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Religious leaders carry a large red ribbon--the symbol of AIDS--as they participate in a July 20, 2010, human rights march through the streets of Vienna, Austria, during the XVIII International AIDS Conference. The theme of the conference was "Rights here, right now."
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En una oración de apertura, el Dr. Manoj Kurian, coordinador de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial en el CMI, pidió la ayuda de Dios para superar el estigma.

“Se nos dice que veamos lo bueno de los demás, pero seguimos estigmatizando”, oró Kurian. “Excluimos. Perdónanos por ello. Ayúdanos a crear con tu sabiduría formas de superar y erradicar el estigma”.

Gracia Violeta Ross, secretaria ejecutiva del programa de Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH/SIDA del CMI, coincidió en que, a pesar de los avances en materia de tratamiento y respuesta al VIH, el estigma persiste. “La estigmatización provoca importantes perjuicios a las personas que necesitan acceso a la prevención y al tratamiento, y hoy vamos a escuchar las historias de algunas de ellas”, afirmó.

El Rev. Dr. Kenneth Mtata, director del programa del CMI de Testimonio Público y Diaconía, recordó que el CMI ha estado a la vanguardia del trabajo para eliminar el estigma y la discriminación por el VIH y el SIDA, “un área central de nuestra intervención”, dijo. “Con la información adecuada sobre el VIH, el sector religioso puede convertirse en una fuente de esperanza, reconciliación y educación”.

Mtata afirmó que una de las consecuencias del estigma y la discriminación por el VIH es el aislamiento de personas que ya son vulnerables en sus comunidades. “Hemos escuchado muchos testimonios de personas seropositivas que han sido testigos o han sucumbido a las dificultades, algunas incluso han acabado muriendo ya no a causa del VIH, sino por la depresión crónica derivada del estigma y la discriminación”, afirmó.

El Dr. Umunyana Rugege, de ONUSIDA, relató parte de la historia de la lucha contra la estigmatización a causa del VIH, en el caso particular de Sudáfrica. “Las personas seropositivas morían sin acceso a tratamiento y sufrían violencia y ostracismo por su condición de seropositivas”, afirmó. “El arzobispo Desmond Tutu fue una poderosa voz a favor de los derechos humanos y contra el negacionismo del SIDA”.

El seminario web contó con dos mesas redondas. Una dedicada al trabajo actual en materia de estigmatización y discriminación por el VIH desde los ámbitos operativo y de la investigación. Los ponentes cuestionaron el enfoque colonial del estigma del VIH y presentaron experiencias de investigación y modelos programáticos para erradicarlo.

La segunda mesa redonda se centró en los aprendizajes espirituales y las reflexiones teológicas. Se cuestionó sobre las raíces del estigma del VIH entre las comunidades religiosas y se formuló recomendaciones para que las congregaciones locales respondan al estigma del VIH.  

El Rev. canónigo Gideon Byamugisha habló de la necesidad de responder al estigma del VIH con amor: “El problema no es solo el estigma, sino la cantidad de personas que carecen de suficiente amor. Si vamos a gastar más de lo que tenemos, que nuestra deuda sea una deuda de amor”. Byamugisha contó su propia experiencia con el VIH, que le dejó al borde de la muerte hace unos años. Su suerte cambió porque los dirigentes de su iglesia decidieron darle su amor.

El público presente también tuvo la oportunidad de hacer preguntas y compartir ideas. Los participantes pidieron continuar las conversaciones sobre el estigma y la discriminación del VIH.