Entrevista
Owens fue una de las múltiples personas que compartieron y oraron juntas durante las reuniones confesionales que tuvieron lugar el 23 de junio, en el marco del programa de la reunión del Comité Central del CMI. Owens es la primera persona de raza negra y la segunda mujer que encabeza la denominación de los Discípulos, desde su elección en 2017.
Fue entrevistada durante la pausa de la reunión del Comité Central del CMI (21 a 27 de junio) que abordó el cristianismo en Norteamérica y en la que surgieron los temas de la justicia y la raza. Señaló que en Estados Unidos el asunto del “nacionalismo cristiano” puede ser preocupante.
“Uno de los mayores problemas que veo en el cristianismo en general es que a veces nos preocupan más las instituciones que hemos creado para hacer el trabajo y nuestro papel en ellas que el propio trabajo, el testimonio o Jesucristo”, dijo.
“Estas instituciones deben cambiar. Deben cambiar para seguir siendo relevantes. Nuestros jóvenes nos dicen: ‘No voy a unirme a esta denominación o a esa iglesia en particular; quiero formar parte de la obra de Dios, parte de la obra del Cuerpo de Cristo’. Y mientras, nosotros intentamos reforzar las estructuras institucionales y dar prioridad a su poder. Hay un claro desajuste”.
Antes de ingresar en el seminario para ordenarse, Hord Owens trabajó veinte años en el sector empresarial estadounidense dirigiendo diversos equipos de gestión de datos en el sector sanitario y otras industrias.
En su opinión, las iglesias deben ofrecer un entorno en el que se pueda hablar de muchas cosas.
Variedad de perspectivas
Como dirigente eclesiástica, ha aprendido que en cada tema surgen distintas perspectivas, según sea la tradición confesional de las personas, su cultura geográfica o incluso étnica.
“El cambio climático, la sexualidad humana o la situación en Israel y Palestina son temas a los que mis iglesias se han enfrentado y sobre los que han hablado”, afirmó.
“Se trata de asegurarnos de que hemos escuchado, pero también de que el trabajo que hacemos dé testimonio del amor de Dios, si lo que estamos haciendo es sentarnos en torno a una mesa y ponernos de acuerdo sobre lo que vamos a hacer en nuestra siguiente reunión”.
Hord Owens afirmó que Estados Unidos y Canadá tienen perspectivas distintas sobre el racismo.
“Canadá está mucho más en contacto con su papel de sociedad de colonos y su relación con los pueblos indígenas. En Estados Unidos, la cuestión de ser negro, blanco o marrón, desde la perspectiva racista derivada especialmente del pasado esclavista de los Estados Unidos, ha permanecido subyacente en todo lo que ocurre en el contexto estadounidense.
Dejar atrás la raza
“Casi no podemos dar ni un paso para hacer nada más hasta que no pasemos por el tema del racismo, entendido como blanco y negro”.
Según ella, en Canadá la sociedad parece más centrada en identificar las injusticias cometidas contra los indígenas.
“Tienen una visión diferente de la raza. Hablar de raza en Canadá es casi de mala educación. Y he tenido estas conversaciones con amigos de iglesias canadienses”.
“Estados Unidos ha dado algunos pasos atrás”, afirmó Hord Owens. “Están prohibiendo libros en muchos de nuestros estados, solo porque abordan el tema de la raza o la historia de la esclavitud. El argumento es que no quieren que nadie se ofenda porque los blancos sean racistas. Eso es eludir la historia, borrarla. Y en ese sentido, estamos dando enormes pasos atrás en materia de racismo en Estados Unidos”.
“Por eso debemos caminar juntos, incluso cuando no estemos de acuerdo. Diría que ese es el enfoque teológico de mi iglesia: tenemos que permanecer en la mesa, incluso cuando no estamos de acuerdo, porque el testimonio que damos del Evangelio de Cristo se fortalece cuando la gente puede mirarnos y decir: ‘Dios mío, sé que no están de acuerdo en esto o en aquello. Pero parecen estar comprometidos con Jesús; con esa fe, y dispuestos a trabajar en los asuntos complicados y difíciles”.
Galería de imágenes de la reunión del Comité Central del CMI
