El CMI ha apoyado al Estado de Israel desde su creación en 1948. El Consejo ha pedido sistemáticamente el fin de la violencia, el repudio de todas las formas de antisemitismo, el fin de los asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados y una solución al conflicto negociada por los dos Estados.
Orar y actuar por la paz de Jerusalén: la tierra sagrada de Jerusalén debe protegerse para todas las personas que comparten la ciudad, independientemente de su identidad religiosa o nacional.