Las oraciones y los debates de la reunión ecuménica de dirigentes de las iglesias norteamericanas celebrada el 24 de junio se centraron en cuestiones profundamente dolorosas y aparentemente irresolubles: el racismo, la división, las dudas sobre la vacunación, el genocidio, la guerra. Pero la esperanza logró infiltrarse en la reunión virtual y los participantes se apoyaron unos a otros para encontrar formas de avanzar.
La Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana ha creado un fondo de respuesta rápida para ayudar a los medios de comunicación comunitarios a proporcionar información correcta y fidedigna sobre el coronovirus a las personas vulnerables que normalmente no tienen acceso a los medios de comunicación convencionales. Se alienta a particulares y organizaciones a contribuir al fondo.
Muchos pioneros ecuménicos, entre ellos el exsecretario general del CMI, Philip Potter, fueron en cierto modo producto del movimiento de la escuela dominical. Ulrich Becker cuenta una historia que parece correr el peligro de ser olvidada.
Estamos muy lejos de hacer lo suficiente para salvar las vidas de los 20 millones de personas que padecen hambruna en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y Nigeria. Entre ellos están 1,4 millones de niños, que están expuestos al riesgo inminente de muerte a menos que reciban ayuda inmediatamente.
Una delegación del CMI, asistió al 12º Foro Social Mundial en Montreal (Canadá), que finalizó el 14 de agosto. Más de 30 000 participantes de todo el mundo se reunieron para discutir sobre asuntos mundiales basándose en sus experiencias locales, relacionarse con personas que afrontan dificultades similares, y crear nuevas iniciativas conjuntas para seguir avanzando.
El Socorro Mundial Luterano Canadiense y el CMI están planificando actividades conjuntas sobre los derechos de los refugiados ahora que el CMI ha aprobado que este organismo de la iglesia canadiense sea uno de sus miembros. Se prevé que el CLWR colabore con el CMI en iniciativas de promoción a través de la Oficina Ecuménica ante las Naciones Unidas en Nueva York.
En el clima de creciente miedo a los refugiados y los inmigrantes, el CMI insta a los cristianos a ser fieles al imperativo bíblico de “acoger al extranjero”.