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A woman prepares food in a street restaurant in Seoul, South Korea.
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“Aunque compartimos muchas de las preocupaciones en las que se basan estas sanciones, con la aplicación de uno de los regímenes de sanciones más rigurosos, sistémicos y de mayor duración jamás impuestos no se han logrado soluciones”, afirma la carta. “Además, los efectos directos e indirectos de las actuales sanciones han tenido repercusiones negativas muy graves para el acceso y la acción humanitarios en Corea del Norte”.

La carta señala que, aunque a menudo se afirma que las sanciones no pretenden perjudicar a los ciudadanos ni dificultar la ayuda humanitaria, en la práctica, las sanciones han supuesto grandes obstáculos para tales esfuerzos.

“Además de la escasez de alimentos, las crisis relacionadas con la salud que se han registrado y las recientes inundaciones en Corea del Norte están causando un alto grado de sufrimiento entre la población del país”, prosigue la carta. “Varias de nuestras organizaciones están preparadas y a la espera de ofrecer la ayuda y los servicios humanitarios necesarios en cuanto las circunstancias lo permitan”.

El Rev. Prof. Dr. Sauca también pidió una nueva licencia general para bienes y servicios humanitarios, así como un canal bancario autorizado para este propósito. “Además, consideramos que el actual régimen de sanciones y la prohibición de viajar son contraproducentes para la búsqueda de la paz en la región y para la reducción del riesgo de un conflicto potencialmente catastrófico”, añade la carta. “En nuestra opinión, el hecho de no plantearse ni siquiera una relajación gradual de las sanciones ha sido un factor clave en el fracaso de los recientes esfuerzos de compromiso político para la paz”.

La carta también apunta que el riguroso mantenimiento de las sanciones de “máxima presión” solo ha servido para enturbiar el ambiente político en lo que se refiere al diálogo y la reducción de las tensiones. “Se necesita una política más flexible para crear nuevas posibilidades de compromiso constructivo. Creemos que los encuentros entre las personas son esenciales para construir la paz”.

“Las políticas que impiden este tipo de encuentros solo pueden agudizar el conflicto y la división”, concluye la carta. “En consecuencia, también le instamos a que ponga fin de forma permanente a la prohibición de viajar que impide a los ciudadanos estadounidenses reunirse y prestar asistencia a los norcoreanos en su país”, afirma el texto. “Esperamos que estas preocupaciones puedan ser tenidas en cuenta en la actual revisión de la política de sanciones de EE. UU. establecida por su Gobierno”.

Lea el texto completo de la carta del CMI al presidente Biden