Entrevista
La COP26 se lleva a cabo en su entorno. ¿Cómo se siente ser una iglesia en medio de todo eso? ¿Siente que forma parte de la conversación mundial que se entabló en Glasgow?
Rev. Machado: Por supuesto, aquí todo el mundo habla de la COP26. Creo que en estos días, la agenda de la cumbre se ha convertido en la agenda de la ciudad y también de las iglesias. Durante estas dos semanas tuvimos muchos servicios de oración sobre el tema del cuidado de la creación de Dios, por ejemplo. Ahora bien, la enorme cantidad de eventos e iniciativas que tienen lugar al mismo tiempo en un período tan corto también crea un sentimiento de confusión y falta de comprensión de la visión de conjunto. Nosotros, siempre buscamos participar en pequeñas partes de la misma. El mayor desafío será saber cómo desenvolvernos con el legado de la COP26. Las iglesias que han visto y acogido muchas cosas que abarcaron a tanta gente de todas partes del mundo, ¿de qué forma mantendrán la agenda de protección del clima como parte de su vida?
¿Puede compartir algunos ejemplos concretos de la participación de personas de su congregación en el debate sobre el cambio climático e incluso en el cambio del estilo de vida a fin de proteger el planeta?
Rev. Machado: En la congregación contamos con un pequeño grupo muy comprometido que está conectado con la temática ecológica. Este grupo forma parte activa de la iniciativa Eco Congregation Scotland’s (Ecocongregación de Escocia). A través de nuestro grupo, nos proponemos seguir las ideas y los planes de la ecocongregación e intentamos desarrollarlos a nivel de la vida de nuestra congregación. Eso abarca la organización de servicios inspirados por el tema del cuidado de la creación a lo largo del año, ofrendas especiales y otras actividades relacionadas. Durante la COP26, acogimos a dos delegados de África. También participamos en las vigilias y las marchas que tuvieron lugar en Glasgow en ocasión de la cumbre climática. Además, en el edificio de la iglesia realizamos ajustes para que sea más ecológico.
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Un pequeño grupo de St. Andrew's West cuando se preparaba para unirse a las miles de personas que participaron en la marcha por el clima del 6 de noviembre en ocasión de la COP26 en Glasgow.
St. Andrew's West
¿Estas iniciativas involucran también a los niños de la congregación?
Rev. Machado: Junto con la sinagoga judía de aquí cerca, estamos planificando una iniciativa con niños y jóvenes para recoger la basura en nuestro barrio. El jardín de nuestra iglesia que una vez fuera premiado por su formato ecológico, también es un espacio de construcción comunitaria y concientización sobre la importancia que reviste el cuidado de la creación de Dios.
A su juicio, ¿iniciativas locales como las que usted promueve en su congragación tienen el potencial de inspirar las políticas y posiciones de la iglesia nacional sobre el cambio climático?
Rev. Machado: Por un lado, la posición de la iglesia nacional sobre el cambio climático inspira a muchas congregaciones a participar en esta labor y, por el otro, grupos de nuestras congregaciones desafían y estimulan las conversaciones y los procesos decisorios de la iglesia a nivel nacional. Pequeños grupos de numerosas congregaciones tienen un gran potencial para inspirar y desencadenar la acción de toda la iglesia. Ese intercambio genera una ola de inspiración en favor de una mayor participación en lo que se refiere a los problemas climáticos que aquejan a congregaciones que aún no estaban exactamente involucradas con la agenda.
Mirando hacia atrás en sus años de ministerio en la iglesia, ¿cómo considera que los temas relacionados con el clima fueron cobrando importancia en la vida de la congregación?
Rev. Machado: Hace unos 30 años, cuando era estudiante de teología, fui a escuchar varias conferencias de Fray Leonardo Boff. Y cada vez, esperaba que abordara los puntos clave del análisis de la política social que la teología de la liberación elaboró tan bien y que inspiró a muchos de mi generación. Pero en lugar de hablar de eso, Boff presentó una reflexión totalmente centrada en la creación de Dios, la ecología y la interconectividad entre todos los seres vivos. Me sentí decepcionado cuando le escuché decir eso en aquel momento, Sí, la naturaleza es importante, ¡pero era el momento de hablar del sistema que oprime a la gente y es raíz de toda la injusticia! Ahora bien, después de todos esos años, me doy cuenta que Boff era un visionario que mostraba el camino sobre la manera en que la problemática de la protección del clima es integral y fundamental en el análisis teológico de las estructuras de injusticia de nuestro mundo. No podemos disociar la realidad del sufrimiento humano de la realidad del sufrimiento de la naturaleza. Sin justicia climática no habrá justicia social.
