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Pacific Islander dancers

31 de agosto de 2022, Karlsruhe (Alemania). Bailarines isleños del Pacífico participan en la celebración de la oración de apertura de la 11a Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Karlsruhe (Alemania). La Asamblea tiene lugar del 31 de agosto al 8 de septiembre bajo el tema “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.

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Los actos solemnes fueron celebrados a través de color, movimiento, palabras, elementos visuales y sonidos extraídos de las diversas maniferstaciones del movimiento cristiano mundial. Los antiguos cantos litúrgicos, los himnos, las danzas tradicionales y las canciones modernas conmovieron a los creyentes.

Las oraciones de apertura señalaron el contexto contemporáneo de la Asamblea lamentando que “compartimos la carga y el dolor de estos tiempos de pandemia de la COVID. Compartimos la carga y el dolor de los conflictos armados y sus consecuencias en términos de muerte, destrucción y migración forzada. Compartimos la carga y el dolor de las lacras preexistentes de injusticia, pobreza estructural y violencia, y de una creación que sufre, y traemos ante ustedes el recuerdo de las víctimas de todas esas pandemias”.

El predicador del día fue el patriarca Juan X de la Iglesia Ortodoxa Griega de Antioquía y todo el Oriente (en Siria), que habló en árabe, pero hubo servicio de interpretación a otros idiomas. Su homilía versó sobre el encuentro de Jesús con la mujer samaritana junto al pozo, narrado en el capítulo cuatro del Evangelio de Juan. A pesar de las grandes lagunas en materia de creencia religiosa, género, cultura y estilo de vida, Jesús la tomó en serio y le habló a nivel personal. De ahí que ella se sintiera alegremente inspirada por el encuentro.

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The Rev. Dr. Ioan Sauca (right) introduces John X, Patriarch of Antioch

31 de agosto de 2022, Karlsruhe (Alemania). El Rev. Dr. Ioan Sauca (derecha) presenta a Juan X, Patriarca de Antioquía y todo el Oriente, que dio la homilía durante el servicio de oración de apertura de la 11a Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, que se celebra del 31 de agosto al 8 de septiembre bajo el tema “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.

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El patriarca alentó a superar las fronteras del mismo modo. Llamó a sus oyentes, así como a sus iglesias y países a “optar por atravesar el Oriente Medio sufriente, como Cristo optó por atravesar Samaria. A pasar y a mirar a los amados por Cristo de allí, como Él miró a los samaritanos, sin ignorar a quienes son diferentes de ustedes y sin excluir a las gentes de Siria, el Líbano, Iraq y la Tierra Santa de Palestina, especialmente teniendo en cuenta que sus ancestros estuvieron al servicio del Evangelio de reconciliación y lo difundieron en todas las naciones”.

En relación con las situaciones específicas de Siria y los países vecinos que citó, el patriarca llamó a los miembros de la Asamblea del CMI a “levantar la voz contra la exclusión de las personas de Oriente Medio, contra el hecho de que se las prive de alimentos, medicamentos, calefacción y tratamiento médico, y contra las sanciones y el bloqueo económicos so pretexto de desacuerdos políticos; a oponeerse a la proscripción de los cristianos, sus oraciones y sus himnos, que descienden de la eternidad de Cristo a la tierra que pisó y sobre la cual trabajaron los apóstoles, y a alzar la voz y hacer un llamado para que se divulgue el destino de los metropolitanos de Alepo, Paul y Youhanna, cuyo caso ha pasado desapercibido en la comunidad internacional durante más de nueve años”.

El patriarca concluyó diciendo que, cuando hay personas marginadas y olvidadas, la esperanza de reconciliación se desvanece, pero, “siempre que hay una verdadera empatía y un verdadero interés por una determinada situación, las medidas se vuelven rigurosas en su aplicación y persisten hasta que alcanzan su objetivo. Los cristianos de Antioquía merecen protección contra la exclusión, la discriminación, la inanición, la opresión, el tormento y la muerte”. 

Después de la homilía, Ann Jacobs, voluntaria de reasentamiento de refugiados de la Iglesia Metodista Unida en los Estados Unidos, oró: “Que nuestro amor sea un bálsamo que sane heridas y atienda a aquellos lugares en los que hay dolor. Que nuestro amor sea radical, cercano a los márgenes y anteponga las personas al lucro. Que nosotros, en nuestro amor, nos ofrezcamos a Cristo los unos a los otros, desbordando paz y reconciliación. Que así sea. Amén”.

11a Asamblea del CMI – Vídeo de la oración de apertura

Fotografías de la oración de apertura

Más información sobre la 11a Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)