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5 de marzo de 2024, Ginebra (Suiza): Kevin Maina, de la Iniciativa de Jóvenes Teólogos por la Acción Climática, durante su intervención en la reunión conjunta inaugural de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales (CIAI), la Comisión para la Salud y la Sanación (CSS) y la Comisión sobre Justicia Climática y Desarrollo Sostenible (CJCDS). 

 

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El debate puso de relieve las causas profundas y las amplias repercusiones de la emergencia climática, además de exponer el nexo entre clima, agua, alimentos y salud.

Harjeet Singh, experto mundial en los efectos del cambio climático y miembro de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, subrayó que el cambio climático es la mayor amenaza global para la humanidad y que, aun así, no hemos visto que los dirigentes del mundo hayan adoptado suficientes medidas para frenarlo. 

Singh reconoció que, aunque se ha registrado un aumento gigantesco en las energías renovables, no debemos subestimar la importancia de la justicia económica mundial para la justicia climática.

“Estamos viendo desplazamientos y migraciones a una escala sin precedentes”, dijo Singh. “Tenemos que hablar de diversificación económica”.

Pero también estamos viendo que las comunidades religiosas se hacen oír mucho más y participan más en actividades de sensibilización, reconoció. “Tenemos que seguir hablando de apoyo comunitario”, afirmó. “Tenemos que hablar de soluciones que tengan su origen en el terreno”. 

La Dra. Ingrid Jacobsen, asesora política de Pan para el Mundo en Alemania, explicó el nexo entre clima, agua y alimentos, y añadió el factor de la tierra. “La minería y las industrias ejercen presión sobre la tierra”, explicó; “esto está provocando conflictos, porque para producir alimentos necesitas acceso a la tierra”.

Habló del particular prisma a través del cual las iglesias y las instituciones confesionales ven la justicia climática. “Para resumirlo todo, ¿qué es importante en la justicia climática?, preguntó, ¿quiénes son los que contaminan y quiénes los que pierden?”.

Las iglesias y los grupos religiosos actúan guiados por los derechos humanos, “eso implica que, cuando la seguridad alimentaria está en juego lo que prima es el derecho a la alimentación; es un derecho humano”, dijo.

La Dra. Gisela Schneider, directora del Instituto Alemán para la Misión Médica, reflexionó sobre las implicaciones del hecho de que el CMI hable de salud y sanación. 

En el contexto actual, “tenemos una pobreza en aumento” “ y tenemos injusticia y guerras”, añadió.

También destacó que el cambio climático ha traído el caos a la vida de muchas personas, que no solo sufren daños físicos sino también psicológicos. “La salud mental se está deteriorando y hay más conflictos que nunca”, afirmó Schneider. 

El Rev. Glen Chebon Kernell, de la Iglesia Metodista Unida de EE. UU. y ordenado de la Conferencia Misionera Indígena de Oklahoma, dijo que asistía con gran respeto por cada uno de sus homólogos presentes en la sala. “De lo que tenemos que darnos cuenta es de que, en todo el mundo, las culturas indígenas llevan miles y miles de años viviendo en armonía con la Tierra”, dijo. “Sin embargo, solo queda un dos por ciento de esta Tierra en su estado natural”.

Sin los pueblos indígenas, hay pocas esperanzas, añadió Kernell. “En eso estamos hoy (…) la especie humana ha sido desobediente y violenta”, lamentó.

El arzobispo Thompson, moderador del debate, agradeció las reflexiones de Kernell y respondió: “y, si me permite, añadiría que tenemos que interesarnos profundamente por la espiritualidad que viven nuestros hermanos y hermanas indígenas como buenos administradores de la Madre Tierra”.

La Rev. Dra. Hyunju Bae, de la Iglesia Presbiteriana de Corea, habló del abuso de poder como un factor decisivo en las injusticias del mundo actual. “Las iglesias deberían asumir la importante función de luchar contra las estructuras de la codicia a todo nivel”, afirmó. “Es alentador recordar que, durante los tiempos del apartheid en Sudáfrica, el CMI no dudó en pedir la retirada de inversiones y préstamos”. 

También contó que, recientemente, las iglesias coreanas han elaborado una “hoja de ruta” para avanzar hacia un enfoque más justo de la economía y del clima. “Ahora el reto es convertir esa hoja de ruta en una realidad”, dijo. “Me gustaría que esas nuevas conversaciones entre las iglesias coreanas puedan formar, tanto a nivel local como nacional, un grupo para que caminemos juntos”.

Kevin Maina, director de la Iniciativa de Jóvenes Teólogos para la Acción Climática, fue el último en intervenir, y señaló que hace falta valor para levantarse —alzar la voz— y pedir cambios reales. “Ese es un poderoso mensaje para las personas que siguen a un líder”, afirmó. “Esta una gran oportunidad para las iglesias. No tengamos miedo de alzar nuestras voces, porque estamos movilizando a muchas personas”. 

Tres comisiones del CMI se reúnen para afrontar los nuevos desafíos mundiales (comunicado de prensa del CMI, 5 de marzo de 2024)

Galería de imágenes: Reunión conjunta de las tres comisiones del CMI, marzo de 2024