Invitación a la oración

Desde Oriente hasta Occidente, desde el Norte y desde el Sur,
todas las naciones y todos los pueblos bendicen al creador de las criaturas
con una nueva bendición. 

Porque El es el que ha hecho que la luz de la aurora brille hoy de nuevo sobre el mundo. 

Oh, congregaciones de los justos, que glorificáis a la Santa Trinidad en esta mañana de luz,
alabad a Cristo, mañana de la paz, y alabad con él al Padre y al Espíritu;
porque él es el que ha hecho resplandecer sobre nosotros la luz de su conocimiento.
(Himno de maitines, Oficio armenio del amanecer) 

Dios, Padre nuestro,
henos aquí, tu pueblo, reunido para adorarte.

Nos humillamos como tu iglesia universal
celebrando y rememorando
que te entregaste por todo el mundo.

Reúne nuestros corazones para que se vea que somos tus hijos,
que tu presencia estará entre nosotros,
y que mantengamos la unidad en los lazos de la paz,
que tú preparas en el pacto que tenemos con tu Hijo, Jesucristo.
(Zephanie Kameeta, Namibia. In: "Why, O Lord?" © 1986, WCC, p. 47) 

Señor, abre mis ojos
para que yo vea la necesidad de los otros,
abre mis oídos para que yo oiga su llanto,
abre mi corazón para que ellos no queden sin socorro.

No permitas que tema defender al débil
a causa de la ira del fuerte,
ni que tema defender al pobre,
a causa de la ira del rico.

Muéstrame dónde se necesitan amor, esperanza y fe,
y utilízame para llevarlas allí.

Abre mis ojos y mis oídos para que yo pueda, en este día,
ser capaz de hacer alguna obra de paz por ti.
(Shona prayer, Zimbabwe. In: "The Prayers of African Religion", John Mbiti © 1975 SPCK, London, U.K. In the US: Orbis Books, Maryknoll NY, USA, 1975, pp. 148-49.) 

Afirmación de fe 

Creo en un Padre
que ama tanto a sus hijos
que espera en silencio su regreso
para darles el mejor vestido,
matar el ternero cebado
y celebrar la fiesta de reconciliación. 

Creo en un Espíritu
cuyo poder no se revela en el rugido de la tempestad
ni en el pavor del terremoto
sino en la pequeña voz tranquila. 

Creo en un Hijo
que rompió el poder del Silencio
con el grito desgarrador
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

Al morir en la cruz
transformó el silencio de la muerte
en la muerte de todo silencio.
(Massimo Aprile, Italy. In: Rete di Liturgia, 1996, No. 2 © Rete di Liturgia.) 

Intercesión 

Dios nuestro, sánanos de las estructuras sociales que explotan,
que condenan a muchos a la pobreza y los exponen a infecciones.

Sánanos de la pobreza que hace el cuerpo vulnerable
y nos fuerza a conductas insanas.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos de la injusticia internacional,
que establece reglamentaciones económicas de comercio
que son explotadoras y niega a millones de personas el acceso a las medicinas necesarias para atacar el VIH.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos de la violencia que propaga el VIH.

Sánanos de las guerras étnicas y civiles que propagan el virus.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos de las relaciones de género insanas,
que dejan a las mujeres incapaces de protegerse a sí mismas,
y que exponen así a los compañeros y esposos a infecciones de VIH
y otras enfermedades.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos de las relaciones familiares insanas,
que toleran la infidelidad y llevan dolor y heridas a todos los miembros
de la familia de todas las generaciones.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos del estigma social y la discriminación,
que nos lleva a realizar actos faltos de compasión,
que producen aislamiento y fracaso,
y haz que proporcionemos en cambio cuidado y prevención de calidad.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos de la resignación y el agotamiento
que nos hace desesperanzados e inactivos
y nos ciega a la vida en plenitud que tú has prometido concedernos.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sana nuestros corazones destrozados por el sufrimiento,
que continúa afectando nuestros espíritus y nuestras mentes
y nos deja vacíos del sentido de la vida.

Sánanos, oh Dios, en tu gracia, y transforma el mundo. 

Sánanos con el poder de tu resurrección.

Haz que nos levantemos del temor y la desesperanza.

Haz que nos levantemos a tu esperanza de resurrección.

Haz que reclamemos nuestro derecho a la vida y a una vida de calidad.

Transfórmanos por la alegría de tu espíritu y tu paz que

sobrepasa todo nuestro entendimiento. Amén.
(Adaptación de "Prayer for Holistic Healing" in AfricaPraying, p. 147 © Musa W. Dube.)

Bendición 

Querido Dios,
que la osadía de tu Espíritu nos transforme,
que la dulzura de tu Espíritu nos dirija,
que los dones de tu Espíritu nos capaciten
para servirte y adorarte
ahora y siempre.

Por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
(De: "En Espíritu y en Verdad", el libro de culto de la asamblea de Canberra, #53) 

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