Ambas visitas han tenido lugar con el trasfondo de una guerra que ha provocado la huida de millones de personas de Ucrania. Al finalizar el mes de mayo, las cifras del ACNUR indican que casi 7 millones de personas han cruzado las fronteras hacia los países vecinos, de las cuales cerca de un millón lo ha hecho hacia Rusia.
Por invitación de la Iglesia Ortodoxa Rusa (Patriarcado de Moscú), miembro del CMI y de ACT Alianza, la delegación visitó centros de ayuda y lugares de alojamiento temporal para los refugiados de Ucrania en las diócesis de Rostov del Don y Shakhty, ambas fronterizas con la región del Dombás, en el sureste de Ucrania.
En Rostov del Don y Shakhty, la Iglesia Ortodoxa Rusa acompaña a los refugiados principalmente del Dombás, y aunque algunas familias de refugiados reciben alojamiento y apoyo alimentario del Estado ruso, la iglesia también los acompaña mediante apoyo espiritual y psicosocial, así como recogiendo y distribuyendo paquetes de ayuda para las familias de refugiados alojadas por sus propios medios.
La visita también incluyó oportunidades para conocer y escuchar a los líderes de las iglesias locales, y para saber cómo trabajan para responder a las realidades actuales de la región.
Para la secretaria general adjunta del CMI, la Prof.ª Dra. Isabel Apawo Phiri, la visita sirvió para recordar la importancia de que las iglesias participen en la diaconía ecuménica, tema sobre el que el CMI publicará un documento significativo próximamente .
“Las iglesias, los ministerios especializados y las organizaciones ecuménicas han realizado una labor profundamente inspiradora para apoyar a quienes huyen dentro y fuera de Ucrania desde el comienzo de la guerra el pasado mes de febrero. Vemos la importancia del papel de la “diaconía” ecuménica en la vida de la Iglesia, y oramos para que esta respuesta sincera continúe”, reflexionó la Prof.ª Dra. Phiri.
Para el secretario general de ACT Alianza, Rudelmar Bueno de Faria, esta visita puso de manifiesto la experiencia traumática y estresante que viven los refugiados en situaciones de conflicto. “Es crucial que los actores humanitarios, incluidas las iglesias, afirmen la primacía del imperativo humanitario y actúen para prevenir y aliviar el sufrimiento humano provocado por esta guerra. Los refugiados deben tener la seguridad de que se respetan los principios humanitarios, y nada debe invalidarlos”, afirmó.
Recordando la experiencia de viajar a lo largo de la frontera al oeste de Ucrania, el director de asuntos internacionales del CMI, Peter Prove, reflexionó sobre la importancia de ser testigo de las realidades humanitarias en todos los lados de la guerra, con el fin de apoyar las medidas adecuadas para la paz a largo plazo.
“Aunque sea difícil discernir un camino claro hacia la paz en este conflicto, como comunidad mundial de iglesias debemos seguir comprometiéndonos y apoyando los esfuerzos para un diálogo genuino entre todas las partes implicadas. Y, en medio de todo esto, es esencial que los esfuerzos humanitarios, en los que las iglesias desempeñan un papel importante, sigan siendo neutrales y atiendan a las personas necesitadas, estén donde estén y vengan de donde vengan”, afirmó.
Photo gallery: Rusia, mayo de 2022