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© Ben Gray/WCC

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La Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel, organizada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), dio lugar a la celebración de encuentros de oración, reflexión y adopción de medidas en todo el mundo, de Ginebra a Belén.

Entre los diversos actos conmemorativos, cabe destacar la reunión celebrada el 22 de septiembre en Belén, en el Wi’am,  el Centro Palestino para la Transformación de Conflictos, para orar por la paz.

El evento, que tenía por tema “Realzar la esperanza frente a la oscuridad”, fue organizado en cooperación con el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI).

El orador principal, el obispo Munib Younan de la Iglesia  Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa, inició el servicio de oración con las palabras de esperanza de Romanos 4: “Contra toda esperanza, Abrahán creyó para llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: ‘Así será tu descendencia’”.

Con el muro de separación cerniéndose en el horizonte, el grupo escuchó ejemplos inspiradores de esperanza bajo la ocupación en boca de líderes locales, como el padre armenio de Belén Aspet, el Dr. Peter Qumri, miembro de la Iglesia Ortodoxa, el imán musulmán Maher Assaf, el pastor presbiteriano Victor Makari y otros representantes de la Ribera Occidental y de la comunidad de Jersulaén.

Con respecto al mantenimiento de la esperanza frente a la oscuridad, el director y fundador de Wi’am, Zoughbi Zoughbi, dijo: “¿Dónde encontramos esperanza? Nos hemos convertido en una cultura de amor y resiliencia y nos sentimos fortalecidos por la presencia de todos ustedes, por el PEAPI y por la comunidad mundial”.

 

En Ginebra, 12 rostros de esperanza

En Ginebra, la exposición fotográfica “12 rostros de esperanza” en el Centro Ecuménico  también sirvió para alentar al público a reflexionar sobre lo que le infunde esperanza. Entre los visitantes de la exposición, figuraron los participantes en una reunión de los responsables ecuménicos, así como miembros de la comunidad y otros amigos y asociados del CMI.

Cuatro personas de tres continentes presidieron el acto inaugural de la exposición: el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI; Brighton Lutengano Killewa, secretario general de la Iglesia  Evangélica Luterana en Tanzania; Berit Hagen Agøy, secretaria general del Consejo de Relaciones Ecuménicas e Internacionales de la Iglesia de Noruega; y el deán archimandrita Jack Khalil de la Universidad de Balamand en el Líbano.

Tveit explicó que la exposición presenta a personas que son testigos de la esperanza. “La mejor manera de conmemorar la tragedia de los 50 años de ocupación es escuchar atentamente a los testigos de la esperanza que viven bajo la ocupación y que padecen las graves consecuencias que ello conlleva en su vida cotidiana”, observó. “Ningún pueblo debería vivir una situación de ocupación”.

Pero nunca es demasiado tarde para poner fin a la ocupación, añadió. “Las voces más contundentes a favor de la esperanza son las que surgen de dentro, del contexto donde la situación parece no tener salida”.  “La esperanza que se nos ofrece en la exposición de estos 12 rostros es la señal más fuerte de una esperanza viva. Estos rostros hablan de amor y de los sueños de una convivencia pacífica. Este es el poder que puede conmover los corazones y cambiar la historia”.

Al mirar las fotos, Berit Hagen Agøy reflexionó sobre el hecho de que cuando se dan situaciones terribles en las que la mayoría de personas se sienten desesperadas, siempre hay alguien que hace frente al abuso de poder.

Las personas retratadas en esta exposición son palestinos e israelíes víctimas de la ocupación que, viviendo en Tierra Santa en medio del conflicto y la injusticia, comparten sus puntos de vista.

“Las personas así –que se pueden encontrar en todo el mundo, en cada zona de conflicto– están dispuestas a sacrificar sus propias vidas para salvar a los demás”, observó Agøy, preguntando: “¿Qué es lo que motiva a estas personas? ¿La fe, la ideología o una fortaleza especial?”.

Investigaciones han demostrado que estas personas no tienen nada de extraordinario, prosiguió. “Cuando se les pregunta por qué corren tantos riesgos y trabajan tanto para ayudar a los demás, contestan que esto es lo que un ser humano debe hacer”, dijo Agøy. “Para mí, estas personas representan la esperanza. En estos pósteres vemos los rostros de 12 personas que son así. Simplemente seres humanos decentes que hacen lo correcto”.

Agøy concluyó que no hay nada más fuerte que el amor y que “nuestra esperanza se basa en el amor”. “Las personas decentes del pueblo de Dios mantendrán viva la esperanza de que un día haya paz y justicia en Palestina e Israel”.

Semana Mundial por la Paz en Palestina e Israel

Exposición «12 rostros de esperanza» en Ginebra (en inglés)