Consejo Mundial de Iglesias
COMITÉ EJECUTIVO
Bossey, Suiza
13 a 18 de noviembre de 2015
Doc. Nº.
28 rev.

 

Texto aprobado

Ya cerca de la ciudad, Jesús lloró al verla y dijo: "¡Ah, si por lo menos hoy pudieras saber lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos." Lucas 19, 41-42 RVC

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) siempre ha proclamado una visión de paz con justicia en Israel y Palestina sobre la base del reconocimiento mutuo, el diálogo y el entendimiento, y de la aplicación efectiva de una solución de dos Estados que lleve a las dos naciones –israelí y palestina– a vivir juntas en paz y seguridad.

En consecuencia el Comité Ejecutivo del CMI, reunido en Ginebra (Suiza) del 13 al 18 de noviembre, expresa su profunda preocupación por los últimos acontecimientos en Israel y Palestina, con nuevos ataques violentos contra ambas comunidades y la adopción de medidas que suponen la división a largo plazo del acceso a la mezquita de Al-Aqsa y a otros lugares sagrados. Ese tipo de medidas reducen aún más la esperanza de alcanzar nuestra visión.

No podemos tolerar ni la oleada de ataques violentos perpetrados por individuos contra la población israelí, ni la respuesta violenta y las ejecuciones extrajudiciales que han seguido a esos ataques. Esos actos socavan aún más las esperanzas de paz, ya seriamente mermadas por la perpetuación de la ocupación ilegal de los territorios palestinos, las sucesivas restricciones e imposiciones, las crecientes actividades de asentamiento, la impunidad y la respuesta inadecuada de la comunidad internacional. Nos preocupa profundamente que esta sensación agudizada de desesperanza y frustración amenaza con generar mayores oleadas incontroladas de violencia que tendrán trágicas consecuencias para la población de la región.

El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) expresa su rechazo de la violencia y la injusticia y reitera su constante llamamiento al respeto de los derechos humanos de todas las personas de la región, independientemente de su identidad nacional, étnica o religiosa. Reafirmamos la opinión del Consejo de que la ocupación es el principal obstáculo para la paz. El fin de la ocupación es un pilar fundamental e indispensable para alcanzar una paz duradera y justa a largo plazo en la Tierra Santa. Seguir retrasando el logro de ese objetivo y el cumplimiento de los compromisos adquiridos solo puede llevar a una mayor pérdida de esperanza y confianza, causando importantes perjuicios a ambos pueblos.

La actual oleada de violencia afecta especialmente a Jerusalén y a los accesos a los lugares santos. Por ello, el Comité Ejecutivo insiste en la necesidad de que todos los líderes políticos y religiosos respeten el statu quo de la Tierra Santa. Los lugares sagrados no deben ser instrumentalizados en la batalla política entre el pueblo palestino y la ocupación israelí. El Comité Ejecutivo reafirma su visión de Jerusalén como una ciudad abierta, una ciudad de dos pueblos y una ciudad santa para tres religiones.

En estos momentos de resurgimiento de la violencia y de mayor desesperación, el Comité Ejecutivo expresa su solidaridad con todos aquellos que buscan la paz en la región y se enfrentan a una injusticia tan arraigada e intratable. Oramos por el testimonio y el ministerio de las iglesias y los cristianos palestinos que siguen trabajando por la paz entre las comunidades, por el fin de la ocupación, por el logro de las legítimas aspiraciones nacionales del pueblo palestino, y por que la justicia y la paz reinen entre palestinos e israelíes, y entre musulmanes, judíos y cristianos. Hacemos un llamamiento para que se intensifique el apoyo ecuménico internacional a la continuidad de la presencia y el ministerio de la comunidad cristiana palestina y de las iglesias de la región.

En ese contexto el Comité Ejecutivo destaca la importancia del compromiso del CMI de acompañar a las iglesias y personas de la región, materializado especialmente a través del Centro Intereclesial de Jerusalén, el Foro Ecuménico Palestina/Israel (FEPI), y el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI).

Una vez más instamos a la comunidad internacional a velar por la aplicación de todos los compromisos y resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, y a actuar con determinación para lograr una paz justa y duradera en Israel y Palestina, abordando no solo los síntomas de la frustración y la desilusión que genera la inacción, sino las causas profundas de este trágico conflicto.