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Bombarded children's playground

Residential buildings and children's playground in Irpin, Kyiv region, destructed by the invasion of the Russian Federation in Ukraine, August 2022.

Fotografía:

Rusia atacó objetivos en Kyiv, Odesa, Dnipro, Kharkiv, Lviv y otros lugares en las primeras horas del 29 de diciembre, impactando en un hospital de maternidad, un centro comercial y edificios residenciales.

“Tales ataques contra objetivos civiles —que, en la mayoría de los casos, se encuentran lejos de las líneas del frente— y los evidentes esfuerzos de Rusia por aterrorizar a toda la población ucraniana constituyen una violación clara y atroz del derecho internacional y de los preceptos morales fundamentales”, dijo Pillay. “El CMI, junto con sus iglesias miembros y a través de ellas, se compromete a seguir buscando maneras de promover el diálogo, la paz y el fin de la violencia y el miedo que la invasión rusa ha infligido al pueblo de Ucrania”.

Pillay concluyó: “En vísperas del nuevo año, el CMI invita a todas las iglesias miembros y a todas las personas de fe y buena voluntad a unirse en oración por un cambio de rumbo de los dirigentes rusos, por el respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, por la plena rendición de cuentas por los numerosos crímenes cometidos y por una paz segura y sostenible para el pueblo de Ucrania”.

 

Declaración del CMI sobre los ataques rusos con misiles contra ciudades ucranianas:

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) denuncia la incesante campaña rusa para aterrorizar al pueblo de Ucrania, como ilustran los ataques con misiles de ayer contra varias ciudades ucranianas que causaron al menos 30 muertos y más de 160 heridos. En lo que parece haber sido su mayor bombardeo de misiles de la guerra hasta el momento, Rusia atacó objetivos en Kyiv, Odesa, Dnipro, Kharkiv, Lviv y otros lugares en las primeras horas del viernes, 29 de diciembre, incluidos un hospital de maternidad, un centro comercial y edificios residenciales.

Tales ataques contra objetivos civiles — que, en la mayoría de los casos, se encuentran lejos de las líneas del frente— y los evidentes esfuerzos de Rusia por aterrorizar a toda la población ucraniana constituyen una violación clara y atroz del derecho internacional y de los preceptos morales fundamentales.

El CMI, junto con sus iglesias miembros y a través de ellas, se compromete a seguir buscando maneras de promover el diálogo, la paz y el fin de la violencia y el miedo que la invasión rusa ha infligido al pueblo de Ucrania.

En vísperas del nuevo año, el CMI invita a todas las iglesias miembros y a todas las personas de fe y buena voluntad a unirse en oración por un cambio de rumbo de los dirigentes rusos, por el respeto del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, por la plena rendición de cuentas por los numerosos crímenes cometidos y por una paz segura y sostenible para el pueblo de Ucrania.

Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay

Secretario general 

Consejo Mundial de Iglesias