“La educación es un derecho humano fundamental que obra para sacar a los hombres y las mujeres de la pobreza, allanar las desigualdades y asegurar el desarrollo sostenible”, dijo Pillay en un mensaje. “La educación es un escalón hacia otros derechos humanos fundamentales”.
Las becas han ayudado a capacitar a las iglesias y organizaciones ecuménicas por varias décadas.
“En el CMI tenemos muchos ejemplos de becados que después han desempeñado un papel importante a distintos niveles”, dijo Pillay. “Desde el antiguo secretario general del CMI, Rev. Emilio Castro, hasta la antigua secretaria general adjunta del CMI, Prof. Dra. Isabel Apawo Phiri, la lista es larga e incluye a muchos obispos, responsables ecuménicos, académicos y personal del CMI”.
“El programa becas intereclesiásticas ha permitido tender muchos puentes”, concluyó Pillay. “Es una contribución crucial al trabajo de reconciliación y acercamiento ecuménico después de la Segunda Guerra Mundial; una expresión de ‘ecumenismo vivido’ que sostiene a muchas iglesias e instituciones en la región”, dijo. “Extendemos nuestra gratitud también al Comité Nacional Alemán de la Federación Luterana Mundial por su respaldo en esta iniciativa”.