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El Día Internacional de Oración para Acabar con el Hambre aspira a reunir a los asociados ecuménicos y comunidades religiosas de todo el mundo, y ser un movimiento espiritual de oración para: Alentar a la oración, la reflexión y la acción con información y sugerencias. Concienciar sobre las consecuencias del hambre en los niños y familias más vulnerables y contribuir a resolver sus causas. Establecer contacto con organizaciones humanitarias eclesiales y laicas que estén trabajando en la actualidad para dar alivio inmediato al hambre y generar un cambio positivo a largo plazo, para que los niños y sus familias puedan vivir el futuro que Dios desea para ellos: digno, pacífico y libre de violencia. Ayudar a las comunidades y congregaciones a apoyarse mutuamente en la oración y la colaboración, compartiendo experiencias, problemas y soluciones.

Cada dos años, la Conferencia Internacional sobre el SIDA atrae a más de 20 000 participantes –entre ellos, investigadores, responsables políticos, activistas o personas que viven con el VIH– para poner en común los últimos avances y ayudar a definir y seguir superando los obstáculos para controlar la pandemia.

América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo en términos de ingresos y condiciones de vida. Al mismo tiempo, la región cuenta con sólidas tradiciones religiosas e iglesias fuertes. El seminario abordará asuntos vinculados al compromiso de las iglesias latinoamericanas con cuestiones de justicia social.

Con objeto de potenciar la voz de las iglesias en la economía mundial, un pequeño grupo de hasta 15 líderes de iglesias de hoy y mañana tendrán la oportunidad de asistir a la Escuela Ecuménica de Gobernanza, Economía y Gestión (GEM por sus siglas en inglés) para una Economía de la Vida.