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“Por lo que respecta al movimiento ecuménico, me gustaría decir que el movimiento ecuménico –en particular, el Consejo Mundial de Iglesias y sus iglesias miembros– lo que hemos visto desde Busan, mientras avanzamos hasta Karlsruhe, es una ampliación del diálogo ecuménico”, dijo Abuom, moderadora del Comité Central del CMI. “Hemos profundizado nuestros diálogos bilaterales, que son intercomunión, pero también hemos ampliado el número de grupos con los que nos relacionamos incluyendo, por ejemplo, el movimiento pentecostal o el movimiento evangélico”.
Abuom celebró, en términos generales, un espíritu positivo a pesar de los desafíos que sigue planteando la COVID-19. “El lema de Busan –avanzar unidos en una peregrinación de justicia y paz– capta lo que acabo de describir y esto es que estamos comprometidos a avanzar unidos”, dijo. “Avanzamos unidos como iglesias miembros”.
El CMI también ha avanzado unido a otras comuniones, señaló Aboum. “Pero lo que es más importante es que hemos avanzado unidos a comunidades humanas y movimientos sociales a la hora de abordar cuestiones de justicia”, dijo. “La peregrinación de justicia y paz nos ha ofrecido un marco para relacionarnos”.
Gracias a la buena comunicación, el CMI ha podido mantenerse unido, trabajar unido y orar unido, añadió. “Pudimos aprovechar historias de esperanza, historias de resiliencia, historias de paciencia, historias de innovación”, dijo. “Y mientras intentamos reunirnos ahora y avanzar hacia la 11ª Asamblea, me atrevo a decir que, en efecto, las iglesias han demostrado su resiliencia”.
Abuom mencionó muchos programas del CMI, entre ellos la campaña Jueves de negro que ha cobrado impulso durante la pandemia. “Ha demostrado que los hombres y las mujeres, juntos, podemos superar los desafíos, los obstáculos y los problemas que generan violencia no deseada y desagradable”, dijo.
Asimismo reflexionó que, naturalmente, la dirección del CMI se vio afectada por la pandemia. “Pero gracias a Dios la mayoría de las personas entendieron que necesitáramos seguir trabajando en línea”, dijo. “Hemos tomado decisiones en línea y, para mí, esto apunta a una dirección muy positiva”.
Abuom dijo que ha visto un espíritu de coherencia, trabajo en equipo, compañerismo y apoyo. “Así que, echando la vista atrás a Busan, el tema ahora es muy relevante para nosotros porque la pandemia ha dividido a las personas”, dijo. “La pandemia ha exacerbado algunos de los conflictos que estaban ahí, por lo que el tema ‘El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad’ es divino”.
La moderadora también invitó a otros dirigentes del Comité Central del CMI –así como a la obispa Petra Bosse-Huber, moderadora del Comité de Programa del CMI y directora del Departamento de Relaciones Ecuménicas y Ministerios en el Extranjero de la Iglesia Evangélica en Alemania– a que aportaran sus reflexiones sobre el camino del CMI de la 10ª Asamblea a la 11ª Asamblea.
Bosse-Huber, en la inauguración de la reunión del Comité Central, también representa a los anfitriones locales de la 11ª Asamblea del CMI.
La obispa Mary Ann Swenson, vicemoderadora del Comité Central del CMI, relató muchos aspectos de la peregrinación de justicia y paz del CMI desde la 10ª Asamblea del CMI en Busan.
“Pero entonces llegó el brote de una pandemia mundial, y desviamos nuestra atención a temas de salud y bienestar: cómo ayudar a los habitantes del mundo a estar seguros y sanos”, dijo. “Sin embargo, el amor de Cristo es lo que nos importa: nuestra comunidad del Consejo Mundial de Iglesias y el amor de Cristo que nos lleva a vivir y actuar con amor, mientras damos las gracias mirando atrás a lo que hemos hecho y mirando a un futuro al que verdaderamente podemos aportar reconciliación y unidad, guiando a todos para que haya vida abundante para todos los hijos de Dios en todo lugar”.
La obispa Petra Bosse-Huber señaló que se trataba de la tercera vez que una Asamblea del CMI se celebraba en Europa. En este continente, la 4ª Asamblea de Upsala en 1968 había emitido una declaración pública para trabajar en favor de la justicia y la paz en todo el mundo.
“Espero que la 11ª Asamblea del CMI, cincuenta y cuatro años después en Karlsruhe, se atreva a recorrer el camino de la justicia y la paz hacia la verdadera reconciliación y la unidad visible”, dijo. “Europa necesita su presencia como señal visible del único mundo que todos anhelamos”.
“Espero que la Asamblea dé un toque de atención a todo el mundo, especialmente en una situación en la que la pandemia de la COVID-19 está poniendo a prueba la cohesión y la cercanía”, dijo la obispa Petra Bosse-Huber. “Solo juntos podemos hacer frente a los desafíos de estos tiempos”.
Alocución de la Moderadora en la reunión del Comité Central del CMI, 2022
El Comité Central del CMI se reúne para preparar la 11ª Asamblea del CMI
