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El Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general en funciones del CMI, declaró: “El Rev. Dr. Nababan fue un líder dinámico, siempre lleno de energía y comprometido con el movimiento ecuménico a lo largo de las últimas siete décadas. Era apasionado y estaba entregado a las personas; con amplios conocimientos, nunca tenía miedo de hablar y actuar con convicción de manera directa y valiente por las iglesias del hemisferio sur y por las comunidades marginadas. La familia ecuménica mundial le echará mucho de menos. Esperamos y oramos por que las múltiples personas de las que el Rev. Dr. Nababan fue mentor y fuente de inspiración continúen y acrecienten su notable legado ecuménico”.
Desde una edad muy temprana, y a lo largo de su larga y activa vida, Nababan dio energía al movimiento ecuménico desde las bases hasta el ámbito internacional. Facilitó que el movimiento ecuménico viera los desafíos y éxitos de las iglesias y comunidades asiáticas de manera más exhaustiva y objetiva. Nacido en 1933, se graduó en el Seminario Teológico de Yakarta en 1956, y obtuvo un doctorado en Teología de la Universidad de Heidelberg en 1963.
Además de la presidencia del CMI, su participación ecuménica internacional incluyó su servicio como miembro, y luego vicemoderador, del Comité Central del CMI de 1983 a 1998. También fue el vicepresidente y luego el moderador de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización del CMI de 1968 a 1985.
Nababan asistió personalmente a la asamblea fundacional del Consejo Cristiano de Asia Oriental (el precursor de la Conferencia Cristiana de Asia) en Prapat (Indonesia) en 1957. Se convirtió en el primer secretario de la juventud de la Conferencia Cristiana de Asia de 1963 a 1967. Posteriormente, fue el presidente de la Conferencia Cristiana de Asia de 1990 a 1995. Luego sirvió como vicepresidente de la Federación Luterana Mundial de 1984 a 1991, y con anterioridad, de 1970 a 1977, también fue el moderador del Servicio Luterano Mundial. Nababan fue el primer moderador de la Misión Evangélica Unida de 1996 a 2000. Su liderazgo y sus contribuciones ecuménicas en Indonesia incluyeron su servicio como secretario general del Consejo de Iglesias de Indonesia de 1967 a 1984, y también como su presidente de 1984 a 1987.
Su dilatado servicio y sus contribuciones sustanciales al ecumenismo han sido reconocidos en todo el mundo. Por su servicio, Nababan fue galardonado con la medalla Mesrop Mashtots de manos del catolicós armenio de Cilicia, Su Santidad Aram I, en febrero de 2020.
El Rev. Dr. Odair Pedroso Mateus, secretario general adjunto en funciones del CMI, reflexionó: “Proveniente de un contexto multirreligioso y un crisol de religiones mundiales en Asia, se dedicó a promover la cooperación, la paz y la armonía entre las comunidades cristianas, musulmanas, hindúes y budistas. Consideraba que los desafíos existenciales a los que se enfrentaba toda la humanidad eran un desafío común para todos, y contribuyó a crear soluciones y promover la confianza y la responsabilidad mutuas entre los dirigentes de diversas creencias”.
“El Rev. Dr. Nababan creía en las colaboraciones equitativas en la misión, cuestionaba el dominio de las iglesias más ricas en el movimiento ecuménico y fue también crítico con las actitudes condescendientes de iglesias dominantes y poderosas. Era un testimonio vivo, que luchaba por la unidad de las iglesias en la misión sin comprometer las luchas de las personas de los márgenes de la sociedad por la justicia y la paz. Habló proféticamente y sin temor de cuestiones claves a los poderosos”, señaló el Rev. Dr. Risto Jukko, director de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización del CMI.
Al Rev. Dr. Soritua Nababan le sobreviven su esposa, Alida Lumbantobing, y sus hijos Hotasi, Sindar y Rosida. Su funeral tendrá lugar el 11 de mayo en su ciudad natal, Siborongborong, en Sumatra Septentrional (Indonesia).
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