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Children at school

Alumnos atienden una clase en la escuela católica de Gidel, un pueblo ubicado en las montañas Nuba de Sudán, una zona controlada por el Movimiento de Liberación del Pueblo del Sudán-Norte que sufre frecuentes ataques por parte de los militares sudaneses. La iglesia ha patrocinado escuelas y centros sanitarios en toda esta región asolada por la guerra.

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La declaración ha sido emitida en respuesta a haber “escuchado la situación actual y la evolución de las circunstancias en Sudán, y en particular ante la recepción de informaciones actualizadas que dan cuenta de que nuestros asociados locales siguen haciendo frente a amenazas y sus instituciones son destruidas a diario”, dice el texto, en el que se expresa una profunda preocupación por la falta de perspectivas inmediatas de que se ponga fin al conflicto que estalló el 15 de abril.

Las organizaciones firmantes también expresaron inquietud por “los informes de destrucción y saqueo injustificados de infraestructuras civiles y públicas, incluidos hospitales y escuelas”.

Recordando que todos los Estados y todos los actores en un conflicto armado tienen obligaciones, en virtud del derecho internacional humanitario, con respecto a la protección de la población y las infraestructuras civiles, la declaración también insta a “la sociedad civil y a la población a rechazar todas las formas de odio y de incitación a los discursos de odio en los diversos medios de comunicación”.

Asimismo, la declaración aprecia y se hace eco del llamado del papa Francisco a las partes beligerantes a dejar las armas y dialogar, reafirmando “nuestro compromiso de orar por la paz y apoyar todos los esfuerzos en favor de una paz sostenible y la estabilización del país.”

En esta misma línea, la declaración condena firmemente “todas las formas y todos los actos de violencia perpetrados por todas las partes, porque estos actos son contrarios a la plenitud de la vida del pueblo de Dios”.

El mensaje exhorta a los ciudadanos sudaneses a “permanecer alerta para no ser instrumentalizados por el conflicto y la división, y a rechazar todas las formas de violencia”, así como a “ponerse en pie y exigir de forma pacífica y colectiva soluciones sostenibles para detener la violencia actual”.

También insta a los gobiernos regionales a “facilitar la libre circulación y prestación de asistencia a los refugiados”, entre otras cosas.

Declaración ecuménica conjunta sobre la situación en Sudán, 24 de junio de 2023 (en inglés)

Iglesias miembros del CMI en Sudán