El Foro ecuménico para la paz, la reunificación y la cooperación para el desarrollo en la península de Corea, celebrado el 10-12 de julio en Bangkok, ha emitido un comunicado que reitera el llamado a la paz e indica posibles medidas para un diálogo renovado.
Tras la reciente Declaración de Panmunjom, firmada en abril por el presidente surcoreano Moon Jae-In y el presidente Kim Jung Un, de Corea del Norte (RPDC), y la cumbre de junio entre el presidente Kim con el presidente estadounidense Donald J. Trump, el Comité Central del CMI ha vuelto a valorar las perspectivas de paz en la problemática península de Corea.
El 7 de junio, los coreanos de Seúl celebraron una vigilia con velas para orar por la paz en la península coreana, y a ellos se unieron el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) de Ginebra, el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EE. UU. y cientos de personas más en todo el mundo.
En las semanas previas a la cumbre prevista para el 12 de junio entre el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, el Consejo Nacional de Iglesias de Corea planea vigilias de oración para expresar la esperanza de una paz duradera en la península de Corea.
El Consejo Nacional de Iglesias de Corea (NCCK, por sus siglas en inglés) publicó una declaración el 27 de abril en respuesta a la Declaración de Panmunjom por la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península Coreana.
Ante la situación de continua tensión y conflicto en la península de Corea que amenaza la paz y la seguridad del pueblo coreano, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) llamó a sus iglesias miembros a participar en la campaña “Una luz de paz” durante el Adviento.
Al tiempo que celebra las nuevas medidas adoptadas para la eliminación de las armas nucleares a nivel mundial, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias también teme que el ciclo de confrontación en la península de Corea pueda convertirse en una guerra nuclear.
“El mundo debe escuchar al pueblo de Corea: no quiere guerra, quiere paz”. Así lo expresó el Rev. Frank Chikane, moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, reflejando la opinión de varias docenas de personas de todo el mundo que asistieron, el 5 de octubre, a una videoconferencia sobre la crisis de Corea.
En vista de que los recientes progresos en el desarrollo de las armas nucleares y el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte pueden llevar al mundo al borde de una guerra, las iglesias de todo el mundo llaman al diálogo bilateral y expresan su compromiso con la paz y la resolución no violenta de los conflictos.
"Lo primero que se nos pide es que tengamos el valor de vivir de acuerdo con nuestras convicciones. Para el CMI nuestra convicción es que el mundo debe estar libre de armas nucleares", dijo la Rev. Dr. Sang Chang, presidenta del CMI para Asia, en su discurso en Hiroshima.
Los líderes religiosos de siete países que están en el proceso de adoptar la histórica decisión de apoyar o rechazar la prohibición de las armas nucleares emprenderán una peregrinación a principios de agosto hacia las dos ciudades japonesas que hace 70 años fueron diezmadas por las bombas atómicas.