Los creadores malteses de los nuevos recursos disponibles para la próxima Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos han elegido la hospitalidad con los extraños como su tema central, evocando la declaración del apóstol San Pablo tras el naufragio: “Nos trataron con no poca amabilidad” (Hechos 28:2).
El Patriarca Ecuménico, Su Santidad el Patriarca Bartolomé I, pronunció una alocución pública en el Centro Ecuménico en Ginebra el 24 de abril como parte de su visita oficial a Suiza con motivo del 25o aniversario de su entronización como Patriarca Ecuménico y el 50o aniversario del Centro Ortodoxo del Patriarcado Ecuménico en Chambesy.
Se ha ganado el apodo de “El Patriarca verde” por ser un líder religioso preocupado por los alarmantes problemas medioambientales desde hace al menos dos decenios. En 2008, la revista Time incluyó a Su Toda Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé entre las cien personas más influyentes del mundo, por “definir el ecologismo como una responsabilidad espiritual”.
Tras la conferencia de alto nivel celebrada en el Centro Ecuménico de Ginebra el 18 y el 19 de enero por el CMI y la ONU sobre la crisis de refugiados en Europa, se ha publicado una declaración titulada La respuesta de Europa a la crisis de refugiados y migrantes, desde los países de origen y de tránsito hasta los de acogida y refugio: llamamiento a la responsabilidad compartida y las medidas concertadas.
El ministro alemán del Interior dijo que las iglesias en Europa tienen un papel decisivo en la respuesta a la llegada de refugiados al continente europeo. El Dr. Thomas de Maizière pronunció estas palabras en una reunión de gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, iglesias, grupos religiosos y organizaciones de la sociedad civil celebrada en Ginebra el 18 y 19 de enero.
Como jefa de políticas en Christian Aid –un miembro fundamental de ACT Alianza– Alison Kelly tiene la vista puesta en el desarrollo sostenible y en lo que se considera la voz profética de la iglesia, para la que 2015 será un año de mucho trabajo.
Profundamente preocupado por la situación de los migrantes en muchas regiones y, en particular, por la de aquellos “obligados a emprender viajes desesperados llenos de riesgos y peligros”, el Comité Ejecutivo del CMI declaró que “todos los miembros de la comunidad internacional tienen el deber moral y legal de salvar las vidas de aquellos que están en peligro, sea en el mar o durante su tránsito, independientemente de su origen o condición”.