Asamblea
Christ’s Love Moves the World to Reconciliation and Unity: Report of the WCC 11th Assembly
Report on the Ecumenical Conversations at the WCC 11th Assembly
- 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias
- Report of the WCC 11th Assembly
- Message of the WCC 11th Assembly
- Assembly statements
- Assembly documents
- Recursos
- Assembly news
- Assembly photos
- Assembly videos
- Conversaciones ecuménicas
- Preasambleas del CMI
- Asambleas anteriores
La Asamblea es el órgano rector supremo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y normalmente se reúne cada ocho años. Es el único momento en que toda la comunidad de iglesias miembros se reúne en un solo lugar para la oración y la celebración.
Una Asamblea del CMI es un momento especial en la vida de las iglesias miembros, los asociados ecuménicos y otras iglesias, ya que reúne a más de 4000 participantes procedentes de todo el mundo. Es una oportunidad única para que las iglesias profundicen su compromiso con la unidad visible y el testimonio común. Esto hace que la Asamblea del CMI sea la reunión cristiana más diversa en el mundo.
La 11ª Asamblea del CMI se celebró en Karlsruhe, Alemania por invitación conjunta de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD), la Iglesia Protestante de Baden, el Consejo de Iglesias de Alemania, la Unión de Iglesias Protestantes de Alsacia y Lorena (UEPAL) y la Iglesia Protestante de Suiza.
Una asamblea del CMI en Alemania
El CMI aceptó la invitación extendida por las iglesias miembros en Alemania para acoger la 11ª Asamblea en Karlsruhe (Alemania). Dicha invitación fue presentada por la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), la Iglesia Protestante en Baden y el Consejo de Iglesias Cristianas en Alemania, junto con iglesias de Francia (Unión de Iglesias Protestantes de Alsacia y Lorena) y Suiza (Iglesia Protestante en Suiza). La última asamblea celebrada en Europa tuvo lugar en Uppsala (Suecia) en 1968.
La ciudad de Karlsruhe está situada en Baden, en el suroeste de Alemania, una histórica región transfronteriza. Karlsruhe es la segunda ciudad más grande del estado de Baden-Württemberg. El principal lugar de celebración de la asamblea es el centro de convenciones Messe-Karlsruhe, ubicado en el corazón de la ciudad.
La iglesia anfitriona local, la Iglesia Evangélica en Baden, se convirtió en una iglesia unida por petición del pueblo en 1821.
Una asamblea del CMI en Europa
Después de la Segunda Guerra Mundial y con los cambios en la situación geopolítica que trajo consigo la descolonización, se desarrolló una nueva realidad de una entidad europea eminentemente occidental. Paralelamente, el enfrentamiento entre la Unión Soviética y las potencias occidentales provocó la división del continente en Este y Oeste, que duraría hasta la caída del muro de Berlín, en 1989. Las iglesias europeas del movimiento ecuménico y el CMI siempre se han esforzado por mantener y alimentar el sentimiento de unidad, a pesar de la división de la Guerra Fría. Esa fue además una de las principales funciones de la organización ecuménica regional creada por las iglesias europeas, en 1959: la Conferencia de Iglesias Europeas.
La propagación geográfica de la región de Europa en el CMI y en el movimiento ecuménico coincide, en su mayor parte, con la noción política de una Europa que se extendía desde los Urales hasta el Atlántico. En su flanco meridional, se incluyen los países del Cáucaso, a excepción de Chipre, que forma parte de Oriente Medio. Las afinidades subregionales son bastante fuertes: la región nórdica (los países escandinavos, más Finlandia y los países bálticos), Europa Central, Europa del este, los Balcanes y el sur de Europa.
Las iglesias protestantes de la Europa occidental y meridional han formado una conferencia subregional. Hasta cierto punto, existe también un patrón confesional subregional: las grandes iglesias de la Reforma (la Iglesia Protestante y la Iglesia Anglicana) se encuentran principalmente en el oeste y en el norte, mientras que la Iglesia Católica es mayoritaria en el sur (y en Polonia); las iglesias ortodoxas, por su parte, son mayoritarias en las regiones centrales y orientales de Europa. Las iglesias de la Reforma Protestante (Luterana, Reformada y Metodista) se encuentran en plena comunión, en virtud del Acuerdo de Leuenberg, y han formado la Comunidad de Iglesias Protestantes en Europa. Las iglesias Anglicana y Luterana (episcopal) en Gran Bretaña y en los países nórdicos (a excepción de Dinamarca) también firmaron un acuerdo de plena comunión (Porvoo). El CMI cuenta con ochenta y una iglesias miembros.
Iglesias miembros del CMI en Europa
Libro de recursos
Al ver las multitudes - Estudios bíblicos
Al ver las multitudes - Estudios bíblicos
15 Agosto 2022Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Adviento y Navidad
20 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Epifanía
20 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Cuaresma
20 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Semana Santa
20 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Pascua
21 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Ascensión
21 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Pentecostés
22 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - Transfiguración
22 Diciembre 2021Estudio bíblico de la 11a Asamblea - La exaltación de la Santa Cruz
22 Diciembre 2021
GPS360º: una asamblea virtual
29 Septiembre 2022
Velada de bienvenida y peregrinación histórica a lo largo del Rin
28 Septiembre 2022La respuesta a las necesidades humanitarias en Ucrania
27 Septiembre 2022Los periodistas reflexionan sobre su experiencia en la 11ª Asamblea del CMI
27 Septiembre 2022Uppsala 1968: tal como predijo la canción, los tiempos estaban cambiando
19 Septiembre 2022Hospitalidad y encuentros: la cálida acogida de las iglesias alemanas
15 Septiembre 2022
Report on the Ecumenical Conversations at the WCC 11th Assembly
Se prevé que las conversaciones ecuménicas vayan al detalle y estén vinculadas al trabajo potencial de las comisiones y otros programas del CMI. Se extraen de las percepciones de las redes, las iglesias miembros y los asociados del CMI y/o están relacionadas con nuevas preocupaciones ecuménicas.
Las conversaciones ecuménicas tienen que estar orientadas a los resultados. Se compartirán los resultados con los comités de la Asamblea, y se compartirán informes detallados con los futuros órganos rectores. Cada conversación ecuménica estará integrada por el mismo grupo y durará cuatro días. Esto brindará la posibilidad de crear espacios seguros y una dinámica de grupo, y permitirá a los participantes profundizar en un tema. Las conversaciones ecuménicas están abiertas a los participantes de la Asamblea con derecho a hablar.
La iglesia es intrínsecamente misionera, y participa en el movimiento del amor de Cristo al mundo, creando reconciliación y unidad. En el mejor de los casos, el testimonio de Cristo de la iglesia se expresa en comunidades interculturales de fe, esperanza y amor: comunidades de redención y renovación a nivel personal y colectivo, así como local y mundial. La conversación ecuménica desafía a sus participantes a imaginar de nuevo su propio camino como discípulos de Jesucristo transformados y transformadores, y a considerar la palabra profética de Jesús en su propia situación. La conversación ecuménica les invita asimismo a identificar los retos a los que nos enfrentamos en el mundo actual, como la desigualdad, la división étnica, las identidades polarizadas y los desequilibrios socioeconómicos; y alienta al CMI y a su Asamblea a tomar la iniciativa para transformar el mundo y perseguir una visión de transformación que puede captar la imaginación de una iglesia y un mundo diversos en la próxima generación.
El Llamado de Arusha a un discipulado transformado y transformador es una respuesta “al llamado de Jesús a seguirle desde los márgenes de nuestro mundo (Lucas 4:16-19)”. La marginación sistémica de las comunidades en todo el mundo ha aumentado rápidamente en los últimos años debido al capitalismo, la militarización, las políticas autoritarias, las desigualdades sistémicas, el racismo, la superioridad cultural percibida y la victimización sociopolítica. Además de esto, megatendencias mundiales como la emergencia climática y la pandemia de la COVID 19 han marginado más y han exacerbado las desigualdades existentes. La afirmación 4 del Llamado de Arusha nos presenta el encargo de “participar con alegría en los caminos del Espíritu Santo, que dota a las personas de los márgenes de la capacidad de actuar por sí mismas en busca de la justicia y la dignidad” (Hechos 1:8; 4:31). El llamado desde los márgenes es un desafío a los diversos centros de nuestro mundo para discernir cómo trabaja el Espíritu entre los marginados y escuchar y afirmar lo que están diciendo quienes están en los márgenes. El llamado desde los márgenes de nuestro mundo es un llamado a soñar un nuevo futuro. Empujada por este llamado, la presente conversación ecuménica es una invitación a soñar y explorar juntos una visión renovada de un nuevo futuro desde las perspectivas de los márgenes ayudados por la perspectiva de la contextualidad y la interseccionalidad y sus implicaciones para la misión.
Llamadas a un discipulado transformado y transformador, las iglesias tienen la responsabilidad de trabajar por el restablecimiento de la justicia. Solidarizarse con los oprimidos, los marginados, los “más pequeños” de cada sociedad a quienes se mantiene convenientemente por debajo de los radares de nuestras zonas de comodidad. No obstante, esto requiere también una autocrítica honesta e incómoda, una autoevaluación de nuestras actuales teologías y prácticas de la misión. Esta conversación ecuménica aspira a motivar e inspirar a las iglesias para que vuelvan a examinar y finalmente reformen su compromiso misional. ¡Para hacer hincapié en la importancia y la urgencia de una clase de discipulado que lucha por transformar el mundo injusto en que vivimos! ¡Una transformación que se produce cuando el amor de Cristo sacude y mueve al mundo! Una transformación que viene/comienza desde dentro; desde dentro del discípulo; desde dentro de nuestras teologías de misión, desde dentro de nuestras prácticas evangelizadoras y desde los desafíos a los que nos enfrentamos cuando damos testimonio de la justicia de Cristo en un mundo quebrantado, cuando también nosotros estamos quebrantados.
El título de la conversación se toma prestado de la reflexión teológica sobre la discapacidad que el Comité Central del CMI recibió y aprobó en 2016 con el título “El don de ser: llamados a ser una iglesia de todos y para todos”. En la conversación se estudiarán las distintas capas de marginación en función de la discapacidad a través de un proceso de reflexión teológica crítica sobre nuestras prácticas eclesiales, y se empoderará a las iglesias para que logren la inclusión significativa dentro de las comunidades religiosas. Se analizarán los debates sobre nuestra vulnerabilidad común como raza humana, especialmente en el contexto del tema de la Asamblea, la pandemia de la COVID-19 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y se compartirán experiencias sobre el don de la vida como el legado que es, de innumerables maneras, de otros durante toda nuestra vida. Gracias a la conversación, los participantes obtendrán una comprensión más profunda del reencuentro con Dios a la luz de la experiencia de la discapacidad y una búsqueda de ideas frescas sobre lo que significa vivir a imagen de un Dios así.
Una de las afirmaciones hechas en la Conversación ecuménica 5 de la 10ª Asamblea del CMI celebrada en Busan era: “La oración es algo que ya podemos hacer juntos. Deberíamos rezar juntos tan a menudo como sea posible”. Mientras seguimos abordando el asunto de la oración común en el movimiento ecuménico en nuestra actual peregrinación hacia la unidad y la reconciliación, debemos continuar afirmando que orar juntos es un don espiritual. En esta conversación ecuménica: a) se examinará cómo la creación, un don que es compartido por todos, puede ser una fuente que conforma tanto el contenido como el contorno de la oración común; b) se reflexionará sobre la manera en que elementos de la creación ya han contribuido a dar forma a la espiritualidad y la teología cristianas a lo largo de los siglos en distintas tradiciones religiosas y c) se analizará cómo expresiones de la oración común, que toman como modelo el don compartido de la creación, pueden abrir nuevos horizontes para que la oración ecuménica sea una puerta abierta a través de la cual acercarse a la unidad y la reconciliación mientras damos la bienvenida a todos los creyentes en el Dios trino para que se unan en la oración común.
¿Cuál es la relación ecuménica entre las nuevas maneras de ser iglesia que han surgido en conexión con la globalización del cristianismo y la búsqueda de una comprensión común de la iglesia expresada en el documento del CMI de 2012 “La Iglesia: Hacia una visión común”? El panorama del cristianismo cambió considerablemente a lo largo del siglo XX. Centrado principalmente en el hemisferio norte, el cristianismo se ha hecho mundial y ha adoptado nuevos rostros contextualizados en diferentes continentes. Al mismo tiempo, han surgido nuevas denominaciones, que a menudo proponen nuevas maneras de ser iglesia. Como consecuencia de ello, la búsqueda de la unidad visible de las iglesias –que es la esencia del movimiento ecuménico– debe afrontar el desafío de llegar a esas comunidades o denominaciones, que hasta el momento no han participado en el diálogo ecuménico sobre la iglesia. Esta conversación ecuménica ofrecerá primero una breve introducción al trabajo que la Comisión de Fe y Constitución del CMI ha realizado en los últimos años sobre la comprensión común de la iglesia y sobre el diálogo con nuevas expresiones del cristianismo mundial. A continuación, propondrá un debate teológico sobre los próximos pasos hacia la manifestación de la unidad cristiana en medio de una creciente diversidad de maneras de ser iglesia.
El actual modelo de desarrollo mundial basado en el crecimiento económico a partir de las industrias extractivas no es sostenible y desencadena el cambio climático. Las comunidades pobres y marginadas, incluyendo los pueblos indígenas, las mujeres y los niños, son quienes afrontan las consecuencias más duras del cambio climático. El cambio climático manifiesta sus repercusiones a través del agua: su escasez (sequía) o su excesiva presencia (inundaciones). Un tercio de la población mundial no tiene acceso a agua gestionada de manera segura y unos dos tercios no tienen acceso a instalaciones sanitarias gestionadas de manera segura. La COVID-19 nos ha permitido ver una “nueva normalidad” que es posible para un planeta que es sostenible centrándose en la economía de vida. El objetivo de esta conversación es promover una reflexión teológica y ética de la urgencia del cambio climático y la crisis del agua y proponer una hoja de ruta para reconciliarse con la naturaleza.
La actual pandemia ha puesto de relieve que la salud repercute en todos los aspectos de la vida, y que las iglesias pueden y deberían desempeñar un papel más proactivo a la hora de promover una comprensión integral de la salud y el bienestar. Mientras el mundo corre hacia la meta de 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y trata de “reconstruir para mejorar” después de la COVID-19, en esta conversación ecuménica se analizarán las contribuciones únicas que las iglesias pueden hacer en este momento crítico, de la escala local a la mundial. En esta conversación ecuménica a) se reflexionará sobre el fundamento teológico de la misión médica, con las implicaciones que tiene para nuestra época; b) se profundizará en la comprensión de la salud y la sanación, centrándose en las iglesias como comunidades sanadoras; c) se debatirán las implicaciones teológicas y éticas de los nuevos problemas sanitarios; y d) se examinarán los recursos y las asociaciones ecuménicas para fortalecer los ministerios de salud de las iglesias a nivel mundial.
Las crecientes desigualdades, la persistencia del hambre, el racismo estructural, el cambio climático descontrolado y las pandemias destructivas se originan en el quebrantamiento del orden económico mundial predominante y lo exponen, señalando la urgencia de aplicar una economía de vida para todos. En el actual clima de crisis interrelacionadas, la inteligencia artificial, la manipulación genética y otras innovaciones se pregonan como soluciones, pero plantean profundas preocupaciones socioéticas. La fe, junto con la ciencia, revela el camino para alejarse del colapso planetario hacia un futuro próspero, exigiendo transformaciones muy profundas de la manera de producir y consumir de nuestras sociedades. En esta conversación ecuménica se abordan las siguientes preguntas: ¿Qué podemos extraer como buenas prácticas del compromiso de las iglesias en la promoción de economías que afirman la vida? ¿Cómo vivimos nuestra fe y practicamos el discipulado transformado y transformador en tiempos y escenarios moldeados por el capital financiero? ¿Qué podemos aprender de las perspectivas de comunidades que viven marginadas con miras a luchar por economías reparadoras y restaurativas? ¿Cuáles son los nuevos desafíos y cómo debemos responder como iglesias?
Los actores religiosos son importantes agentes de cambio y transformación. Los miembros del CMI y ACT Alianza gozan de reconocimiento por el impacto de su labor conjunta a nivel local, nacional y mundial, y no en menor medida por sus diversas e innovadoras respuestas a la COVID-19. ¿Cómo podemos reforzar esta implicación? Esta conversación ecuménica tiene por objeto impulsar la contribución cristiana conjunta a un futuro mejor y más justo de tres maneras: (1) Compartiendo ejemplos de acción social cristiana (diaconía) en cuestiones tales como la COVID-19, el VIH y el sida, la justicia de género, el cambio climático y otros desafíos contemporáneos. ¿Cuáles son las mejores prácticas? ¿Cómo podemos financiar y desarrollar las capacidades? ¿Cómo podemos participar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU? (2) Fortaleciendo nuestro entendimiento teológico y conceptual mediante el documento conjunto del CMI y ACT Alianza “Llamados a la acción transformadora: Diaconía ecuménica”, que se publicará próximamente. (3) Repensando los conocimientos, el desarrollo de capacidades y la educación en materia de diaconía en el marco de la acción conjunta del CMI y ACT Alianza, utilizando, entre otros, el manual recientemente publicado “International Handbook on Ecumenical Diakonia” (Manual internacional sobre diaconía ecuménica).
En la 10ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) celebrada en Busan, en respuesta a las cuestiones planteadas durante las conversaciones ecuménicas, las sesiones sobre cuestiones administrativas y otras presentaciones en relación con los desafíos que las cuestiones de sexualidad humana suponen para las iglesias miembros del CMI y sus comunidades, la Asamblea hizo la siguiente recomendación a través del Comité de Orientación Programática: “Teniendo presentes las cuestiones divisivas entre las iglesias, el CMI puede funcionar como un espacio seguro para entablar el diálogo y el discernimiento moral sobre cuestiones que a las iglesias les resultan difíciles. Entre los ejemplos que se han escuchado mucho en esta Asamblea están las cuestiones del género y la sexualidad humana. Los asuntos controvertidos tienen su lugar en ese espacio seguro de la agenda común, recordando que la tolerancia no es suficiente, pero que el punto de partida es el amor y el respeto mutuo”. En respuesta a la recomendación anterior, el secretario general del CMI formó un Grupo de Personal y un Grupo de Referencia sobre Sexualidad Humana para que trabajaran en un documento de referencia, que fue presentado al Comité Ejecutivo del CMI en noviembre de 2019. El Comité Ejecutivo recibió el documento y recomendó “transmitir el informe al Comité Central a título informativo con la sugerencia de que en la 11ª Asamblea del CMI pudiera haber una conversación ecuménica sobre este tema”. El objetivo de esta conversación ecuménica es crear un espacio para el diálogo y el debate sobre la sexualidad humana como se está haciendo en diferentes contextos de la comunidad del CMI y plantear cómo se puede avanzar en la conversación de cara al futuro, poniendo énfasis en el amor y la reconciliación.
En esta conversación ecuménica se debatirá y reflexionará sobre las tendencias en un mundo que cambia rápidamente que afectarán a la vida y la labor de las iglesias en los próximos veinte años, guiarán el discernimiento ético y moral, y contribuirán al sistema de controles y equilibrios para el desarrollo y la utilización de estas tecnologías. Se centrará en las nuevas formas de ser iglesia y comunidad, la transformación demográfica, la inteligencia artificial (IA) y la modificación genética. Los participantes debatirán las implicaciones de estos temas clave en la vida de la iglesia y recomendarán medidas para que las comunidades religiosas ofrezcan acompañamiento y discernimiento ético y moral y contribuyan al sistema de controles y equilibrios para el desarrollo de estas tecnologías. Los facilitadores aportarán conocimientos especializados sólidos e iniciarán las conversaciones en grupo. Los participantes recibirán con suficiente antelación material de consulta sucinto y completo sobre los temas a tratar y se espera que reflexionen sobre los temas y los examinen desde sus contextos a modo de preparación para las conversaciones.
La cuestión de la paz justa en Oriente Medio sigue siendo parte esencial de la labor del movimiento ecuménico. Lamentablemente, los duraderos ciclos de violencia, la inestabilidad política, la destrucción de los sistemas de cohesión social existentes y las injusticias sociales amenazaron a todas las poblaciones de la región, pero sobre todo a los más vulnerables de entre los componentes religiosos, étnicos y culturales, como los cristianos. La cuestión crucial de la presencia y el testimonio históricos de los cristianos en Oriente Medio cambia a un relato de terrorismo, extremismo y amenazas a los cristianos en Oriente Medio. El movimiento ecuménico tiene un papel importante que desempeñar a la hora de perfilar los relatos futuros para la paz y la cohesión social mientras garantiza y fortalece el papel y el lugar de los cristianos como actores y socios iguales de Oriente Medio.
El período de Busan (10ª Asamblea) a Karlsruhe (11ª Asamblea) ha estado marcado por la peregrinación de justicia y paz, que persigue una visión integral de la paz justa tal y como se describe en la Declaración sobre el camino de la paz justa de la 10ª Asamblea. En esta conversación ecuménica se examinará cómo han respondido las iglesias en los contextos nacionales claves –especialmente aquellos identificados como países prioritarios durante este período– a este llamado, los desafíos a los que han hecho frente, cómo ha procurado el movimiento ecuménico apoyar y acompañar a las iglesias y comunidades en esos contextos, y el impacto de dichos esfuerzos. (En otra conversación ecuménica –la n.º 13– se abordará el tema de la paz justa en Oriente Medio). Además de dar a conocer los esfuerzos de las iglesias para promover la paz justa en sus propios contextos, esta conversación ecuménica buscará identificar las mejores prácticas/lecciones aprendidas de estas experiencias, y desarrollar más el enfoque ecuménico de la construcción integral de la paz.
En esta conversación ecuménica se abordarán las preocupaciones sobre el sufrimiento, la persecución y la marginación de los cristianos y se promoverá la comprensión y aceptación del principio de la libertad de religión o de creencias que se aplica a todas las personas independientemente de su fe o sus creencias. También será necesario abordar la cuestión de cómo las reclamaciones en relación con la libertad de religión o de creencias se utilizan en ocasiones para suprimir los derechos de otros. Diferentes regiones y diferentes grupos de personas –esto es, mujeres, niños, personas con discapacidad y poblaciones migrantes– experimentan las violaciones de la libertad de religión o de creencias de manera diferente. Se integrará plenamente en la conversación la consideración de las diferentes repercusiones, así como los fundamentos teológicos de los principios de la libertad de religión o de creencias. La conversación ecuménica constará de cuatro elementos: la introducción al tema, el contexto y el intercambio de experiencias, el papel de la iglesia y las herramientas para la promoción. La conversación informará y cuestionará actitudes sobre las diferentes facetas de la libertad de religión o de creencias más allá de los contextos geográficos habituales y las orientaciones religiosas propias de los participantes, basándose en el tema de la Asamblea: “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.
El legado de la esclavitud y el colonialismo sigue afectando a la vida de millones de personas en la actualidad: la supremacía blanca, la discriminación racial contra las personas de color, la afrofobia, la violencia xenófoba, el racismo y el privilegio de los blancos, el racismo vinculado a la violencia de género, el discurso de odio contra las minorías, la discriminación y la explotación sobre la base de la religión y la casta. El objetivo de esta conversación ecuménica es crear conciencia sobre el carácter complejo e intersectorial del racismo y sus manifestaciones, confrontar y profundizar en el conocimiento de la complicidad pasada y presente de las iglesias con el racismo y las maneras en que estas han justificado y validado el racismo, e identificar y sostener marcadores existentes del comportamiento antirracista y antidiscriminatorio. Estos marcadores de principios y las nuevas posibilidades de afirmar la vida se pondrán a disposición de las iglesias como recurso. A lo largo de las cuatro sesiones, la conversación ecuménica incluirá testimonios personales, narración de historias, intercambios en grupos pequeños, paneles y presentaciones breves.
La migración y/o la movilidad humana en sus variadas formas no solo plantean desafíos específicos con respecto a los derechos humanos, sino que también ponen en entredicho la misión en curso y el papel profético de la iglesia. En esta conversación ecuménica se analizarán las tensiones e intersecciones entre los derechos humanos y la fe cristiana, y el papel pastoral, profético y público de las iglesias. En la conversación ecuménica se estudiarán los perfiles cambiantes y sumamente diversos de las personas en movimiento, los desafíos que plantea la migración y las múltiples formas en que los migrantes transforman la vida eclesial, la misión y la praxis. Como es probable que la migración se vuelva cada vez más compleja en los próximos años, en esta conversación ecuménica se considerará cómo y por qué es necesario que las iglesias sigan siendo firmes testigos y defensoras en la esfera pública mientras abordan los desafíos actuales, emergentes y futuros de la migración.
Intentando abarcar las dimensiones teológica y práctica del diálogo interreligioso, en esta conversación ecuménica se analizará la solidaridad interreligiosa como un modelo viable de compromiso interreligioso en un mundo afectado por la COVID-19 y muchas otras pandemias en curso. Utilizando como base el documento conjunto del CMI y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (PCDI) sobre “Serving a Wounded World in Interreligious Solidarity” (Servir a un mundo herido en la solidaridad interreligiosa), se desarrollarán estrategias para promover la solidaridad interreligiosa práctica en un mundo plurirreligioso. Se comenzará estudiando la inspiración espiritual/teológica de la solidaridad interreligiosa en las tradiciones religiosas y buscando comprender cómo está integrada la solidaridad en la comprensión que tienen de sí mismas las comunidades religiosas. A continuación, usando como prisma experiencias de solidaridad interreligiosa, los participantes analizarán: a) ¿Qué enfoques de la solidaridad han funcionado bien hasta ahora? b) ¿Qué cuestiones suponen un obstáculo para la solidaridad interreligiosa? Se tratará de llevar este análisis a la práctica reflexionando sobre las estrategias que pueden transformar el compromiso interreligioso en solidaridad interreligiosa en el mundo de después de la COVID-19.
La educación teológica es una preocupación clave del movimiento ecuménico. Ofrece un espacio vital para desarrollar y fomentar la reflexión teológica constructiva en medio de panoramas eclesiales y religiosos cambiantes. En vista de las tendencias sectarias e introspectivas, la educación teológica ecuménica apela a las iglesias a reflexionar conjunta y profundamente sobre la naturaleza y la misión de la iglesia en el mundo. En la conversación ecuménica se debatirán las oportunidades y los desafíos, especialmente en lo que se refiere a cómo la innovación pedagógica, las metodologías, las epistemologías, el desarrollo curricular y los marcos institucionales podrían fortalecer la ecumenicidad de la educación teológica actual. En esta conversación ecuménica de la Asamblea del CMI se tratará de analizar la educación teológica ecuménica como una reflexión profunda de la reciprocidad y la unidad vividas, y se concebirá (con fundamentos teológicos y precedentes históricos) la educación teológica ecuménica como un proyecto de resistencia y transformación actual.
Las realidades mundiales actuales, incluyendo la pandemia de la COVID-19, el cambio climático y los conflictos violentos, han dado como resultado el aumento de la violencia sexual y de género y han ampliado la brecha social y económica entre los hombres y las mujeres. Estas brechas suponen un desafío singular para la unidad en el seno de la iglesia y para la reconciliación que buscamos entre todas las personas. Iniciativas recientes del Consejo Mundial de Iglesias –como los principios de justicia de género propuestos, las estrategias de la consulta en conmemoración del 20º aniversario del Decenio Ecuménico de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres y las visitas de equipos de peregrinas– ofrecen a la iglesia la base de la labor programática para acabar con la desigualdad y la violencia (a partir de la historia del trabajo sobre justicia de género del CMI). Esta conversación invita al CMI y a sus iglesias miembros a fomentar la unidad y la reconciliación en relación con la justicia entre los hombres y las mujeres a través de sus programas y su estructura de liderazgo durante el período posterior a la Asamblea. Esto promoverá la inclusión y el desarrollo integral en la iglesia y la sociedad.
La historia del CMI está estrechamente vinculada a la del moderno derecho internacional de los derechos humanos, comenzando con la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948. Sin embargo, hoy en día en muchos lugares del mundo se está socavando y atacando como nunca antes la legitimidad de los principios y las obligaciones expresados en el derecho internacional de los derechos humanos. Además, existe una diversidad de perspectivas cada vez más evidente en el seno del movimiento ecuménico sobre la relación entre los principios de la fe cristiana y el derecho internacional de los derechos humanos. Tomando como base los resultados de un proceso anterior de reflexiones, consultas y publicaciones (2020-2022), en esta conversación ecuménica se analizará esta cuestión desde una variedad de perspectivas teológicas y regionales/culturales, y a la luz de las experiencias de víctimas de violaciones de los derechos humanos. Esta conversación ecuménica tratará de (r)establecer un consenso ecuménico con respecto al compromiso de la iglesia en la promoción y protección de los derechos humanos, utilizando los instrumentos del derecho internacional de los derechos humanos.
¿Cómo pueden las iglesias iniciar un diálogo constructivo acerca de los desacuerdos sobre cuestiones morales? El nuevo documento de estudio de Fe y Constitución “Churches and Moral Discernment. Facilitating Dialogue to Build Koinonia” (Las iglesias y el discernimiento moral. Facilitar el diálogo para construir la koinonía) invita a las iglesias a examinar juntas las diferentes dimensiones del discernimiento moral. Lo que hace único a este estudio es que, a partir de las descripciones propias de diferentes tradiciones eclesiales y del estudio de ejemplos históricos, propone una herramienta que ayuda a guiarse por el panorama del discernimiento moral en las iglesias. Ofrece un estudio detallado de la relación entre continuidad y cambio. Se propone la “conciencia de la iglesia” como un concepto clave que expresa el compromiso vivo de la iglesia con nuevos desafíos. En la conversación ecuménica de la Asamblea del CMI se discutirán las nuevas percepciones de este estudio y las experiencias de procesos contemporáneos en las iglesias locales, los organismos ecuménicos regionales y los diálogos en las comuniones cristianas mundiales y entre ellas.
Los participantes en esta conversación ecuménica compartirán historias inspiradoras de la Peregrinación de justicia y paz (PJP), y reflexionarán juntos sobre el fundamento espiritual de la PJP y cuatro temas existenciales que muestran la manera en que la gente experimenta el impacto de la violencia, la injusticia estructural y la crisis climática como amenazas para su respectiva comunidad y la base física de sus vidas: verdad y trauma, tierra y desplazamientos, justicia de género y justicia racial. Estos cuatro temas se arraigan en las espiritualidades auténticas y transformadoras de las comunidades locales. Consideradas en su conjunto como piedras angulares de una teología de compañerismo, pueden llegar a ser fuente de inspiración para el movimiento ecuménico en los años venideros.
Preasamblea de los ministerios especializados: 9-10 marzo, 2022
Preasamblea de los ministerios especializados: 9-10 marzo, 2022
Preasamblea de “Una comunidad justa de mujeres y hombres”: 29-30 de agosto de 2022
Preasamblea de “Una comunidad justa de mujeres y hombres”: 29-30 de agosto de 2022
Preasamblea de los pueblos indígenas: Karlsruhe, 28-30 de agosto de 2022
Preasamblea de los pueblos indígenas: Karlsruhe, 28-30 de agosto de 2022
Reunión ecuménica de jóvenes y Preasamblea de jóvenes del CMI: 27-30 de agosto de 2022
Reunión ecuménica de jóvenes y Preasamblea de jóvenes del CMI: 27-30 de agosto de 2022
Preasamblea de la Red Ecuménica de Defensa de las Personas con Discapacidad
Preasamblea de la Red Ecuménica de Defensa de las Personas con Discapacidad
Walk through the WCC assemblies of the past in a series of short videos, beginning with the first in 1948 up to the WCC 11th Assembly in 2022.
Place: Busan, Republic of Korea
Dates: 30 October - 8 November 2013
Theme: God of life, lead us to justice and peace
Member churches: 345
In the message of the WCC 10th Assembly, participants offered this affirmation:
“We share our experience of the search for unity in Korea as a sign of hope in the world. This is not the only land where people live divided, in poverty and richness, happiness and violence, welfare and war. We are not allowed to close our eyes to harsh realities or to rest our hands from God’s transforming work. As a fellowship, the World Council of Churches stands in solidarity with the people and the churches in the Korean peninsula, and with all who strive for justice and peace.”
Place: Porto Alegre, Brazil
Dates: 14-23 February 2006
Theme: God in your grace, transform the world
Member churches: 348
The 2006 assembly was one of the most representative gatherings of Christians ever held - with over 4,000 participants from ecumenical organizations and groups, delegates from 348 member churches, observers and visitors from all around the world.
Addressing the core issues of Christian unity, the Assembly agreed on a new text, "Called to be the One Chruch," and urged that WCC and its member churches give priority to the questions of unity, catholicity, baptism and prayer. Other key issues discussed at plenary sessions were Economic justice, Christian identity and religious plurality, and Youth overcoming violence.
Also, delegates adopted a substantially revised Constitution and Rules which moved the WCC to decision-making based on consensus and which amended membership criteria. Steps were taken to strengthen active involvement of youth (under 30 years) in the life and work of the Council.
Place: Harare, Zimbabwe
Dates: 3-14 December 1998
Theme: Turn to God - Rejoice in Hope
Member churches: 339
Half a century after the official foundation of the WCC, its member churches renewed their commitment to stay together, and delegates promised to remain in solidarity with their African hosts.
The Assembly decided to set up a commission on the participation of the Orthodox churches in the WCC. It backed the creation of a "Forum of Christian Churches and Ecumenical Organizations" which could extend the ecumenical outreach far beyond WCC member churches.
Delegates and assembly visitors participated in more than 600 contributions to a three-day "Padare" in which subjects ranged from Evangelical-Orthodox dialogue to human sexuality. It was preceded by a Decade Festival of churches in solidarity with women.
Place: Canberra, Australia
Dates: 7-20 February 1991
Theme: Come, Holy Spirit - Renew the Whole Creation
Member churches: 317
1991 was the first time a theme had explicitly invoked the third person of the Trinity, and it did so in the context of the physical universe. Sections were organized under four sub-themes:
- "Giver of life - sustain your creation!"
- "Spirit of truth - set us free!"
- "Spirit of unity - reconcile your people!"
- "Holy Spirit - transform and sanctify us!"
Place: Vancouver, British Columbia, Canada
Dates: 24 July to 10 August 1983
Theme: Jesus Christ - the Life of the World
Member churches: 301
At this assembly on the western shores of Canada, a renewed emphasis on common worship was experienced under the great white tent standing beneath the summer sun. Hope for closer fellowship arose from dialogue on the Baptism, Eucharist and Ministry (BEM) document, and such ecumenical experiments as the Lima Liturgy. At the same time, the nuclear threat and neo-colonialism glowered like dark clouds on the horizon. The Assembly proclaimed its theme: "Jesus Christ - the Life of the World", and carried out its work in the following issue groups:
- Witnessing in a divided world
- Taking steps towards unity
- Moving towards participation
- Healing and sharing life in community
- Confronting threats to peace and survival
- Struggling for justice and human dignity
- Learning in community
- Communicating credibly
Place: Nairobi, Kenya
Dates: 23 November to 10 December 1975
Theme: Jesus Christ Frees and Unites
Member churches: 285
"Jesus Christ frees and unites" the delegates sang in the midst of Nairobi's life:
people from around the earth, standing before God in their captivities and disunities and naming a divine possibility.
The assembly section titles echo concerns of that turbulent decade:
- Confessing Christ today
- What unity requires
- Seeking community
- Education for liberation and community
- Structures of injustice and struggles for liberation
- Human development
Place: Uppsala, Sweden
Dates: 4-20 July 1968
Theme: Behold, I make all things new
Member churches: 235
The assembly at Uppsala bore further testimony to the expanding membership of the Council, as well as the fresh breezes of Vatican II that brought Catholic observers to participate in the meeting and discuss further opportunities for cooperation. Sections were organized under the headings:
- The Holy Spirit and the catholicity of the church
- Renewal in mission
- World economic and social development
- Towards justice and peace in international affairs
- Worship
- Towards new styles of living
Place: New Delhi, India
Dates: 19 November to 5 December 1961
Theme: Jesus Christ - the Light of the World
Member churches: 197
Best remembered for the incorporation of the International Missionary Council into the WCC, and the admission of 23 new member churches, including significant sectors of Eastern Orthodoxy and churches from newly independent nations, the Assembly focused on the theme "Jesus Christ - the Light of the World" with three sections on witness, service and unity.
Place: Evanston, Illinois, USA
Dates: 15-31 August 1954
Theme: Christ - the Hope of the World
Member churches: 161
The only WCC assembly to date held in the United States, it to some degree reflected - and certainly reflected on - the East-West tensions of the cold war. The Assembly divided its work into six sections:
- Our oneness in Christ and our disunity as churches
- The mission of the church to those outside her life
- The responsible society in a world perspective
- Christians in the struggle for world community
- The churches amid racial and ethnic tension
- The laity: the Christian in his vocation
Place: Amsterdam, The Netherlands
Dates: 22 August to 4 September 1948
Theme: Man's Disorder and God's Design
Member churches: 147
It was on the 23rd of August 1948, in Amsterdam, that the World Council of Churches was officially founded. 147 churches from different confessions and many countries came together to commit themselves to the ecumenical movement.
At the assembly in Amsterdam, four sections were organized to examine aspects of the theme "Man's Disorder and God's Design":
- the universal church in God's design,
- the church's witness to God's design,
- the church and the disorder of society,
- the church and the international disorder.
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Vida de oración
En el corazón de la reunión ecuménica mundial de delegados y visitantes de la 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias estaba su vida espiritual. Cada mañana los asistentes comenzaban el día con la oración interconfesional. Los principales elementos de estos primeros momentos espirituales eran cantar, leer las Escrituras, orar y reflexionar sobre el tema bíblico central y el mensaje clave del día.
Se ofrecieron a lo largo de cada día otros momentos de vida espiritual. Entre ellos estarán los estudios bíblicos de los home groups, donde los delegados tendrán la oportunidad de profundizar más en el texto bíblico del día.
Tener acceso a los home groups, que eran de pequeño tamaño y están estructurados por idiomas, garantizó que los debates que se mantienen en esos grupos contarán con la aportación de todos los participantes. Estos home groups terminaron con una breve oración a mediodía. Al finalizar cada día, los delegados y los visitantes tendían otra oportunidad para participar en las oraciones confesionales vespertinas. Esto permitió a todos los participantes vivir un momento espiritual que reflejaba solo una muestra de la amplia diversidad espiritual que es la comunidad del Consejo.
A medida que se desarrollaban los plenarios sobre cuestiones administrativas y las sesiones plenarias temáticas de la Asamblea, se ofrecían los componentes de la vida espiritual para alimentar el alma y renovar el espíritu mientras cantábamos, orábamos y discerníamos –en momentos de silencio y reflexión– la dirección y la acción futuras del movimiento ecuménico mundial.
Creemos que los momentos en que rendimos culto juntos servirán para afirmar adónde nos conduce Dios mientras declaramos juntos que el amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad.
Sesiones plenarias temáticas
La sesión plenaria temática se centró cada día en un aspecto concreto del tema de la Asamblea. El Comité de Planificación de la Asamblea ha cooperando con el Comité de Planificación de Cultos de la Asamblea para garantizar el encaje de los temas y las cuestiones espirituales.
Plenarios sobre cuestiones administrativas
Los plenarios sobre cuestiones administrativas eran el lugar donde los delegados de las iglesias miembros del CMI se dirigen a la Asamblea y trazan una perspectiva general de la labor del CMI hasta la próxima Asamblea. Su funcíon era elegir al nuevo Comité Central y a los presidentes del CMI.
Home groups
Los home groups, que tenían lugar cada mañana después de la reflexión bíblica y la sesión plenaria temática del día, ofrecían las personas la oportunidad de relacionarse entre sí reflexionando sobre la oración, los pasajes de la Biblia, los plenarios y otros encuentros.
Todos los participantes que tenían derecho a tomar la palabra (categorías 1 y 2) en la Asamblea eran asignados a un home group. Los home groups estaban compuestos por participantes en la Asamblea de todas las regiones, confesiones, profesiones y edades, y de una mezcla de “veteranos” y “recién llegados”.
El objetivo de los home groups era:
- Posibilitar un abordaje significativo y transcontextual del tema diario y del mensaje bíblico.
- Ofrecer un espacio para el intercambio mutuo y el aprendizaje recíproco.
- Captar una visión clave cada día para divulgarla en la Asamblea (200 caracteres).
- Compartir el resultado del discernimiento transcontextual conjunto con los órganos rectores del CMI, las iglesias miembros y los asociados (800-1000 palabras por cada home group).
El tema de la 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias fue "El amor de Cristo mueve al mundo hacia la reconciliación y la unidad".
La 11ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias se reunió en un contexto marcado por la perplejidad, la ansiedad y cuestiones fundamentales sobre nuestra manera de habitar la tierra, dar sentido a nuestras vidas, vivir en la sociedad y asumir nuestra responsabilidad ante las generaciones futuras. Estas preocupaciones se han visto agravadas por la pandemia mundial de COVID-19 y sus consecuencias, la emergencia climática y las manifestaciones de racismo a escala mundial, que han puesto de relieve la desigualdad económica estructural, la discriminación de género y otras formas de injusticia en nuestras sociedades y nuestro mundo.
En este mundo fragmentado y fracturado, el tema de la Asamblea constituyó una afirmación de fe de que el amor de Cristo transforma el mundo a través del poder dador de vida del Espíritu Santo. Oponiéndose a los poderes de la destrucción y el pecado, el tema de la Asamblea afirma que el Cristo compasivo, crucificado y resucitado está presente en el corazón de este mundo. Era un llamado radical a las iglesias a trabajar juntas incansablemente con personas de otras religiones y todas aquellas de buena voluntad por la paz justa y la reconciliación. Era un llamado a la unidad visible de la iglesia para que se convierta en un signo profético y un anticipo de la reconciliación de este mundo con Dios, así como de la unidad de la humanidad y toda la Creación.
Concebido como expresión visual del tema de la asamblea, el diseño del símbolo también ha sido inspirado por las expresiones dinámicas y la variedad del movimiento ecuménico en su búsqueda de la unidad cristiana y de la promoción de la justicia y la paz.
Inspirada por el tema ‘El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad’, la totalidad de la comunidad del CMI se reunirá para orar y celebrar en la 11ª Asamblea. Obtendremos energías renovadas para proseguir la labor del CMI mucho después del propio evento. Por ello, cada vez que use el símbolo de la asamblea, deberá dejar también espacio para incluir el logotipo oficial del CMI, tal como se muestra en el cartel a continuación.
El símbolo estaba compuesto por cuatro elementos:
- La cruz: el tema de la asamblea es una afirmación de fe de que el amor de Cristo transforma el mundo por el poder dador de vida del Espíritu Santo. La cruz, que tiene un lugar prominente en el símbolo, es una expresión del amor de Cristo y una referencia al primer artículo de la Constitución del CMI.[1]
- La paloma, símbolo universal de paz y reconciliación, representa al Espíritu Santo y alude también a profundas expresiones bíblicas de la esperanza.
- El círculo, el mundo entero habitado (oikoumene) aporta el sentido de unidad y de un propósito común, así como de un nuevo comienzo. El círculo está además inspirado en el concepto de reconciliación. Como cristianos, nos hemos reconciliado con Dios a través de Cristo, y, como iglesias, somos agentes del perdón y del amor, tanto dentro de nuestras comunidades como fuera de ellas. El movimiento ecuménico ha respondido al llamado a la unidad y a la reconciliación mediante su resuelta labor y sus acciones en favor de una sociedad más justa y más participativa, y del cuidado de la Creación de Dios.
- El camino: todos venimos de lugares, culturas e iglesias diferentes; transitamos por distintos caminos para responder al llamado de Dios. Todos estamos en una peregrinación durante la cual nos encontramos con otras personas y nos unimos a ellas en un viaje de justicia y paz. Los distintos caminos representan nuestras trayectorias diversas, el movimiento, la libertad y el dinamismo de la vida que impulsa al CMI y a sus iglesias miembros alrededor del mundo.
Enlace:
Descargue el cartel de la asamblea: JPG, PDF
La visión del programa de Stewards del CMI ha sido siempre amplia. W.A. Visser’t Hooft, el primer secretario general del CMI, vio que el futuro estaba en manos de los stewards. Quería que los jóvenes se encontraran con el ecumenismo y sus dirigentes para que un día pudieran convertirse en sus líderes.
La visión del programa de Stewards del CMI ha sido siempre amplia. W.A. Visser’t Hooft, el primer secretario general del CMI, vio que el futuro estaba en manos de los stewards. Quería que los jóvenes se encontraran con el ecumenismo y sus dirigentes para que un día pudieran convertirse en sus líderes.
El programa de Stewards es una introducción ecuménica. Para muchas personas se trata del primer paso o, al menos, uno de los primeros que las condujo a una mayor participación en el ecumenismo y a oportunidades de más aprendizaje y crecimiento.
Los jóvenes que sirven como stewards no son meros observadores de las reuniones o asambleas, también participan. Son los sistemas circulatorio y respiratorio del movimiento ecuménico, y son vitales para su vida.
En la 11ª Asamblea del CMI, un grupo de jóvenes de entre 18 y 30 años participaron como stewards. El programa de Stewards reunió a 160 jóvenes de diferentes países, regiones y tradiciones la oportunidad de contribuir a las operaciones de la Asamblea y participar en el aprendizaje, los encuentros y las discusiones ecuménicas.
El programa de Stewards tiene tres aspectos:
a) la formación ecuménica intencionada con el objetivo de crear conciencia, desarrollar el liderazgo y fortalecer la solidaridad mundial;
b) la participación y contribución de los jóvenes a las principales reuniones del CMI como “levadura del pan ecuménico”;
c) el apoyo para que la reunión discurra de manera inspiradora y eficiente.
Un steward es un recurso ecuménico valiosísimo. Quienes aspiran a serstewards deben pasar por un proceso de selección competitivo en el que se prioriza la implicación en la iglesia y el ecumenismo. El CMI busca jóvenes capaces de integrar sus experiencias al volver a sus contextos locales, motivados para multiplicar el entusiasmo ecuménico, y preparados para “hacer ecumenismo” en el ámbito local. Por consiguiente, los stewards no son meros ayudantes ni mano de obra no cualificada. Son jóvenes que dedican tiempo, energía, aptitudes, conocimientos y visiones a construir el movimiento ecuménico. Son líderes en sus iglesias, comunidades y organizaciones y en el movimiento ecuménico, y son o serán los que hagan avanzar al movimiento ecuménico.
Los ámbitos de trabajo de los stewards incluyeron: gestión del uso de la palabra, comunicación, culto, documentación e inscripción. Los stewards vinieron a prestar servicio a la reunión en su conjunto. Por consiguiente, los delegados y otros participantes no-les pedían que realicen tareas a menos que esté coordinado a través del personal del CMI que trabaja con los stewards. Los stewards tenían instrucciones de no atender peticiones individuales durante su tiempo de trabajo y de no favorecer a los participantes en la Asamblea de su país/iglesia.
Durante la Asamblea, los stewards realizaban las tareas que les encomienden, pero participaban en los cultos, las reuniones confesionales y los debates en grupos pequeños cuando no estén trabajando. Siempre que sea posible, se les dio la oportunidad de hablar y compartir su experiencia. ¡Tienen mucho que aportar!