Entrevista
¿Cómo fue recibido por CREAS “Al servicio de un mundo herido”?
Prof. Shikiya: El documento llegó a oídos de algunos miembros de CREAS a través de las redes sociales del CMI. Cabe recordar que el CMI fue uno de los promotores de la fundación de CREAS, junto con otros ministerios especializados de la cooperación entre las iglesias en Europa y América del Norte, hace 21 años.
¿En qué medida resulta pertinente este documento en el contexto en el que usted trabaja?
Prof. Shikiya: Es pertinente para las acciones de desarrollo de capacidades, la movilización de saberes y la producción de conocimientos, el acompañamiento a procesos sociales comunitarios, el apoyo económico y técnico a pequeños proyectos y la incidencia en las políticas públicas. El documento es muy importante porque nos motiva a reflexionar a fondo en términos bíblico-teológicos acerca de los significados, intenciones y horizontes estratégicos de lo que CREAS hace.
Su contenido también constituye un llamado esperanzador a colaborar, tanto desde el punto de vista ecuménico como interreligioso. Esta colabroación debe incluir a otros actores de la sociedad civil y la cooperación multilateral. Estamos en un contexto de profundas desigualdades y múltiples heridas, en el que el estallido de la pandemia ha ocasionado grandes pérdidas y daños.
Las vidas de millones de personas en América Latina y el Caribe se han visto sustancialmente modificadas, de una manera sin precedentes, lo cual nos ha mostrado el grado de vulnerabilidad que la mayoría o prácticamente todos los seres humanos padecemos. La mutación cultural que se ha producido ha sido muy vertiginosa en términos de relaciones, circunstancias y comportamientos. El nivel de impacto en la población ha tenido dimensiones sociales, psicológicas, económicas, sanitarias, culturales, medioambientales, religiosas y espirituales.
¿Cuál es la relevancia de un documento ecuménico de carácter general sobre estos temas en el contexto de la pandemia en América Latina?
Prof. Shikiya: A lo largo de 2020, CREAS implementó estrategias para hacer frente a la emergencia sanitaria y económica que se sumó a la crisis ya pre existente que atravesábamos en Argentina y la región. Esta intervención pretendía principalmente tener un impacto favorable en los sectores de más bajos ingresos, que dependen de la economía informal y vieron peligrar su subsistencia, mediante el fortalecimiento de proyectos de seguridad alimentaria, la facilitación de suministros sanitarios y talleres de resiliencia que proporcionaron apoyo a varias poblaciones de Argentina y Brasil.
Estas acciones se llevaron a cabo mediante mecanismos ágiles de cooperación que incluyeron iniciativas de iglesias, organizaciones ecuménicas y redes comunitarias. A corto plazo, fue posible coordinarse con once organizaciones y redes comunitarias que permitieron llegar a más de 75 vecindarios de diez provincias argentinas. De esta manera, por ejemplo, se prestó apoyo a 400 familias de pueblos indígenas del norte de Argentina a través de un proyecto con grupos de mujeres donde se proporcionaba animales para la reproducción y el consumo para hacer frente a la emergencia alimentaria y comercializar los excedentes.
¿Cuál es el principal propósito de utilizar este documento?
Prof. Shikiya: Este documento es muy orientador e inspirador porque tiene la virtud de instar a la reflexión de grupo y la acción colectiva. Por lo tanto, CREAS lo ha utilizado como un documento de estudio ecuménico sirviéndose del método “ver, juzgar, actuar y celebrar”. Este tipo de análisis transversal ha dado lugar a una relectura y una comprensión del documento como una verdadera cartografía de caminos con procesos de deconstrucción, construcción y reconstrucción basados en diálogos, aprendizajes y conversiones que se producen en el encuentro intercultural, ecuménico e interreligioso con otros al llevar a cabo acciones concretas.
La utilidad del documento radica en motivar y alentar la cooperación ecuménica e interreligiosa a fin de reforzar el compromiso con el llamado profético a acompañar con esperanza las reflexiones y las acciones que llevan a la promoción y el fortalecimiento de nuevas formas de desarrollo sostenible con mayor justicia y paz, y que protegen la vida en su plenitud y nuestra casa común.
En términos concretos, el documento también ha sido una fuente de inspiración y una referencia para el lanzamiento de un nuevo proyecto para la formación de jóvenes líderes de varias iglesias de América Latina. La propuesta, llamada Ikumeni, tiene por objeto promover buenas prácticas ecuménicas e interreligiosas a fin de contribuir de forma diaconal y transformadora al desarrollo sostenible y a una cultura de paz y dignidad con justicia a nivel comunitario.
“Al servicio de un mundo herido en solidaridad interreligiosa: Un llamado cristiano a la reflexión y a la acción durante la COVID-19 y más allá”
