Reportaje
“La protesta fue organizada por personas de todo el mundo, de diferentes edades y diversas confesiones”, dijo Helena Funk de Alemania, una de las organizadoras.
Los cánticos, las canciones y los eslóganes pintados en pancartas, brazos y caras llamaron la atención sobre la urgencia de abordar la crisis climática. “La crisis climática no sabe de razas, de géneros, de regiones, de colores, de posiciones sociales, de nada de eso. La crisis afecta a las personas que ya son las más vulnerables”, dijo Jessica Bwali de Zambia en su discurso a la multitud.
Bwali fue una de las muchas oradoras que compartieron su historia y experiencia personal de las consecuencias del cambio climático. “Las historias de la vida de las personas, sus propias experiencias, mostraron el rostro de la crisis climática, desde Siria hasta Zambia y el Pacífico”, dijo Funk. Estos relatos incluían llamados a cerrar oleoductos locales o poner fin a la explotación minera de los fondos marinos y hasta el acceso al agua.
“La idea es amplificar el llamado a la justicia climática de la gente joven”, dijo Collins Shave de Zimbabwe, otro de los organizadores. “Quiero que se le dé prioridad como cuestión fundamental de la Asamblea, pues fue una prioridad para la Reunión ecuménica de jóvenes. Los jóvenes queremos que los dirigentes hagan frente a la crisis climática”.
Los jóvenes instan al CMI y a las iglesias miembros a que “la llamen una crisis y actúen en consecuencia”, comuniquen de forma clara sobre la crisis climática, y escuchen a los jóvenes y hagan uso de sus dones para emprender acciones en defensa del clima.
Activistas climáticos de Karlsruhe, de Green Faith y de otros grupos se unieron a la manifestación.
Labor del CMI sobre el cuidado de la creación y la justicia climática
Fotografías de la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
