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“El pueblo de la República de Sudán merece justicia, paz y democracia”, declaró el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, en estos momentos en los que continúan las manifestaciones públicas multitudinarias en Jartum a pesar del toque de queda impuesto por las autoridades militares. Tras la destitución y el arresto del presidente Omar al-Bashir el pasado 11 de abril, después de meses de manifestaciones populares en el país, ha tomado el poder un consejo militar. El consejo militar ha declarado su intención de mantenerse en el poder durante un periodo de transición de dos años, pero continúan las manifestaciones por una transición democrática más rápida.
“Pedimos moderación a todas las partes y, especialmente, que las autoridades militares se abstengan de ejercer la violencia y encuentren una solución que respete las aspiraciones del pueblo a una verdadera democracia participativa en Sudán”, dijo el Rev. Frank Chikane, de Sudáfrica, moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI.
El CMI viene apoyando y acompañando la labor del Consejo de Iglesias de Sudán como punto de encuentro de las iglesias para abordar las dificultades a las que se enfrenta la comunidad cristiana en el país.
“Oramos por el pueblo y las iglesias de Sudán en este momento histórico de transición”, dijo el Rev. Tveit, “para que encuentren el camino hacia un futuro pacífico, incluyente y participativo juntos”.
