Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala.

(1 Pedro 3:11)

Más de un mes después del repentino estallido del conflicto en Sudán, el pueblo sudanés sigue siendo víctima inocente de una disputa en el seno del Consejo Militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de octubre de 2021. Tras haber colaborado en el descarrilamiento de Sudán en su trayectoria hacia la democracia y el gobierno civil, los dos líderes militares –el general Abdel Fattah al-Burhan, comandante del ejército sudanés, y el general Mohamed Hamdan Dagalo, jefe de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido– se disputan ahora los despojos de una nación.

El pueblo sudanés, ya muy vulnerable antes de este conflicto, se enfrenta ahora a la catástrofe humanitaria derivada de la destrucción y de los desplazamientos provocados por el enfrentamiento. Cientos de miles de personas han sido desplazadas dentro de Sudán, y decenas de miles huyen cruzando las fronteras hacia Chad, Etiopía, Sudán del Sur y otros países, poniendo al límite sus escasos recursos y operaciones humanitarias que ya afrontan importantes déficits de financiación. En Etiopía y Sudán del Sur, los refugiados sudaneses están llegando a zonas que ya experimentan niveles de inseguridad alimentaria aguda clasificada de “emergencia” (fase 4 de la CIF).

Los informes recibidos de las iglesias, del Consejo de Iglesias de Sudán y de los ministerios especializados que operan en Sudán, describen una situación de trastorno absoluto de la vida civil y de la capacidad de respuesta humanitaria. En el contexto de la violencia generalizada que afecta a todos los sectores de la comunidad, los informes más recientes hablan de consecuencias de creciente gravedad en las iglesias y comunidades religiosas de Sudán.

Los fieles de la Iglesia Copta de Mar Girgis (San Jorge), en Omdurman, fueron atacados durante la misa del domingo 14 de mayo de 2023, y resultaron gravemente heridos. En Jartum, tanto la catedral anglicana como la catedral católica romana han sido bombardeadas, dañadas y saqueadas. La catedral de Todos los Santos de la Iglesia Episcopal Anglicana de Sudán se encuentra ocupada por los paramilitares. Las iglesias y mezquitas de Geneina, El Fashr y Nyala también se han visto afectadas. Los obispos, sacerdotes y dirigentes religiosos de todo el país se encuentran desplazados.

El lunes 22 de mayo de 2023 comenzó oficialmente un alto el fuego de una semana de duración, prometiendo una conveniente oportunidad para hacer llegar la ayuda humanitaria que tanto se necesita. Sin embargo, incluso este alto el fuego temporal está siendo escasamente respetado; en muchas zonas no han cesado los combates.

Por consiguiente, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias, reunido en línea del 22 al 26 de mayo de 2023:

Exhorta a todos los combatientes a respetar el acuerdo de alto el fuego de manera que puedan proseguir las operaciones humanitarias, abstenerse de cometer más actos de violencia, matanzas, destrucción y saqueos; respetar el derecho internacional humanitario relativo a la protección de la población civil, y a comprometerse a un cese permanente de las hostilidades para que los civiles puedan retomar sus vidas y medios de subsistencia en condiciones de seguridad, y que la nación de Sudán pueda iniciar el proceso de reconstrucción y reconciliación.

Insta a todos los miembros responsables de la comunidad internacional a insistir en que los agentes armados entablen negociaciones eficaces para lograr una paz sostenible y respondan con rapidez y eficacia a la emergencia humanitaria en Sudán, y a ejercer presión para que la nación sudanesa retome rápidamente su camino hacia la democracia y el gobierno civil, del que fue desviada ilegítimamente por el golpe militar de octubre de 2021.

Hace un llamado a todas las iglesias miembros y asociados ecuménicos del CMI, así como a todas las personas de buena voluntad, para que se unan en solidaridad y apoyo al pueblo de Sudán, que tanto ha sufrido durante tanto tiempo, y que el resto del mundo tanto ha descuidado.

Alienta encarecidamente el apoyo a las actividades y llamados de ACT Alianza y de otras organizaciones para mitigar el sufrimiento del pueblo de Sudán.

Pide al secretario general que encabece una visita de peregrinos ecuménicos a las iglesias y al pueblo de Sudán en cuanto las condiciones de seguridad lo permitan.

Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra.

(Isaías 2:4)