Noticias
La Temporada de la Creación comenzará el 1 de septiembre, mientras estemos reunidos en la 11ª Asamblea del CMI, en lo que será un momento histórico. ¿Qué es lo que más le inspira cuando piensa en eso?
Dr. Andrianos: Es una verdadera bendición —aunque también podría ser un último llamado divino al arrepentimiento ecológico para todas las iglesias — que la Temporada de la Creación coincida, por primera vez, con la asamblea del CMI. Creo que el Dios Trino creador ha planeado esta oportuna coincidencia para llegar a los corazones de los miles de participantes en la asamblea y, especialmente, para convencer a los responsables de esta —el órgano rector del CMI— de que presten atención urgente a la Creación, que sufre y necesita una reparación de emergencia a través de la ecologización conjunta de nuestras prácticas durante el próximo decenio.
¿Qué implica el tema de la Temporada de la Creación de este año en nuestras vidas?
Dr. Andrianos: Este año, el tema de la Temporada es “Escucha la voz de la Creación”. Vivimos en la era del antropoceno, en la que todas las voces de las criaturas se encuentran “silenciadas” o desatendidas, excepto las de los poderosos privilegiados. La zarza en llamas, elegida como símbolo del tema de la Temporada de la Creación para 2022, nos recuerda, entre otras cosas, que la Tierra está “enferma” y que los pecados de los seres humanos —la avaricia y el egoísmo— son la enfermedad que provoca su alta “fiebre”. Todos los días nos llegan testimonios —de incendios forestales catastróficos y otras calamidades— que son los gritos de auxilio de la Creación pidiendo un cambio inmediato del comportamiento de los seres humanos; un llamado a evitar el “síndrome de la rana hervida”.
¿Qué espera de la 11ª Asamblea del CMI?
Dr. Andrianos: Espero que esta asamblea lleva a dar, al menos, dos pasos concretos hacia la unidad y el renacimiento espiritual en esta época de incertidumbres y rápidos cambios tecnológicos. En primer lugar, espero que los observadores y participantes invitados tomen decisiones audaces en favor de la unidad de todas las iglesias, en respuesta al llamado de Jesús a que todos sean uno, y caminen juntos dentro del CMI para alcanzar los objetivos del movimiento ecuménico, unidos en solidaridad en Cristo, en mente, alma y cuerpo.
En segundo lugar, espero que la asamblea logre convencer a muchas almas de que deben reconciliarse con el Dios Trino y con toda la Creación, construyendo nuevos caminos para vivir en metanoia y ofrecer ecojusticia para todos en los próximos años. Que veamos los frutos de una ecologización postasamblea en la vida cotidiana de los miembros de las iglesias y en todos los programas del CMI.
