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Dr Agnes Abuom

La Dra. Agnes Abuom inaugura la primera sesión plenaria temática de la 11ª Asamblea del CMI, en Karlsruhe (Alemania), el 1 de septiembre de 2022.

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Abuom, anglicana laica, se convirtió en 2013 en la primera mujer y la primera africana en ocupar el cargo de moderadora del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), al ser elegida por aclamación en la 10ª Asamblea del CMI, celebrada en Busan (República de Corea). Desempeñó las funciones de moderadora hasta la 11ª Asamblea del CMI, celebrada en septiembre de 2023 en Karlsruhe (Alemania). Durante el periodo 1999-2006, Abuom fue presidenta del CMI.

En septiembre de 2022, Abuom fue sucedida en el cargo de moderadora del Comité Central del CMI por el obispo Heinrich Bedford-Strohm, quien comentó: “Tras recibir esta triste noticia, he ido a ver su último vídeo en la página de inicio del CMI, que viene a ser algo así como su legado para nosotros como nuevos dirigentes. Me he emocionado mucho al escucharla. En él dice: ‘No es invierno, sino verano…con su verdor y sus frutos, aunque estos peligren. Durante el viaje, llamaron a alguien para que volviera a casa, pero eso es parte de la peregrinación. Perdemos a algunas personas, otras son nombradas y continúan…”.

Bedford-Strohm declaró: “Siempre la recordaré con mucho cariño. Es triste que se haya ido tan poco tiempo después de finalizar su servicio en el CMI. Me alegra que haya podido vivir el honor de ser nombrada canóniga anglicana. Extrañaremos su amor, su sabiduría, su amabilidad, su seguridad y su inspiración. Ahora descansa en los brazos eternos”.

El Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, cuyo mandato en calidad de secretario general del CMI comenzó en enero de este año, afirmó: “El CMI lamenta la pérdida de nuestra última moderadora, la Dra. Agnes Abuom, quien falleció el 31 de mayo tras una breve enfermedad. Era una mujer de espíritu humilde, gran compasión y fe inquebrantable. Aunque su cuerpo era menudo, tenía una energía, una fuerza y una visión de liderazgo muy superiores a las de muchas personas de su edad”.

Pillay añadió: “Su sabiduría, paciencia, capacidad de escucha, sensibilidad y firmeza le conferían cualidades propias de una dirigente dinámica y sabia. Ha sido una bendición para el CMI contar con ella durante muchos años en el movimiento ecuménico y, los últimos ocho años, en el cargo de moderadora del Comité Central. Su pasión por la unidad de los cristianos, la justicia y la paz es lo que la impulsó a ofrecer un servicio sacrificado e incansable al CMI. Siempre la recordaremos con alegría y agradecimiento. ‘Bienaventurados los que mueren en el Señor, ellos vivirán para siempre’”. 

Pillay concluyó pidiendo: “Que la presencia y el poder del Espíritu Santo traigan consuelo, consejo, paz, amor, fuerza y esperanza a la familia de Agnes, a sus amigos, a su iglesia y a todos los que la conocieron y la amaron en el CMI y en otros lugares. Que la gracia de Dios os baste a todos”.

La obispa Mary Ann Swenson, exvicemoderadora del Comité Central del CMI, dijo que Abuom ha sido una bendición. “Recuerdo la primera vez que estuvimos juntas en Ginebra, en diciembre de 2013”, contó Swenson. “Me llevó al servicio por Santa Lucía en la iglesia anglicana cercana a nuestro hotel, y me habló de sus años en Suecia. Hoy rendimos homenaje a Santa Agnes. La extrañaré cada día del resto de mi vida. Era una dirigente extraordinaria. Caminar con ella codo con codo durante nueve años de nuestra peregrinación de justicia y paz ha sido el viaje más importante de mi vida. Gracias a Dios por la vida y el testimonio de esta maravillosa mujer”.

El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, obispo presidente de la Iglesia de Noruega, y exsecretario general del CMI (2010-2020), afirmó que Aboum ha sido una de las grandes figuras y dirigentes de la familia cristiana mundial de nuestra era. “Atesoraré para siempre los valiosos recuerdos y momentos de bendición de los años que trabajamos juntos dirigiendo la labor del Consejo Mundial de Iglesias”, dijo Tveit. “La Dra. Agnes era una hija de África, a la que Dios otorgó extraordinarios dones y capacidades para plantear las grandes cuestiones sobre la unidad entre los pueblos y entre las iglesias de todo el mundo”.

Tveit reflexionó sobre la sabiduría, la pasión y la espiritualidad de Abuom, cimentadas en su fe y sus arduas vivencias. “La Dra. Agnes fue una defensora de la verdadera unidad de los cristianos; una unidad en la fe, la esperanza y el amor, con justicia y paz para todos”, afirmó. “Encabezó nuestra lucha conjunta en el movimiento ecuménico por la unidad, la paz y la justicia en todo el mundo con una compasión y unas aptitudes profesionales arraigadas en una profunda espiritualidad: ‘¡Oremos! Por favor, guíanos en la oración', así empezaba y terminaba siempre cualquier sesión de trabajo”.

Tveit añadió que Abuom alentaba a las personas a explotar sus dones y su tiempo para servir a Dios a través del llamado de las iglesias. “Nos lo transmitió a mí y a otros de forma personal, animándonos e invitándonos a ser valientes y fieles a nuestra vocación”, afirmó Tveit. “Mientras dirigió el Consejo Mundial de Iglesias, pero también en muchas otras tareas que asumió, nos ofreció un modelo único de liderazgo y discipulado”.

Abuom ha sido una gran inspiración para las mujeres y las personas laicas con cargos directivos en las iglesias, concluyó Tveit. “Ahora que Dios la ha llamado al descanso eterno, agradezco al Dios Trino haberme concedido el regalo de conocer a esta gran mujer, nuestra querida hermana, la Dra. Agnes Abuom, y de trabajar con ella”.

Los últimos años de Abuom como moderadora estuvieron marcados por los cambios provocados por la pandemia de la COVID-19 y por su trabajo junto al secretario general en funciones, el Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca. “Estoy tan orgulloso de lo que logramos juntos”, afirmó Sauca. “A pesar del sufrimiento y la muerte causados por el virus, Agnes vio claramente la pandemia como un desafío pastoral definitorio para que las iglesias acompañaran a los que sufrían, consolaran a los que estaban en duelo, exigieran asistencia sanitaria para los afectados e innovaran a la hora de compartir los dones de una espiritualidad ecuménica verdaderamente mundial”.

Sauca, añadió: “Estoy muy afectado. Para mí Agnes no solo fue una moderadora, sino una mujer santa; vivía su fe en todo lo que hacía. Tenemos que estar agradecidos a Dios por el gran regalo que nos hizo con su persona. La extrañaremos mucho”.

Rudelmar Bueno de Faria, secretario general de ACT Alianza, expresó su tristeza. “El compromiso de Agnes con el ecumenismo no tenía parangón, su pérdida se sentirá en todo el mundo”, afirmó. “El apoyo de Agnes al ecumenismo fue muy valorado por ACT Alianza, y su apoyo a la diaconía ecuménica de las iglesias fue una parte importante de su ministerio”.

Una hija del movimiento

La trayectoria ecuménica de Abuom comenzó mucho antes de su elección como moderadora.

Nacida en el noroeste de Kenia en 1949, en el seno de una familia con cuatro hijos varones, Abuom tuvo profundas raíces ecuménicas, con familiares protestantes, católicos, anglicanos y pentecostales, y una educación infantil en escuelas misioneras. Su compromiso político también fue precoz e infalible, remontándose a su época de estudiante en la Universidad de Nairobi, cuando su activismo cristiano la llevó al exilio y, más tarde, a la cárcel.

“La trayectoria de mi fe es bastante interesante”, dijo a un entrevistador en 2009. “Estaba llegando a la mayoría de edad cuando dominaban las ideas de izquierdas, y combinar el pensamiento izquierdista y la fe no era fácil. Las iglesias solían incomodarse ante el socialismo y muchos de los movimientos políticos de izquierdas rechazaban la religión. Pero fui capaz de combinar mi visión izquierdista de la justicia y mi fe. Más tarde, descubrí que se reforzaban mutuamente. Mis ideas sobre la justicia social estaban en gran medida sustentadas y reforzadas por mi fe. Para ello me inspiré y saqué fuerzas del ejemplo de mi abuela, la dirigente religiosa que rompió barreras étnicas y culturales rechazando la mutilación genital femenina y emprendiendo nuevos rumbos”.

Abuom empezó a colaborar con el Consejo Mundial de Iglesias cuando se celebró la asamblea del CMI en Nairobi en 1975. También participó en organizaciones estudiantiles y en política. Esto último generó controversias que la llevaron a abandonar Kenia y emigrar a Suecia en 1976. Allí aprendió sueco y obtuvo una licenciatura en pedagogía. Tras dos años como trabajadora juvenil del CMI en Ginebra, regresó a Suecia y se doctoró en misionología con una tesis sobre “El papel de las organizaciones no gubernamentales en el desarrollo”. Trabajó para el CMI en la subunidad de los jóvenes durante la década de 1980 y, más tarde, en asuntos relacionados con los refugiados en Sudán. Durante dos años fue tutora en Zimbabue.

Al regresar a Kenia en 1989, Abuom fue encarcelada por su oposición al presidente Daniel Arap Moi. Posteriormente, trabajó para la Iglesia Anglicana de Kenia, principalmente en asuntos relacionados con el desarrollo nacional, y a partir de 1991, en un programa de educación cívica.

El marido de Abuom, Wilfred, falleció en 2014. Tuvieron dos hijas.

En 2013, Abuom ya formaba parte del Comité Ejecutivo del CMI, en calidad de representante de la Iglesia Anglicana de Kenia. Había presidido el CMI entre 1999 y 2006. También había sido consultora en materia de desarrollo para organizaciones keniatas e internacionales, y coordinadora de programas de acción social para organizaciones religiosas y de la sociedad civil, sobre todo en el Cuerno de África, para lo que creó su propia agencia, TAABCO Research and Development Consultants, en 1997.

Agnes Abuom fue miembro del Comité Central durante tres mandatos consecutivos, primero como presidenta del CMI (1998-2006), luego como miembro (2006-2013) moderando el Comité de Examen, y después como moderadora del Comité Central (2013-2022). Su primera asamblea del CMI fue en Nairobi (1975). Fue delegada de la Iglesia Anglicana de Kenia en las asambleas de Harare (1998), Porto Alegre (2006), Busan (2013) y Karlsruhe (2022). Fue moderadora del Comité de Cuestiones de Actualidad en Porto Alegre, moderadora del Comité de Examen en Busan y moderadora de la asamblea en Karlsruhe. Fue además miembro de la Comisión Especial sobre la Participación de los Ortodoxos en el CMI y del Comité Permanente sobre Consenso y Colaboración.

Abuom también colaboró estrechamente con la Conferencia de Iglesias de Toda el África, el Consejo Nacional de Iglesias de Kenia y las iglesias miembros del CMI en África, así como con Religiones por la Paz.

A la luz de los anteriores compromisos, para Abuom, implicarse de forma creativa y práctica con los inmigrantes, los sobrevivientes de abusos o las víctimas de la violencia también suponía replantear la práctica del ecumenismo. “El testimonio de muchas de las personas que están en primera línea de las luchas exige que nos apartemos de la cultura de las conferencias y las declaraciones y que empecemos a participar en acciones que alimenten la esperanza y las alternativas”, dijo al Comité Central en 2016. “En el Evangelio hay lugar para el desacuerdo, pero no para la ausencia de implicación”.

Retrospectiva de su trayectoria

Mientras era moderadora del CMI, Abuom declaró: “Vi la acción divina de Dios cuando toda la cuestión del discernimiento y la toma de decisiones por consenso se hizo realidad” en el Consejo, modelando y prometiendo una estructura menos jerárquica y más abierta también en las iglesias y comuniones mundiales.

“Cuando me fui del Consejo, me llevé conmigo esa experiencia tan importante de búsqueda de consenso, de toma de decisiones por consenso, de discernimiento de la voluntad de Dios. Me siento muy identificada con eso. Obviamente, cuando te dedicas a la mediación, la reconciliación y la consolidación de la paz, ¿en qué otra cosa puedes basar tu trabajo?”.

En 2022, al hacer balance del último decenio del CMI, Abuom destacó la peregrinación de justicia y paz como un estandarte y una estrategia realmente atractivos y exitosos para llevar adelante el trabajo del Consejo y como herramienta para profundizar la comunión ecuménica, incluso durante la COVID, a través del énfasis en la vida espiritual de la oración y el compartir. Abuom mencionó varios de los logros más importantes, entre ellos la renovada comprensión del servicio cristiano, reflejada en el documento sobre diaconía ecuménica; los progresos en el consenso sobre las eternamente divisorias cuestiones de sexualidad humana (en Conversaciones en el camino del peregrino); y el papel reforzado, y hasta “fundamental”, de la comunicación en la labor mundial de la comunidad.

Las décadas de dedicación de Abuom le valieron numerosos elogios y honores. En 2017, el arzobispo de Canterbury le concedió la Cruz de Lambeth al Ecumenismo “por su excepcional contribución al movimiento ecuménico, por su trabajo con el Consejo Mundial de Iglesias y, actualmente, como su moderadora”. En 2018, una de las mayores universidades privadas de Noruega, la Universidad Especializada VID, le concedió un doctorado honoris causa, afirmando concretamente que había “demostrado cómo se pueden poner en práctica los conocimientos académicos mediante un enfoque teológico y diaconal claro”. Y en 2019, en E.E. U.U., Abuom recibió del Consejo Nacional de Iglesias el premio del presidente a la excelencia en el liderazgo fiel, en reconocimiento por su “liderazgo excepcional y arriesgado”.

“Sigo esperando en el Señor”

La perenne búsqueda de unidad cristiana de Agnes Abuom puede abrir nuevas perspectivas ecuménicas a través de la solidaridad para la justicia social, donde las iglesias son percibidas como comunidades de reconciliación. “Peregrinar hace que la esperanza irrumpa en nuestro presente, motivándonos para seguir adelante y superar los obstáculos…tenemos que dejar atrás la nostalgia del pasado, dejar a un lado nuestras agobiantes preocupaciones y los instrumentos creados para resolver problemas ya superados, para aventurarnos en ámbitos de acción nuevos y relevantes”.

Defensora de la justicia de género, Abuom hizo suya la visión de la campaña del CMI de los Jueves de negro contra la violencia sexual y de género, en su empeño por acercarnos al día en que “no habrá más violencia sexual y de género porque la iglesia se habrá mantenido firme junto a las personas vulnerables y sobrevivientes de este tipo de violencia, y habrá dicho: '¡ya basta!’”.

Incluso al recibir con satisfacción su nueva función como canóniga laica de la Iglesia Anglicana en Kenia, manifestó su impaciencia con la iglesia. “Me ha causado mucho dolor que mi propia comunión no haya sido capaz de resolver de forma amistosa los asuntos relativos a la sexualidad humana”, dijo recientemente. “Sigo esperando en el Señor”

Al reflexionar sobre el futuro del movimiento ecuménico y del Consejo, Abuom subrayó el papel vital del CMI y “el mayor desafío” de cimentar la unidad entre las iglesias, abordar las cuestiones de la juventud, intensificar el intercambio con otras religiones y, sobre todo, trabajar en los problemas de la injusticia, la violencia y el empeoramiento del clima para la supervivencia de las personas y del planeta. “Tenemos que actuar”, afirmó. “Ya no podemos limitarnos a orar y plantar árboles”.

El compromiso incondicional de Abuom con la justicia era contagioso. “Cuando la Dra. Agnes Abuom termina de hablar contigo”, escribió un entrevistador en 2021, “te dan ganas de hacer una de estas dos cosas: dar un puñetazo al aire y gritar: ‘¡nos levantaremos!’ o sentarte en un lugar tranquilo y preguntarte: ‘¿cuál es mi contribución a la humanidad?’. 

Toda persona que desee publicar un mensaje en memoria de la Dra. Agnes Abuom está invitada a enviar sus reflexiones por correo electrónico a [email protected]. Han sido emitidos varios mensajes para rendir homenaje a la Dra. Agnes Abuom y en junio de 2023 se celebrará un servicio en su honor en el Centro Ecuménico.

Galería fotográfica especial del CMI “La Dra. Agnes Abuom, peregrina de la paz”