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“Este año es muy importante para el CMI ya que celebramos el 75º aniversario de nuestra formación en 1948”, dijo. “Reconocemos con alegría y agradecimiento a nuestras iglesias miembros y asociados ecuménicos que han permanecido fieles y comprometidos con el CMI durante los últimos años”.
Pillay comenzó este año su mandato como 9º secretario general del CMI. “Dado que empecé oficialmente a ejercer mis funciones en enero de este año, me produce una gran alegría presentar mi primer informe al Comité Ejecutivo como secretario general”, dijo, al mismo tiempo que reconoció que el mundo está en crisis.
“En medio de todo esto, puede que no comprendamos lo que está ocurriendo”, dijo. “Podemos incluso sentir la tentación de cuestionar la presencia de Dios. Mientras celebramos el testimonio, la labor y la vida del CMI de los últimos setenta y cinco años, seguimos estando seguros de que Dios tiene el control”.
Después de una 11ª Asamblea llena de júbilo, los dirigentes del CMI se centran ahora en trazar un plan estratégico que guíe a la comunidad mundial durante los próximos ocho años mientras se solidariza, al mismo tiempo, con un mundo que sufre.
“Las acciones solidarias son las más importantes en tiempos de crisis y desastres”, dijo. “¡A las personas no les preocupa cuánto sabemos hasta que saben cuánto nos preocupamos!”.
Pillay reflexionó que la imagen del cuerpo de Cristo nos recuerda que cuando un miembro del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre. “Lo que le ocurre a otros seres humanos en el mundo debería afectarnos también”, dijo.
El Comité Ejecutivo del CMI se reúne por videoconferencia del 22 al 26 de mayo para tratar los asuntos ordinarios del CMI de la primera mitad del año, y examinar los preparativos de la reunión del Comité Central que tendrá lugar del 21 al 27 de junio en Ginebra.
11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
