación Cristiana Coreana) como de Corea del Sur (Consejo Nacional de Iglesias de Iglesias de Corea), instando a entablar un diálogo por la paz en la península coreana.

El Consejo Mundial de Iglesias ha designado el domingo 13 de agosto como “Domingo de oración para la reunificación pacífica de la península de Corea”. Con motivo de esta ocasión, el CMI, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y la Alianza Evangélica Mundial invitan a las parroquias e individuos de todo el mundo a orar por la paz, la reconciliación y la sanación de la dividida península coreana.

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Declaración del Consejo Nacional de Iglesias en los EE. UU. (NCCCUSA) instando al cese inmediato de la retórica y los actos hostiles entre los dirigentes de Corea del Norte y Estados Unidos (en inglés)

El Consejo Nacional de Iglesias de Corea envía una carta urgente al presidente Moon (en inglés)

Análisis de las Iglesias Unidas en Gran Bretaña e Irlanda sobre la paz en la península de Corea (en inglés)

Llamamiento de la Iglesia Evangélica en Alemania a poner un freno a la escalada verbal y diplomática (en alemán)

El arzobispo Tomasi llama al diálogo para resolver la crisis entre EE. UU. y Corea del Norte (en inglés)

La Iglesia Metodista Unida hace un llamamiento a orar por una paz justa (en inglés)

La Iglesia Unida del Canadá resalta la necesidad de entablar un diálogo sobre la península coreana (en inglés)

Respuesta del CMI a las sanciones impuestas a Corea del Norte (en inglés)

Domingo de oración por la reunificación pacífica de la península de Corea