Image
Russia-2022-Hillert-20220525_AH2_8888
Fotografía:

El 27 de marzo, bajo la presidencia del líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Su Santidad el patriarca Cirilo, se aprobó el documento del XXV Consejo Mundial del Pueblo Ruso “El presente y el futuro del mundo ruso”, dirigido a las autoridades legislativas y ejecutivas de Rusia, que ha suscitado gran preocupación entre las iglesias miembros del CMI.

El Consejo Mundial de los Pueblos Rusos es el mayor foro público ruso y, según sus Estatutos, el líder del Consejo es el patriarca de Moscú y toda Rusia, bajo cuya presidencia se celebran las reuniones anuales del Consejo. 

“Entre otras preocupaciones derivadas de este reciente ‘decreto’, el Consejo Mundial de Iglesias no puede conciliar la afirmación de que “la operación militar especial [en Ucrania] es una guerra santa” con lo que hemos escuchado directamente del propio patriarca Cirilo, ni con las declaraciones pertinentes de política de los órganos rectores del CMI, ni, ciertamente, con el llamado bíblico a las personas cristianas a ser pacificadoras en situaciones de conflicto”,  dijo Pillay.

En una reunión con el secretario general del CMI en Moscú en mayo de 2023, el patriarca Cirilo afirmó que cualquier referencia que hubiera hecho a la “guerra santa” en el contexto actual estaba relacionada con el ámbito metafísico, no con el conflicto armado físico en Ucrania. Coincidió con el secretario general del CMI en que ninguna guerra que implique violencia armada puede ser “santa”. 

“El documento aprobado contradice esta postura”, señaló Pillay.

Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, los máximos órganos rectores del CMI —el Comité Central en junio de 2022, y la 11ª Asamblea del CMI en septiembre de 2022— han afirmado enérgicamente la posición de que “la guerra es incompatible con la naturaleza misma de Dios y con su voluntad para la humanidad, y va en contra de nuestros principios cristianos y ecuménicos fundamentales”.

Calificaron explícitamente la invasión de Ucrania de “ilegal e injustificable”. Además, rechazaron “cualquier utilización indebida del lenguaje y la autoridad religiosos para justificar la agresión armada y el odio.”

La Iglesia Ortodoxa Rusa estuvo representada en estas dos reuniones clave de los órganos rectores y en los procesos que condujeron a la adopción de estas declaraciones.

Pillay señaló que, “sobre la base de las posiciones definidas de los máximos órganos rectores del CMI, el CMI no puede aceptar la descripción que hace el documento de la invasión ilegal e injustificable por parte de Rusia de su país soberano vecino, Ucrania, como “una nueva etapa de la lucha de liberación nacional del pueblo ruso contra el régimen criminal de Kiev y el Occidente colectivo que lo respalda, llevada a cabo en las tierras del suroeste de Rusia desde 2014”, ni la perspectiva de que “todo el territorio de la Ucrania moderna debe entrar en una zona de influencia exclusiva de Rusia”. 

El secretario general del CMI ha escrito al patriarca Cirilo pidiendo aclaraciones sobre si debe entenderse que este ‘decreto’ expresa la propia posición de la Iglesia Ortodoxa Rusa; sobre cómo puede una iglesia miembro del Consejo Mundial de Iglesias defender ese punto de vista, y sobre cómo debe interpretarse esto en relación con lo que ha escuchado directamente en palabras del propio patriarca. “Se ha solicitado una reunión urgente para debatir este asunto y encontrar la manera de abordar las preocupaciones planteadas en el seno de la comunidad”, declaró Pillay.

Leer la declaración completa