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Tveit ofreció una visión ecuménica sobre la migración, inclusión y justicia en la sede de UNICEF, en Nueva York. © Marcelo Schneider/WCC

Tveit ofreció una visión ecuménica sobre la migración, inclusión y justicia en la sede de UNICEF, en Nueva York. © Marcelo Schneider/WCC

En su intervención durante la recepción ofrecida por UNICEF el 22 de enero, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit ofreció una visión ecuménica sobre la migración, inclusión y justicia.

“En momentos de crisis históricas es importante tomar decisiones que demuestren nuestros valores humanos comunes,” dijo. “Es de suma importancia cuidar la dignidad humana a través del desarrollo de sistemas internacionales sostenibles para alcanzar una migración segura, ordenada y regular.”

La recepción fue uno de los muchos eventos durante el programa de todo el día del Cuarto simposio anual sobre el papel de la religión y de las organizaciones basadas en la fe en los asuntos internacionales, celebrado en la Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. El tema era: “Perspectivas sobre la migración: desplazamiento y marginalización, inclusión y justicia.”

Tveit sugirió un cambio de prioridades hacia la dignidad humana, solidaridad humana, derechos humanos y unidad humana. “Estamos viviendo en una época crítica, incluso peligrosa, en la historia de la humanidad,” dijo. “En estos momentos en los que se necesita más que nunca la solidaridad y cooperación internacional para hacer frente a los desafíos mundiales, el compromiso con el multilateralismo y las normas y leyes internacionales comunes parecen estar cada vez más amenazadas y en retroceso.”

A pesar de que a veces el panorama mundial es sombrío, cada vez hay más personas que abren los ojos, dijo Tveit. “Se dan cuenta de que la situación requiere que no se queden como transeúntes en silencio sino, por el contrario, expresen su esperanza por la vida de la creación de Dios a través de medidas específicas que logren revertir la situación,” reflexionó. “Compartimos una visión ecuménica que se manifiesta en nuestra oración diaria para que se haga la voluntad de Dios en la tierra como en el cielo.”

Los seres humanos pueden, de hecho, relacionarse entre sí de manera responsable, incluso cuando viven en contextos y condiciones totalmente diferentes, continuó Tveit. “Podemos ver señales de lo que significa ser uno – en solidaridad y compartiendo – en la fe, la esperanza y el amor,” dijo. “A medida que el Consejo Mundial de Iglesias comienza el año de su 70o aniversario, nos damos cuenta de que su finalidad y objetivo son más pertinentes que nunca.”

Necesitamos cambiar nuestra actitud para hacer frente de manera adecuada a muchos de los desafíos de nuestros tiempos, concluyó. “Necesitamos tener la actitud de responsabilidad mutua en todas nuestras relaciones,” dijo. “Se trata de una actitud central que ha reavivado el movimiento ecuménico como una comunidad de iglesias.”

Como iglesias, la comunidad del CMI representa compromiso, presencia activa y comunidades abiertas para las personas que se desplazan, dijo. “Pero también representamos, junto con otras comunidades basadas en la fe, a los migrantes mismos, ya que llevan consigo su identidad religiosa,” dijo. “Con frecuencia, la fe es lo más importante que tienen para manejar su situación.”

Asimismo, Tveit reconoció la pertinencia de las contribuciones de distintos sectores y comunidades. “Como iglesias necesitamos la competencia y el compromiso de otros socios como es el caso en el contexto de las Naciones Unidas,” dijo. “Entre otras cosas, pedimos a todos los estados que aún no lo hayan hecho, que firmen, ratifiquen y apliquen la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares.”

Explorar las dimensiones morales y éticas de la migración forzosa

El simposio, organizado por ACT Alliance, la Junta General de Iglesia y Sociedad de la Iglesia Metodista Unida, la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día y el Consejo Mundial de Iglesias, también estuvo copatrocinado por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales,  el Parlamento de las Religiones del Mundo y la Oficina del Asesor Especial sobre la Prevención del Genocidio y la responsabilidad de proteger en nombre del grupo de trabajo interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la participación con las organizaciones basadas en la fe.

Los informes durante el simposio indicaron que grandes movimientos de migrantes están siendo provocadas por presiones medioambientales, sociales y de otra índole que hacen que la gente tome medidas desesperadas para un mejor futuro para ellos y sus familias.

“Se trata de motivaciones que todos tenemos en común,” señaló Tveit. “Es probable que mucha más gente se vea obligada a tomar estas medidas desesperadas.”

Los debates se centraron en la creación de un consenso, tanto de principios como pragmático, que pueda ayudar a que la migración funcione para todos. Los participantes también exploraron la pregunta: ¿Cómo pueden tenerse en cuenta el género, las inquietudes por la seguridad, la raza, la etnicidad, los datos empíricos y la dignidad en este contexto?

“A todos nos corresponde dar esperanza, pero no de manera superficial,” concluyó Tveit. “Invitamos a todas las personas de buena voluntad a que se unan a nosotros.”

Véase el discurso completo del secretario general del CMI en inglés.