Anne Deshusses-Raemy, católica romana, y Blaise Menu, protestante, codirectores del Taller Ecuménico de Teología de Ginebra, oficiaron juntos la homilía.
Deshusses-Raemy explicó que la unidad en Cristo no significa “uniformidad” en un único molde, sino “unidad en la diversidad”.
Menu afirmó que, mientras no demos el paso de un ecumenismo real del ágape, “mientras el primer paso no sea el encuentro, sino la negociación, de hecho, no tendremos nada que hacer juntos y nuestro ecumenismo será solo de fachada”.
No obstante, añadió, “si bien ante Cristo somos iglesias imperfectas, en Cristo estamos en comunión y somos una”.
Deshusses-Raemy dijo que la “co-construcción” a la que Dios nos llama no significa una pérdida de la identidad propia. “El único riesgo que corremos es el de perdernos juntos en el amor infinito de Dios”, afirmó.
Aurélie Ethuin-Lanoy, presidenta de la Asociación de Iglesias y Comunidades Cristianas de Ginebra, observó que el servicio de oración constituía un acontecimiento ineludible para quienes están comprometidos con el ecumenismo, ya que ofrecía la oportunidad de orar juntos y reunirse como cristianos y cristianas. “La Asociación de Iglesias y Comunidades Cristianas de Ginebra agrupa a unas veinticinco iglesias, y este acontecimiento da visibilidad a las pequeñas”, indicó. “Tenemos mucho que ofrecernos unos a otros y es muy importante que podamos orar juntos”.