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La estudiante de Bossey Quantisha Mason ofrece una bendición al final de una oración de acción de gracias en la capilla de Bossey. Todas las fotos: Albin Hillert/CMI

La estudiante de Bossey Quantisha Mason ofrece una bendición al final de una oración de acción de gracias en la capilla de Bossey. Todas las fotos: Albin Hillert/CMI

Por Peter Kenny

Los estudiantes recién graduados de Bossey, una localidad enmarcada por las montañas y a orillas del lago de Ginebra, admitieron que la decisión de venir al Instituto Ecuménico del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) no fue fácil, pero que se van sintiéndose como una familia, sabiendo que “es posible vivir la unidad cristiana”.

Durante la ceremonia de graduación celebrada el 28 de enero, en la que recibió el Certificado Complementario en Estudios Ecuménicos, el estudiante rumano ortodoxo Alin-Cristian Ivaniciuc leyó un mensaje en nombre de la clase 2019-2020.

“El hecho de tomar la decisión de venir a Bossey fue difícil. Seamos honestos, este lugar es extraño, estamos en medio del bosque, en un lugar remoto”.

No obstante, “a través del diálogo, las clases, las comidas y ayudándonos a confiar los unos en los otros, ustedes nos han demostrado que es posible vivir la unidad cristiana”, dijo Ivaniciuc en nombre de su clase.

“Cada día vivimos la teología ecuménica puesta en práctica en las aulas, en el salón y en la capilla”.

“El grupo más diverso”

Miembros de iglesias de las comunidades locales cercanas y defensores de la unidad cristiana, así como responsables del CMI, asistieron a la ceremonia.

El Rev. Dr. Lawrence Iwuamadi, decano del Instituto Ecuménico, observó: “Desde mi llegada al Instituto en 2012, los estudiantes de la promoción 2019/2020 constituyen el grupo más diverso: 32 estudiantes de 23 iglesias y 19 países, con casi el mismo número de mujeres y hombres”.

Tras un largo período en que la mayoría de estudiantes venían del Sur Global, dijo, había ahora una representación significativa de alumnos de Europa y Estados Unidos.

Entre los 32 estudiantes que empezaron el año académico en 2019, había diecinueve países representados. Entre estos países, figuraban China, Cuba, Georgia, India, Indonesia, Italia, Kenia, Corea, Madagascar, Nigeria, Rumania, Serbia, Sierra Leone, Sri Lanka, Suecia, Suiza, Tailandia, Ucrania y Estados Unidos.

“El significado más profundo de lo que sucede en Bossey solo se hará patente una vez se hayan marchado. Recuerden, el ecumenismo es una forma de vida. El ecumenismo es real... No tengo dudas de que disponen de los instrumentos necesarios para trabajar por un mundo mejor y por la unidad visible de las iglesias. Ahora que se van de Bossey, les instamos a ser ‘embajadores del amor y la unida’”, dijo Iwuamadi.

“Permanezcan humildes”

Durante su sermón en la capilla, basado en la carta de Pablo a los Efesios (4:1-8) sobre la unidad en Cristo, el Dr. Benjamin Simon, profesor saliente de Misiología Ecuménica, exhortó a los estudiantes a apreciar el privilegio de haber estado en Bossey, pero a seguir siendo humildes.

“No piensen que tienen las respuestas, no piensen que están por encima de los demás... Permanezcan humildes y sean respetuosos con los otros, sobre todo con quienes tienen opiniones distintas de las suyas. Dios no nos ha creado uniformes”.

Por su parte, el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, dijo a los estudiantes de distintas tradiciones cristianas, como la ortodoxa, la pentecostal, la protestante o la católica romana, que creía que ahora es un momento en que “el mundo necesita a las personas que tienen fe”.

“Nosotros no tenemos solo una fe basada en la tradición histórica que viene de Jesús. Tenemos una fe que mira al futuro, esperamos reunirnos con Jesucristo. Y lo que está por venir puede generar temor en muchos de nosotros. ¿Pero quién mantendrá la fe y dirá que Jesús es el Señor? Ustedes son quienes mantendrán la fe. Así pues, prosigan su viaje. Este es un lugar en el que han fortalecido su fe y desde el que pueden avanzar en la fe”.

El Instituto Ecuménico acoge a estudiantes e investigadores de todo el mundo para un programa académico residencial que se centra en abordar cuestiones acuciantes en el movimiento ecuménico y el mundo mediante estudios en Teología Ecuménica, Misiología, Ética Social y Hermenéutica Ecuménica.

El Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general adjunto del CMI y director del Instituto, cuyos diplomas están reconocidos por la Universidad de Ginebra, mencionó el riguroso proceso por el que pasan los estudiantes.

Universidad de Ginebra

El decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Ginebra, Prof. Dr. Ghislain Waterlot, presidió la entrega de diplomas y, en un discurso, elogió la institución.

“Bossey es uno de los lugares por excelencia donde esta labor tan necesitada de amor de Dios puede ponerse de manifiesto. Este es uno de los motivos por los que la Facultad de Teología de la Universidad de Ginebra cree que lo que la vincula al Instituto de Bossey es muy valioso.

Nuestra facultad está muy contenta de trabajar con el Instituto y de proseguir nuestra colaboración plenamente, reuniéndonos con ustedes con la mayor regularidad posible. No se trata de una colaboración que suponga una carga; no es una obligación, ni siquiera un deber; sino que es una alegría siempre renovada”, afirmó.

Instituto Ecuménico de Bossey

Fotos de la ceremonia de graduación