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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha elogiado el trabajo de las iglesias de todo el mundo que acogen y apoyan a los migrantes y refugiados, a la vez que ha advertido a la comunidad internacional sobre el peligro de las respuestas políticas racistas o xenófobas.
En una declaración emitida por el Comité Ejecutivo del CMI, durante su reunión del 2 al 8 de noviembre en Uppsala (Suecia), el Consejo también alentó a las iglesias, organizaciones asociadas y gobiernos a considerar la adopción de los Pactos Mundiales propuestos por las Naciones Unidas para el trato responsable de los migrantes y los refugiados.
Hoy en día, se estima que 258 millones de personas son migrantes, entre ellas 68,5 millones son personas desplazadas de sus hogares por la fuerza. La mayoría de estas últimas se quedan dentro de sus países, pero 25,4 millones de desplazados se convierten en refugiados que buscan refugio o asilo más allá de sus fronteras nacionales.
La declaración del CMI deplora concretamente la separación de las familias, el maltrato a los niños refugiados, y las respuestas militares a los flujos de refugiados, tal y como se ha demostrado recientemente en las acciones adoptadas por el gobierno estadounidense.
Lea la declaración completa del Comité Ejecutivo.
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